jueves, 30 de abril de 2009

Julianillo

Julianillo

Julián Hernandez, nacido en Castilla, España, fue uno de los mártires de la Reforma Protestante del siglo XVI.
Su apodo “Julianillo” devenía de su apariencia frágil, muy delgado, de piel fina y poca estatura, esto último, en parte debido a su marcada cifosis.

Había trabajado en Alemania y los Países bajos. Allí aprendió el oficio de cajista de imprenta y conoció las ideas de la Reforma, las que abrazó con inmensurable pasión. Algunos historiadores sostienen que trabajó con Martín Lutero en la impresión de las primeras Biblias traducidas al idioma germano, así como en diversas publicaciones de éste y otros reformadores.

Julián Hernández, además de poseer una fe inmensa, abrigaba un intenso sentimiento patriótico, algo habitual de ver en muchos protestantes de su época. Desde esta perspectiva, deseaba compartir con sus conciudadanos las Buenas Nuevas que había conocido. En la península ibérica el oscurantismo era profundo, y Hernández entendía que una herramienta fundamental para hacer salir a su pueblo del atraso, era que la gente común aprendiera a leer y escribir, y muy especialmente que conozca la Verdad, tal como él la concebía.
Con esta idea, se abocó de lleno a la tarea de llevar la luz a los españoles. La misión sería arriesgada, pues eran tiempos no solo de ignorancia, sino también de intolerancia y crueldad.

Llevando la Palabra a sus compatriotas

Junto a otros reformadores, algunos españoles, muchos de ellos judíos conversos, participó en la edición del primer Nuevo Testamento en idioma español, fruto de la labor traductora del Dr. Juan Pérez de Pineda.
A pesar de ciertas dificultades, esta primera etapa se completó exitosamente. Pero lo peor estaba en el paso siguiente: Ingresar los ejemplares a España y distribuirlos. Cualquiera que fuese atrapado transportándolos o simplemente poseyéndolos sería quemado en la hoguera.
Hernández era plenamente conciente de ello, tan conciente como lo era de su vocación irrenunciable.

Tras la fachada de un vendedor de telas (ocupación que en realidad cumplía) escondía su verdadero objetivo: Contrabandear Nuevos Testamentos.
Viajando a través de toda España, se contactaba con los protestantes dispersos u ocultos y les llevaba la perla de la Palabra, y noticias de sus hermanos.

De la Roa, sacerdote y escritor católico, escribió en su libro Historia de la Compañía de Jesús en Sevilla, refiriéndose a Julianillo:
“Con increíble habilidad, encontraba entradas y salidas secretas, y el veneno de la nueva herejía se divulgó con gran velocidad por toda Castilla y Andalucía (...) Adonde ponía su pie comenzaba el incendio (...) Él mismo, enseñó a los hombres y las mujeres en los malas doctrinas de los reformadores, logrando su fin con demasiado acierto, especialmente en Sevilla, donde formó, gracias a esto, un verdadero nido de herejes”
A todo esto, Julián Hernández solía decir: “Todos los que se crucen en mi camino, oirán mi testimonio”.

Traición y martirio

Se cuenta que un día, mientras predicaba en las afueras de Sevilla, compartió el Mensaje de Salvación con un poblador que oficiaba como herrero, obsequiándole un ejemplar del Nuevo Testamento. Este hombre lo delató ante las autoridades, de manera que Hernández debió huir rápidamente.
Por un tiempo logró ocultarse de las garras de la “Santa Inquisición”. Pero la pasión por su llamado pudo más que su instinto vital.
Continuó predicando y distribuyendo las Escrituras. Una vez más sería descubierto. Ahora, sería una mujer quien habría de entregarlo. Hernández le había predicado, y ésta se mostró muy interesada por lo que aquél no dudó en regalarle un ejemplar del Nuevo Testamento. Pero la mujer inmediatamente fue a dar aviso a los inquisidores.
"Julianillo" huyó, pero enseguida fue atrapado en Adamuz, Córdoba, y enviado a una cárcel en Sevilla.
Allí, el Tribunal del Santo Oficio se ensañó con el predicador. Después de haberlo sometido a las más crueles e inimaginables torturas, y de haberle desarticulado la mayoría de sus huesos en el “potro”, fue puesto en una pica en donde se lo quemó vivo.
Esto ocurrió en Sevilla el 22 de diciembre de 1560.

Los testigos cuentan que “Julianillo”, cantaba un villancico mientras era trasladado a la pira donde habría de morir.
“¡Vencidos los frailes, vencidos van! ¡Corridos los lobos, corridos van!”

Su legado

Si bien la Inquisición española logró frenar la expansión protestante en la península, no pudo matar las ideas.
Se cuenta que Hernández escondió algunos ejemplares del Nuevo Testamento en el lugar menos pensado para buscar: en un convento.
Esta muestra de extraordinaria audacia tendría frutos no menos extraordinarios.
La Palabra llegaría a manos de los propios monjes, muchos de los cuales serían movilizados por ella. En el convento de San Isidro, el lugar donde Hernández había escondido sus ejemplares, se encontraban nada más y nada menos que Cipriano de Valera y Casiodoro de Reina.
Ellos, y otros sacerdotes, llegaron a conocer la Verdad del Evangelio, por lo que fueron considerados protestante herejes, debiendo huir del país para salvarse de la muerte a manos de la Inquisición.
La versión completa de la Biblia en español traducida por Casiodoro de Reina y luego corregida por Cipriano de Valera (conocida como la Biblia Reina Valera) ha sido la herramienta más poderosa que se haya conocido para la difusión del Evangelio en el mundo hispano, trascendiendo los tiempos y continentes.

¡Gracias Julianillo!

Patricia Rubin - Daniel E. Dañeiluk
http://todosprotestantes.com/

lunes, 27 de abril de 2009

Kurt E. Koch

Kurt E. Koch


Kurt Koch, E. (* 1913, † 1987) era un evangélico teólogo y publicista.

Vida

Después de sus estudios de teología protestante y la formación en el médico de doctorado que se imparten en la Universidad de Tübingen para el Doctor en Teología. Koch era un sacerdote al servicio de Badischer Landeskirche operar. Sus funciones son principalmente la juventud,Okkultseelsorge y evangelismo. Además, Kurt E. Koch funcionado bien durante muchos años como misionero en África, mientras que él trabajó en estrecha colaboración con la Misión Kwasizabantu (KSB) juntos. 1949, una Misión de la Escritura y la Biblia con el objetivo de laBiblia y el Evangelio la literatura de todo el mundo para distribuir de forma gratuita [1]. La misión sigue existiendo hoy en día como una asociación registrada en Schwäbisch Gmünd Lindach-bajo el paraguas de la KSB. En los siguientes años le llevó a ser misionero y de evangelización de servicios de viajes en más de 100 países, con conferencias en universidades, seminarios, escuelas bíblicas y muchas iglesias en todos los continentes. Además, estaba actuando periodística.

Los temas principales de su trabajo y los libros fueron los siguientes: La decisión personal por Cristo, para ayudar Consejería ocultacontaminada, la educación sobre schwarmgeistige movimientos, los distintos ámbitos de la tierra, el despertar, el poder del Espíritu Santo y de la venida de Jesús.


Publicaciones (selección)

  • Jesús sana Editorial Evangelismo, 5 Circulación 1962
  • Heinrich Coerper y su obra, la publicación de Zeller Misión de Amor, Bad Liebenzell / Wuerttemberg 1964
  • ABC oculta, la Biblia y la Escritura Misión Dr. Kurt E. Koch eV, 4 Edición de 1996
  • Dios entre los zulúes, Herold-Verlag, Frankfurt am Main 1979
  • Asesoramiento y Ocultismo, Fountain Publishers, 25 Auflage, Basilea / Gießen 1982, ISBN 0-88981-031-1

Enlaces externos

Fuentes

 http://www.schriftenmission.de/bibel_schriften_mission.html

sábado, 25 de abril de 2009

POLICARPO DE ESMIRNA

POLICARPO DE ESMIRNA




Policarpo, obispo de Esmirna, fue quemado como mártir en el año 155 d.c. Poco antes de su muerte, exclamó ante quien lo quería hacer apostatar de su fe a Cristo "Durante ochenta y seis años he sido su siervo, y no me ha hecho mal alguno. ¿Como puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado?", vemos por esto, que su conversión -a edad avanzada- aconteció en el año 69 d.c. por lo cual fue contemporáneo de varios de los apóstoles, especialmente del apóstol Juan, de quien recibió directamente sus enseñanzas, como nos da a entender su discípulo Ireneo de Lyon, cuando escribe a Florino, un presbítero romano que había caído en la herejía del gnosticismo, nos dice así: "Porque te vi cuando yo todavía era un niño, en el Asia interior, desempeñando brillante papel en la corte imperial y tratando a la par de ganarte la estimación de aquél... Puedo decir hasta el lugar en que el bienaventurado Policarpo se sentaba para dirigir su palabra, cómo entraba en materia, y cómo terminaba sus instrucciones, su genero de vida, la forma de su cuerpo, las pláticas que dirigía a la muchedumbre; como contaba su trato con Juan y con los demás que habían visto al Señor y como recordaba las palabras de ellos y qué era lo que había oído él de ellos acerca del Señor ya sobre sus milagros, ya sobre su doctrina. Todo lo cual, como quien la había recibido de quienes fueron testigos de vista del Verbo, Policarpo lo relataba de acuerdo a la Escrituras."

De Policarpo conservamos la Carta a los Filipenses y el acta de su martirio (que exponemos a continuación).

En la carta a los Filipenses, los estudiosos católico-romanos, no pueden entender porqué no se mencione para nada a un obispo de dicha iglesia, y sin embargo si lo haga con el presbiterio.

Esta carta se podría dividir en varias partes que condensarían el pensamiento que quiere transmitir: Por un lado su doctrina, que es un eco de lo que ya vimos con Ignacio: Un alegato contra el docetismo (una especie de gnosticismo dualista) donde nos cuanta como Cristo se encarnó realmente, padeció y resucitó de verdad y en carne, y no en apariencia como predicaban los docetas. Son estos hechos los que nos justifican delante de Dios sin que lo hayamos merecido: "Sabéis muy bien que hemos sido salvos por el don gratuito de Dios y no por nuestro méritos, sino porque Dios lo ha querido por medio de Jesucristo" (Filipenses 1:3), esta realidad es la que los protestantes de la reforma y de hoy en día, afirman que no se predica en el catolicismo-romano.

La organización de la iglesia que presenta Policarpo en esta epístola está basada en el presbiterio y se duele del caso de uno de la iglesia de Filipos, un tal Valente y su mujer que han caído en el pecado de la avaricia y se han apartado de la iglesia. Policarpo dicta como regla en tal caso lo siguiente: "Me contrista muchísimo el caso de ese hombre y de su mujer. Que el Señor se digne en concederles arrepentimiento sincero. Vosotros proceded con moderación en este asunto y no los consideréis como enemigos. Tenedlos como miembros enfermos y extraviados para que se preserve intacta vuestra comunidad. Obrando así os edificáis a vosotros mismos" (Fil. 11:4)

Policarpo además reitera una serie de normas de vida cristiana contra la fornicación, la avaricia, la homosexualidad, las herejías, etc., y así podemos entender la concordia que existía en las comunidades primitivas entre el hecho de la salvación por gracia por medio de la fe, con el guardar los mandamientos: "De seguro que ni yo ni nadie puede competir con la sabiduría del bendito y glorioso Pablo. Presente entre vosotros y cara a cara con los que vivían entonces (40 ó 50 años atrás)enseñó con agudeza y autoridad la Palabra de Verdad. Ausente, os escribió cartas que, si las estudiáis seriamente, os harán crecer en la fe que recibisteis. Fe que es nuestra madre común (y no la iglesia para Policarpo) mientras tenga por compañera la esperanza y sobre todo el amor a Dios, a Cristo y al prójimo. Cuando se halla uno dentro de este marco ha cumplido el mandato que asegura la justificación. Quien vive en el amor, está libre del pecado" (Fil. 3:1-3)

El acta de su martirio, impresionante, es la que sigue:

"CARTA DE LA IGLESIA DE ESMIRNA, QUE RELATA EL MARTIRIO DE SU OBISPO POLICARPO Y SUS COMPAÑEROS MÁRTIRES"

En Esmirna el año 155 d.c.

La Iglesia de Dios, establecida en Esmirna, a la Iglesia de Dios, establecida en Filadelfia, y a todas las partes de la Iglesia santa y católica extendida por todo el mundo; que la misericordia, la paz y el amor de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo sobreabunde en vosotras.

Os escribimos relatándoos el martirio de nuestros hermanos, y, en especial, del bienaventurado Policarpo, quien, con el sello de su fe, puso fin a la persecución de nuestros enemigos. Todo lo sucedido fue ya anunciado por el Señor en su Evangelio, en el cual se halla la regla de conducta que hemos de seguir. Según, El, por su permisión, fue entregado y clavado en la cruz para salvarnos. Quiso que le imitáramos, y El fue el primero de entre los justos que se puso en manos de los malvados, mostrándonos de ese modo el camino que habíamos de seguir, y así, habiéndonos precedido El, no creyéramos que era demasiado exigente en sus preceptos. Sufrió El el primero lo que nos encargó a nosotros sufrir. Se hizo nuestro modelo, enseñándonos a morir, no sólo por utilidad propia, sino también por la de nuestros hermanos.El martirio, a aquellos que le padecen, les acarrea la gloria celestial, la cual se consigue por el abandono de las riquezas, los honores e incluso los padres. ¿Acaso tendremos por demasiado el sacrificio que hacemos a tan piadoso Señor, cuando sabemos que sobrepuja con creces lo que El hizo por sus siervos, a los que éstos pueden hacer por El? Por tanto, os vamos a narrar los triunfos de todos nuestros mártires, tal como nos consta que tuvieron lugar, su gran amor para con Dios y su paciencia en soportar los tormentos. ¿Quién no se llenará de admiración al considerar cuán dulces les eran los azotes, gratas las llamas del eculeo, amable la espada que los hería y suaves las brasas de las hogueras? Cuando corriendo la sangre por los costados, con las entrañas palpitantes a la vista, tan constantes estaban en su fe, que aunque el pueblo conmovido no podía contener las lágrimas ante tan horrendo espectáculo, ellos solo estaban serenos y tranquilos. Ni siquiera se les oía un gemido de dolor; y así como habían aceptado con alegría los tormentos, del mismo modo los toleraban con fortaleza. A todos los asistía el Señor en los tormentos, no sólo con el recuerdo de la vida eterna, sino también templando la violencia de los dolores, para que no excediesen la resistencia de las almas. El Señor le hablaba interiormente y les confortaba, poniéndoles ante los ojos las coronas que les esperaban si eran constantes; e ahí el desprecio que hacían de los jueces, y su gloriosa paciencia. Deseaban salir de las tinieblas de este mundo para ir a gozar de las claras moradas celestiales; contraponían la verdad a la mentira, lo terreno a lo celestial, lo eterno a lo caduco Por una hora de sufrimientos les esperaban goces eternos.

El demonio probó contra ellos todas sus artes; pero la gracia de Cristo les asistió como un abogado fiel. También Germanico, con su valor, infundía ánimos a los demás. Habiendo sido expuestos a las fieras, el procónsul, movido de compasión, le exhortaba a que tuviese piedad al menos de su tierna edad, si le parecía que los demás bienes no merecían ser tenidas en consideración. Pero él hacía poco caso de la compasión que parecía tener por él su enemigo y no quiso aceptar el perdón que le ofrecía el juez injusto; muy al contrario, el mismo azuzaba a la fiera que se había lanzado contra el, deseoso de salir de este mundo de pecado. Viendo esto el populacho, quedó sorprendido de ver un ánimo tan varonil en los cristianos. Luego todos gritaron: "Que se castigue a los Impíos y se busque a Policarpo.

En esto, un cristiano, llamado Quinto, natural de Frigia, y que acababa de llegar a Esmirna, él mismo se presentó al sanguinario Juez para sufrir el martirio. Pero la flaqueza fue mayor que el buen deseo. Al ver venir hacia sí las fieras, temió y cambió de propósito, volviéndose de la parte del demonio, aceptando aquello contra lo que iba a luchar. El procónsul, con sus promesas, logró de él que sacrificara. En vista de esto, creemos que no son de alabar aquellos hermanos que se presentan voluntarios a los suplicios, sino mas bien aquellos que habiéndose ocultado al ser descubiertos, son constantes en los tormentos. Así nos lo aconseja el Evangelio, y la experiencia lo demuestra, porque éste que se presentó, cedió, mientras Policarpo, que fue prendido, triunfó.

Habiéndose enterado Policarpo, hombre de gran prudencia y consejo, que se le buscaba para el martirio, se ocultó. No es que huyera por cobarde, sino más bien dilataba el tiempo del martirio Recorrió varias ciudades, y como los fieles le dijesen que se diese más prisa, y se ocultase prontamente, él no se preocupaba, como si temiera alejarse del lugar del martirio. Al fin se consiguió que se escondiese en una granja. Allí, noche y día, estuvo pidiendo al Señor le diera valor para sufrir la última pena. Tres días antes de ser prendido le fue revelado su martirio. Parecióle que la almohada sobre la que dormía estaba rodeada de llamas. Al despertarse el santo anciano dijo a los que con él estaban que había de ser quemado vivo.

Cambió de retiro para estar más oculto, mas apenas llegó al nuevo refugio llegaron también sus perseguidores. Estos buscaron largo rato y no hallándole cogieron a dos muchachos y los azotaron hasta que uno de ellos descubrió el lugar en que se hallaba oculto Policarpo. No podía ya ocultarse aquel a quien esperaba el martirio. El jefe de Policía de Esmirna, Herodes, tenía gran deseo de presentarle en el anfiteatro, para que fuese imitador de Cristo en la Pasión. Además, ordenó que a los traidores se les recompensara como a Judas. Armado, pues un pelotón de soldados de a caballo, salieron un viernes antes de cenar en busca de Policarpo, con uno de los muchachos a la cabeza no como para prender a un discípulo de Cristo, sino como si se tratara de algún famoso ladrón. Encontráronle de noche oculto en una casa Hubiera podido huir al campo, pero cansado como estaba, prefirió presentarse él mismo a esconderse de nuevo, porque decía. "Hágase la voluntad de Dios; cuando El lo quiso me escondí, y ahora que El lo dispone, lo deseo yo también". Viendo, pues, a los soldados, bajo adonde ellos estaban y les habló cuanto su debilidad se lo permitió y el Espíritu de la gracia sobrenatural le inspiró.

Admiraban los soldados ver en él, a sus años, tanta agilidad y de que en tan buen estado de salud le hubieran encontrado tan pronto. En seguida mandó que les prepararan la mesa, cumpliendo así el precepto divino, que encarga proveer de las cosas necesarias para la vida aun a los enemigos. Luego les pidió permiso para hacer oración y cumplir sus obligaciones para con Dios. Concedido el permiso, oró por espacio de dos horas de pie, admirando su fervor a los circunstantes y hasta a los mismos soldados. Acabó su oración, pidiendo a Dios por toda la iglesia, por los buenos y por los malos, hasta que llegó el momento de recibir la corona de la justicia, que en todo momento había guardado. Fue montado en un asno, y cuando ya se acercaba a la ciudad, se encontraron con Herodes y su padre Nicetas, que venían en un carro. Obligáronle a montar con ellos, por ver si con este favor lograban vencer a aquel que era invencible por tormentos. Procuraron insinuarse en su ánimo y hacerle pronunciar alguna palabra menos reverente, diciéndole: "¿Qué mal puede haber en llamar señor al César y sacrificar?", y todo lo demás que el demonio les inspiraba. Refrenábase el Santo y les oía con paciencia, hasta que no pudiendo contener su celo, prorrumpió en estas palabras: "No habrá cosa que pueda hacerme mudar de propósito: ni el fuego, ni la espada, ni las prisiones, ni el hambre ni el destierro, ni los azotes". Irritados ellos con esta respuesta, cuando más veloz iba el carro arrojaron a Policarpo al camino, rompiéndosele una pierna al caer, lo que no le impidió acudir con presteza al anfiteatro, sin preocuparse mucho de sus dolores.

Al entrar en el anfiteatro se oyó una voz del cielo que decía: "Sé fuerte, Policarpo". Esta voz sólo la oyeron los cristianos que estaban en la arena, pero de los gentiles nadie la oyó. Cuando fue llevado ante el palco del procónsul, confesó valerosamente al Señor, despreciando las amenazas del juez.

El procónsul procuró por todos los medios hacerle apostatar, diciéndole tuviera compasión de su avanzada edad, ya que parecía no hacer caso de los tormentos. "¿cómo ha de sufrir tu vejez -le decía- lo que a los jóvenes espanta? Debe jurar por el honor del César y por su fortuna. Arrepiéntete y di: "Mueran los impíos". Animado el procónsul, prosiguió: "Jura también por la fortuna del César y reniega de Cristo". "Ochenta y seis años ha -respondió Policarpo- que le sirvo y jamás me ha hecho mal; al contrario, me ha colmado de bienes, ¿cómo puedo odiar a aquel a quien siempre he servido, a mi Maestro, mi Salvador, de quien espero mi felicidad, al que castiga a los malos y es el vengador de los justos?"

Mas como el procónsul insistiese en hacerle jurar por la fortuna del César, él le respondió: "¿Por qué pretendes hacerme jurar por la fortuna del César? ¿Acaso ignoras mi religión? Te he dicho públicamente que soy cristiano, y por más que te enfurezcas, yo soy feliz. Si deseas saber qué doctrina es ésta, dame un día de plazo, pues estoy dispuesto a instruirte en ella si tú lo estás paras escucharme". Repuso el procónsul: "Da explicaciones al pueblo y no a mi". Respondióle Policarpo: "A vuestra autoridad es a quien debemos obedecer, mientras no nos mandéis cosas injustas y contra nuestras conciencias. Nuestra religión nos enseña a tributar el honor debido a las autoridades que dimanan de la de Dios y obedecer sus órdenes. En canto al pueblo, le juzgo indigno, y no creo que deba darle explicaciones: lo recto es obedecer al juez, no al pueblo".

"A mi disposición están las fieras, a las que te entregaré para que te hagan pedazos si no desistes de tu terquedad", dijo el procónsul."Vengan a mi los leones -repuso Policarpo- y todos los tormentos que vuestro furor invente; me alegrarán las heridas, y los suplicios serán mi gloria, y mediré mis méritos por la intensidad del dolor. Cuanto mayor sea éste, tanto mayor será el premio que por él reciba. Estoy dispuesto a todo; por las humillaciones se consigue la gloria"."Si no te asustan los diente de las fieras, te entregaré a las llamas"."Me amenazas con un fuego que dura una hora, y luego se apaga y te olvidas del juicio venidero y del fuego eterno, en el que arderán para siempre los impíos. ¿Pero a qué tantas palabras? Ejecuta pronto en mi tu voluntad, y si hallas un nuevo género de suplicio, estrénalo en mi".Mientras Policarpo decía estas cosas, de tal modo se iluminó su rostro de una luz sobrenatural, que el mismo procónsul temblaba. Luego gritó el pregonero por tres veces: "Policarpo ha confesado que es cristiano".

Todo el pueblo gentil de Esmirna, y con él los judíos, exclamaron: "Este es el doctor de Asia, el padre de los cristianos, el que ha destruido nuestros ídolos y ha violado nuestros templos, el que prohibía sacrificar y adorar a los dioses; al fin ha encontrado lo que con tantos deseos decía que anhelaba". Y todos a una pidieron al asiarca Filipo que se lanzara contra él un león furioso; pero Filipo se excusó, diciendo que los juegos habían terminado. Entonces pidieron a voces que Policarpo fuera quemado vivo. Así se iba a cumplir lo que él había anunciado, y dando gracias al Señor, se volvió a los suyos y les dijo: "Recordad ahora, hermanos, la verdad de mi sueño".

Entre tanto, el pueblo, y en particular los judíos, acuden corriendo a los baños y talleres en busca de leños y sarmientos. Cuando estaba ardiendo la hoguera, se acercó a ella Policarpo, se quitó el ceñidor y dejó el manto, disponiéndose a desatar las correas de las sandalias, lo cual no solía hacer él, porque era tal la veneración en que le tenían los fieles, que se disputaban este honor por poder besarle los pies. La tranquilidad de la conciencia le hacía aparecer ya rodeado de cierto esplendor aun antes de recibir la corona del martirio.Dispuesta ya la hoguera, los verdugos le iban a atar a una columna de hierro, según era costumbre, pero el Santo les suplicó, diciendo: "Permitidme quedar como estoy; el que me ha dado el deseo del martirio, me dará también el poder soportarlo; El moderará la intensidad de las llamas. Así, pues, quedó libre; sólo le ataron las manos atrás y subió a la hoguera. Levantando entonces los ojos al cielo. exclamó: "Oh, Señor, Dios de los Angeles y de los Arcángeles, nuestra resurrección y precio de nuestro pecado, rector de todo el universo y amparo de los justos: gracias te doy porque me has tenido por digno de padecer martirio por ti, para que de este modo perciba mi corona y comience el martirio por Jesucristo en unidad del Espíritu Santo; y así, acabado hoy mi sacrificio, veas cumplidas tus promesas. Seas, pues bendito y eternamente glorificado por Jesucristo Pontífice omnipotente y eterno, y todo os sea dado con él y el Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén".

Terminada la oración fue puesto fuego a la hoguera, levantándose las llamas hasta el cielo. Entonces ocurrió un milagro del que fueron testigos aquellos a quienes la Providencia había escogido para que le divulgaran por todas partes. A los lados de la hoguera apareció un arco son sus extremos dirigíos hacia el cielo, a modo de vela henchida por el viento, la cual rodeaba el cuerpo del mártir, protegiéndole contra las llamas. El sagrado cuerpo tenía el aspecto de un pan recién cocido, o, mejor, de una mezcla de plata y oro fundidos, que con su brillo recreaba la vista. Un olor como de incienso y mirra o de algún exquisito ungüento disipaba el mal olor de la hoguera. De este prodigio fueron testigos aun los infieles, tanto, que se convencieron de que el cuerpo del Santo era incombustible, y así pidieron al atizador del fuego que hiriese el cuerpo con un cuchillo. Hízolo él así y brotó sangre, en tanta abundancia, que extinguió el fuego. Vióse también salir una paloma del cuerpo. Quedó el pueblo estupefacto ante el prodigio, confesando la gran diferencia a la hora de la muerte entre los cristianos y los infieles, y reconociendo la superioridad de la religión cristiana, aunque no tuvieron fuerzas para abrazarla. De este modo consumó su sacrificio Policarpo, doctor de Esmirna. Sus revelaciones siempre se realizaron.

El demonio, enemigo irreconciliable de los justos, reconociendo la gloria de aquel martirio, premio de una vida irreprochable desde la más tierna infancia, excogitó un medio para privar a los fieles de poseer el cuerpo del mártir, por más que ellos intentaran apoderarse de él por todos los medios. Para ello sugirió a Nicetas, padre de Herodes, y hermano de Alces, que pidiera al procónsul no entregara las reliquias del mártir a los cristianos, porque se imaginaba que las habían de tributar un culto como al mismo Cristo. Esto mismo pretendían los judíos que custodiaban el cuerpo, para que los cristianos no pudieran acercarse a recogerle, ignorando que los cristianos no podemos abandonar el culto de Cristo, ni dirigir nuestras oraciones a otro que a El, que tanto padeció por redimirnos de nuestros pecados. Unicamente le adoramos a El por ser Hijo de Dios, y a los mártires y siervos suyos fieles les honramos y les pedimos que por su intercesión podamos un día ser compañeros de ellos en la gloria. El centurión, en vista de la disputa que sosteníamos con los judíos, mandó colocar el cuerpo del Santo en medio de la hoguera. Nosotros conseguimos recoger algunos huesos, como oro y piedras preciosas, y los enterramos y el día del aniversario del martirio nos reunimos para solemnizarle como el Señor lo ordenó.Esto es lo que ocurrió con el bienaventurado Policarpo. Consumó su martirio en Esmirna con otros doce cristianos de Filadelfia, pero él es el que ha conseguido el principal culto.

Su martirio fue muy superior, y todo el pueblo le llama "su maestro". Todos deseamos ser sus discípulos, como él lo era de Jesucristo, que venció la persecución de un juez injusto y alcanzó la corona incorruptible, dando fin a nuestros pecados. Unámonos a los Apóstoles y a todos los justos y bendigamos únicamente a Dios Padre Todopoderoso; bendigamos a Jesucristo nuestro Señor, salvador de nuestras almas, dueño de nuestros cuerpos y pastor de la Iglesia universal; bendigamos también al Espíritu Santo por quien todas las cosas nos son reveladas.Repetidas veces me habíais pedido os comunicara las circunstancias del martirio del glorioso Policarpo, y hoy os mando esta relación por medio de nuestro hermano Marciano. Cuando vosotros os hayáis enterado, comunicadlo a las otras iglesias, a fin de que el Señor sea bendito en todas partes, y todos acaten la elección que su gracia se digna hacer de los escogidos. El puede salvarnos a nosotros mismos por Jesucristo Nuestro Señor y Redentor, por el cual y con el cual es dada a Dios toda gloria, honor, poder y grandeza, por los siglos de los siglos. Amén.Saludad a todos los fieles; los que estamos aquí os saludamos. Asimismo os saluda Evaristo, que esto ha escrito, os saluda con toda su familia. El martirio de Policarpo tuvo lugar el 25 de abril, el día del gran sábado, a las dos de la tarde. Fue preso por Herodes, siendo pontífice o asiarca Filipo de Trates, y procónsul Stacio Cuadrato. Gracias sean dadas a Jesucristo Nuestro Señor, a quien se debe gloria, honor, grandeza y trono eterno de generación en generación. Amén.

Este ejemplar le ha copiado Gayo de los ejemplares de Ireneo, discípulo de Policarpo. Yo, Sócrates, lo copié del ejemplar de Gayo. Yo, Pionio, he confrontado los originales y lo transcribo por revelación del glorioso Policarpo; como lo dije en la reunión de los que vivían cuando el Santo trabajaba con los escogidos. Nuestro Señor Jesucristo me reciba en el reino de los cielos, con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén." ("Actas selectas de los mártires" Págs. 31-41, Ed. Apostolado Mariano, C/ Recaredo 44, 41003 Sevilla. Sevilla 1991)

J. P. V.
Solo Dios es Sabio

martes, 21 de abril de 2009

Calendario gregoriano

Calendario gregoriano

Gregorio XIII

El calendario gregoriano es un calendario originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en todo el mundo. Así denominado por ser su promotor el Papa Gregorio XIII, vino a sustituir en 1582 alcalendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurase en el año46 a. C.1 La reforma del calendario fue estudiada y realizada por los matemáticos de la Universidad de Salamanca, que presentaron al Papa la propuesta definitiva.2

Historia  

La reforma gregoriana nace de la necesidad de llevar a la práctica uno de los acuerdos del Concilio de Trento: el de ajustar el calendario para eliminar el desfase producido desde un concilio anterior, el primer Concilio de Nicea, de 325,3 en el que se había fijado el momento astral en que debía celebrarse la Pascua y, en relación con ésta, las demás fiestas religiosas móviles. Lo que importaba, pues, era la regularidad del calendario litúrgico, para lo cual era preciso introducir determinadas correcciones en el civil. En el fondo, el problema era adecuar el calendario civil al año trópico.

El jesuita alemán Christopher Clavius. Junto con Lilio fue el miembro más destacado de la Comisión del Calendario. El cráter más grande de la Luna lleva su nombre

En el Concilio de Nicea I se determinó que se conmemorase la Pascua el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera (en el hemisferio norte; equinoccio de otoño en el hemisferio sur). Aquel año 325el equinoccio había ocurrido el día 21 de marzo,4 pero con el paso del tiempo la fecha del acontecimiento se había ido adelantando hasta el punto de que en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinoccio se fechó en11 de marzo.

El desfase provenía de un inexacto cómputo del número de días con que cuenta el año trópico; según el calendario juliano que instituyó un año bisiesto cada cuatro, consideraba que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, mientras que la cifra correcta es de 365,242189, o lo que es lo mismo, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos. Esos más de 11 minutos contados adicionalmente a cada año habían supuesto en los 1257 años que mediaban entre 325 y 1582 un error acumulado de aproximadamente 10 días.

El calendario gregoriano atrasa cerca de 1/2 minuto cada año (aprox. 26 sc/año), lo que significa que se requiere el ajuste de un día cada 3300 años. Esta diferencia procede de hecho de que la traslación de la Tierra alrededor del Sol no coincide con una cantidad exacta de días de rotación de la Tierra alrededor de su eje. Cuando el centro de la Tierra ha recorrido una vuelta completa en torno al Sol y ha regresado a la misma «posición relativa» en que se encontraba el año anterior, se han completado 365 días y un poco menos de un cuarto de día (0,242189074 para ser más exactos). Para hacer coincidir el año con un número entero de días se requieren ajustes periódicos cada cierta cantidad de años. De la regla general del bisiesto cada cuatro años, se exceptuaban los años múltiplos de 100, excepción que a su vez tenía otra excepción, la de los años múltiplos de 400, que sí eran bisiestos. La nueva norma de los años bisiestos se formuló del siguiente modo: la duración básica del año es de 365 días; pero serán bisiestos (es decir tendrán 366 días) aquellos años cuyas dos últimas cifras son divisibles por 4, exceptuando los años que expresan el número exacto del siglo (100, 200…, 800…, 1800, 1900, 2000…), de los que se exceptúan a su vez aquellos cuyo número de siglo sea divisible por 4. El calendario gregoriano ajusta a 365,2425 días la duración del año, lo que deja una diferencia de 0,000300926 días o 26 segundos al año de error.

Intentar crear una regla para corregir este error de un día cada 3300 años es complejo. En tan largo tiempo la Tierra se desacelera en su velocidad de rotación (y también se desacelera el movimiento de traslación). La Luna ejerce un efecto de retraso sobre esta velocidad de giro por la excentricidad creada por las mareas. La disminución de la velocidad de giro creada por esa excentricidad es similar a la que se produce cuando hacemos girar un Frisbee poniéndole un poco de arenamojada en un lado del borde inferior: cuando el platillo se hace girar, su velocidad de giro es mucho menor a la que tiene cuando no existe tal excentricidad. Este efecto todavía se encuentra en análisis y medición por parte del mundo científico y adicionalmente existen otros efectos que complican definir reglas con tal precisión. Este error es solo de una parte por millón. Lo más práctico será que cuando la diferencia sea significativa, se declare que el próximo año bisiesto no se celebre. De todas maneras, quedan casi dos mil años de análisis y discusión antes de necesitar este ajuste. Véase añopara una descripción un poco más profunda.

Otro problema distinto es la disminución de la velocidad de rotación terrestre (y también de la traslación terrestre), la cual se puede medir con gran exactitud con un reloj atómico. Es un problema distinto porque no tiene que ver nada con el cálculo del calendario y, por lo tanto, con los ajustes que se le tengan que hacer al calendario. Más bien es al contrario: es el reloj atómico el que tiene que ajustarse a los movimientos de la Tierra. El reloj atómico mide un tiempo uniforme que, por lo tanto, no existe en la naturaleza, donde todos los movimientos del mundo físico son uniformemente variados.

El día, la semana y el mes  

División del Calendario
NombreDías
1Enero31
2Febrero28 ó 29
3Marzo31
4Abril30
5Mayo31
6Junio30
7Julio31
8Agosto31
9Septiembre30
10Octubre31
11Noviembre30
12Diciembre31
  • Día: es la unidad fundamental de tiempo del calendario gregoriano. Un día equivale aproximadamente a 86.400 segundos del Tiempo Atómico Internacional o TAI: recordemos que es el TAI el que se tiene que ajustar al verdadero movimiento de rotación terrestre, que se retrasa con respecto a la duración del mismo.
  • Semana: periodo de 7 días.

En la mayoría de los países cristianos, la semana empieza el lunes, pues el día de descanso del Señor (Dominus) es el domingo, el séptimo. En los países anglosajones, probablemente por influjo de la religión judía, cuyo descanso es el sábado, se considera que el primer día de la semana es el domingo, costumbre que se ha extendido a algunos otros países.

El impulsor de la reforma del calendario es Ugo Buocompagni, jurista eclesiástico, elegido papa el 14 de mayo de 1572 bajo el nombre de Gregorio XIII. Se constituye la Comisión del Calendario, en la que destacan Cristóbal Clavio5 y Luis Lilio. Clavio, astrónomo jesuita, el “Euclides de su tiempo“, era un reputado matemático y astrónomo. El mismo Galileo Galilei lo requirió como aval científico de sus observaciones telescópicas. Un cráter de la Luna lleva su nombre. En cuanto a Lilio, médico y astrónomo, sabemos que fue el principal autor de la reforma del calendario. Muere en 1576 sin ver culminado el proceso. Finalmente, un personaje más en esta historia: Alfonso X de CastillaEl Sabio: el valor dado al año trópico en las Tablas alfonsíes de 365 días 5 horas 49 minutos y 16 segundos es el tomado como correcto por la Comisión del Calendario. Pedro Chacón, matemático español, redacta el Compendium con el dictamen de Lilio, apoyado por Clavio, y se llega al 14 de septiembre de 1580 cuando se aprueba la reforma, para llevarla a la práctica en octubre de 1582.

Al jueves -juliano- 4 de octubre de 1582 le sucede el viernes -gregoriano- 15 de octubre de 1582. Diez días desaparecendebido a que ya se habían contado de más en el calendario juliano.

El calendario se adoptó inmediatamente en los países donde la Iglesia Católica Romana tenía influencia. Sin embargo, en países que no seguían la doctrina católica, tales como los protestantesanglicanosortodoxos, y otros, este calendario no se implantó hasta varios años (o siglos) después. A pesar de que en sus países el calendario gregoriano es el oficial, las iglesias ortodoxas (excepto la de Finlandia) siguen utilizando el calendario juliano (o modificaciones de él diferentes al calendario gregoriano).

Línea temporal  

Año 1582

Año 1583

  • Países Bajos (HolandaFlandes, Hennegan y algunas provincias del sur): el sábado 1 de enero de 1583 vino después del viernes 21 de diciembre de 1582 (por lo que la gente se quedó sin las fiestas de Navidad y Año nuevo).
  • Alemania (zonas católicas): originalmente el lunes 21 de febrero de 1583 debía suceder al domingo 10 de febrero, pero el pueblo no hizo ningún caso. Luego se decidió que el domingo 16 de octubre de 1583 seguiría al sábado 5 de octubre.
  • Las posesiones españolas en América y Asia (Virreinato de la Nueva España en América de Norte y Central; la América del Sur española (Virreinato del Perú); y la Capitanía General de Filipinas): el sábado 15 de octubre de 1583 vino después del viernes 4 de octubre. Debido a la distancia con la metrópoli y la dificultad de llegar la orden de cambio a todos los lugares, Felipe II, en Pragmática del 14 de mayo de 1583, establece este año para el cambio de calendario.
  • Austria (TirolSalzburgo y Brescia): el domingo 16 de octubre de 1583 siguió al sábado 5 de octubre.
  • Austria (Carintia-Kärnten y Estiria-Steiermark): el domingo 25 de diciembre de 1583 seguiría al sábado 14 de diciembre.
  • Países Bajos (Groninga): el lunes 21 de febrero de 1583 vino después del 10 de febrero. Retrocedieron al juliano en julio-agosto de 1594. Finalmente el miércoles 12 de enero de 1701 vino después del martes 31 de diciembre de 1700.

Año 1584

  • Bohemia (Bohemia, Moravia y Lusacia): el martes 17 de enero de 1584 vino después del lunes 6 de enero.
  • Suiza (cantones mas católicos): el domingo 22 de enero vino después del 11 de enero.
  • Silesia (Slask): el lunes 23 de enero vino después del domingo 12 de enero.

Año 1587

Año 1590

  • Transilvania (Siebenbürgen-Ardeal-Erdély): el martes 25 de diciembre de 1590 vino después del lunes 14 de diciembre.

Año 1605

  • Canadá (Nueva Escocia): desde 1605 al 13 de octubre de 1710, usaron el calendario gregoriano. Después usaron el juliano desde el 2 de octubre de 1710 hasta el miércoles 2 de septiembre de 1752, que fue seguido por el jueves 14 de septiembre. Desde entonces usaron el gregoriano.
El resto de Canadá utilizó siempre el calendario gregoriano.

Año 1610

  • Alemania (Prusia): el jueves 2 de septiembre de 1610 vino después del miércoles 22 de agosto.

Año 1682

Año 1700

  • Alemania protestante, Dinamarca y Noruega: el lunes 1 de marzo de 1700 vino después del 18 de febrero.
  • Países Bajos (Güeldres-Gelderland, zona protestante de Holanda): el lunes 12 de julio de 1700 vino después del 30 de junio.
  • Países Bajos (Utrecht y Overijssel): el domingo 12 de diciembre de 1700 vino después del sábado 30 de noviembre.

Año 1701

  • Países Bajos (Frisia y otra vez Groninga) y Suiza (Zurich, Berna, Basilea, Schaffhausen, Gent, Mühlhausen y Biel): el miércoles 12 de enero de 1701 vino después del martes 31 de diciembre de 1700.
  • Países Bajos (Drenthe): el jueves 12 de mayo de 1701 vino después del miércoles 30 de abril.

Año 1752

  • Inglaterra y sus colonias (Terranova y la costa de la bahía de Hudson, en Canadá; litoral atlántico de Estados Unidos (EE.UU.), Washington y Óregon; Escocia, Irlanda, India): el jueves 14 de septiembre de 1752 vino después del miércoles 2 de septiembre.
Ésta es la causa de que aunque se dice que los escritores Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespearemurieron ambos el 23 de abril de 1616, en realidad este último murió 10 días después (el 3 de mayo del calendario europeo actual).
En Inglaterra, a los días en el calendario juliano que ocurrieron antes de la introducción del calendario católico en 1752se les llama OS (Old Style o ‘estilo antiguo’). Las iniciales NS (New Style o ‘Stylo novo’) indican el calendario gregoriano.

Año 1753

  • Suecia y Finlandia (que cuando fue conquistada por Rusia tuvo que adoptar en cierto grado el calendario juliano): en el año 1700 se decidió cancelar los días bisiestos durante cuarenta años, lo que lograría acumular los 10 días que faltaban. Ese año se cumplió, pero no en los bisiestos 1704 y 1708 (no se sabe por qué). Por lo tanto en esa década sus fechas no coincidían con ningún otro país (ya sea que tuviera calendario gregoriano o juliano). Más tarde, en 1712 decidieron que volverían al calendario juliano agregando un día (un “30 de febrero”) al año bisiesto 1712. Cuarenta años después decidieron hacer el cambio drástico normal: el jueves 1 de marzo de 1753 vino después del miércoles 17 de febrero.

Año 1867

Año 1873

  • Japón: antes se usaba un calendario propio lunar.

Año 1875

Año 1912 ó 1929

  • China: antes tenía un calendario propio lunar. Los autores no se ponen de acuerdo si el cambio se produjo en 1912 o en1929. Hasta hace pocos años en Hong Kong el pueblo utilizaba el calendario lunar (que es muy difícil de traducir al calendario gregoriano, el cual es estrictamente solar).
  • Albania: diciembre de 1912.

Año 1914

Año 1916

Año 1918

Año 1919

Año 1923

  • Grecia: el jueves 1 de marzo de 1923 vino después del 15 de febrero.

Duración del año gregoriano  

El calendario gregoriano distingue entre :

Es año bisiesto el que sea múltiplo de 4, con excepción de los años seculares. Respecto a éstos, es bisiesto el año secular múltiplo de 400.

De esta manera, el calendario gregoriano se compone de ciclos de 400 años:

  • En 400 años hay (400/4)-4 seculares = 96 años bisiestos
  • De los 4 años seculares, sólo uno es bisiesto (múltiplo de 400)
  • En el ciclo de los 400 años tenemos 96 + 1 = 97 años bisiestos, y 400 - 97 = 303 años comunes

Haciendo el cómputo en días:

  • 97 x 366 días = 35.502 días
  • 303 x 365 = 110.595 días

Esto hace un total de 146.097 días en los 400 años, de modo que la duración media del año gregoriano es de 365,2425 días.

En los 400 años del ciclo del calendario gregoriano, estos 146.097 días, que son 20.871 * 7 días, hay un número entero de semanas 20.871, de tal modo que en cada ciclo de 400 años no solo se repite exactamente el ciclo de años comunes y bisiestos, sino que el ciclo semanal también es exacto, esta congruencia da lugar a que tomando un grupo de 400 años seguidos, el siguiente ciclo de 400 años es exactamente igual.

La primera semana del año, la número 01, es la que contiene el primer jueves de enero. Las semanas de un año van de la01 a la 52, salvo que el año termine en jueves, o bien en jueves o viernes si es bisiesto, en cuyo caso se añade una semana más: la 53.

  • Mes: periodo de 30 ó 31 días, salvo para Febrero que tiene 28 días en un año común, y 29 días en un año bisiesto.

Existe una copla que se utiliza como regla nemotécnica para recordar el número de días de cada mes: “Treinta días trae noviembre, con abril, junio y septiembre. Veintiocho sólo trae uno y los demás treinta y uno”. Una variante latinoamericana de la copla: “Treinta días tiene septiembre, abril, junio y noviembre. Treinta y uno los demás, excepto febrero mocho que solo trae ventiocho”.

Otra regla nemotécnica: se cierran los dos puños y se juntan con los nudillos hacia ariiba. Los nudillos sobresalientes representarán a los meses de 31 días, y los huecos entre nudillos los meses de menos de 31 días. El primer nudillo (el del dedo meñique) representa a enero (y por ser sobresaliente equivale a 31 días). El hueco próximo (entre los nudillos del meñique y del dedo anular) representa a febrero (y por ser hueco tiene menos de 31 días, en este caso 29 o 28 días). El segundo nudillo (del dedo anular) representa a marzo (y por ser sobresaliente equivale a 31 días) y así sucesivamente hasta llegar a julio, representado por el nudillo del dedo índice (que por ser sobresaliente equivale a 31 días). Luego se pasa a la otra mano y se cuenta desde el nudillo del dedo índice, que al igual que el anterior representará a agosto (y por ser sobresaliente equivaldrá a 31 días). Se continúa la cuenta hasta llegar a diciembre, representado por el nudillo del dedo anular (que por ser sobresaliente dice que diciembre tiene 31 días).

Origen de la Era Cristiana  

Los romanos contaban los años desde la fundación de Roma, es decir, ab urbe condita, abreviadamente a.u.c.

En la era cristiana, con el papa Bonifacio IV en 607, el origen de escala pasó a ser el nacimiento de Cristo. Un monje rumano, Dionisio el Exiguo, matemático, basándose en la Biblia y otras fuentes históricas, entre los años 526 y 530, había fechado el nacimiento de Cristo el día 25 de diciembre del año 754 a.u.c. Dicho año pasó a ser el año 1 A. D., Anno Domini, año 1 del Señor, pero los años anteriores a éste seguían siendo años a.u.c. Finalmente en el siglo XVII se nombran los años anteriores al 1 A. D. como años antes de Cristoa. C., y los posteriores son años después de Cristod. C..

De esta manera, es evidente que no puede existir el año 0 ya que un año comienza en un momento dado (las 12 de la noche del fin del año anterior) y termina a las 12 de la noche del fin de año del año 1. Pero este año no puede contarse como 1 sino al final, es decir, que sólo puede contarse como 1 en el momento en que se cumple. Sucede lo mismo con la edad de una persona. Por otro lado, cuando empieza la cuenta de la era cristiana, no existía el concepto matemático de cero.

¿Cuántos años cumple un niño al nacer? Ninguno. Así pues, no debemos confundir los años, que son segmentos de tiempo de 12 meses de duración, con los aniversarios o cumpleaños, que son puntos en una línea de tiempo y que por lo tanto, no tienen dimensión. Estos puntos en un gráfico o línea de tiempo se identifican con el número del año anterior, no posterior.

El primer año de la vida de una persona se identifica con el punto 1 ubicado un año después de su nacimiento. También el primer año de nuestra Era se ubica entre el fin de año del año -1 (menos 1) y el primer aniversario de la misma, doce meses después (al terminar el 31 de diciembre, que es el comienzo del día 1 de enero del año 1). Es por ello que el año 1901 fue el primero del siglo XX y el año 2001 fue el primero del siglo XXI y, por ende, del tercer milenio.

La importancia del calendario gregoriano  

El problema del origen de nuestra era quedó resuelto con la creación del calendario gregoriano: si en él se afirma que la Era Cristiana comenzó 1582 años antes de su creación y todos los países respetan esta idea, toda discusión debería acabar; y los temas de cuándo nació Cristo o lo que estableció Dionisio el Exiguo dejan de tener importancia (al menos, desde el punto de vista de la medición del tiempo). La cuestión final era la adopción de dicho calendario y, como hemos visto, todos los países del mundo lo han venido adoptando a través del tiempo.

Aquí es donde podemos resaltar el valor de este instrumento de medición: si todo el mundo está de acuerdo, todas las discusiones sobre el tema sobran. Podemos viajar a cualquier país y, al comprar un calendario o almanaque, siempre será el calendario gregoriano del año en curso. Podrá variar la ubicación del comienzo y fin de semana (domingo o lunes) o el idioma, pero siempre se tratará del mismo calendario.

Y un instrumento que sólo necesita una corrección de 1 día cada 3300 años, aproximadamente, es un extraordinario avance que constituye un magnífico patrimonio de la cultura occidental.

Norma ISO  

Norma ISO 8601 para la escritura de fechas y horas.

  • Fecha: es el año, mes y día, escritos en ese orden, separados por un guión o no. El año constará de 4 cifras, y el mes y día de dos cifras cada uno -pudiendo ser la primera un cero-. Por ejemplo, el 2 de noviembre de 2007 se escribirá como 20071102 o bien 2007-11-02.
  • Fecha de la semana: alternativa a la anterior, añade el número correspondiente a la semana precedido de la letra W -inicial de week, semana, en inglés-. Así, 2005-W07-5 indica el quinto día de la séptima semana del año 2005.
  • Hora: dos cifras para las horas, minutos y segundos, en ese orden, siendo la medianoche las 00:00:00. La escala horaria va de 0 a 24 horas. Así, las cinco y cuarto de la tarde serán las 17:15:00.
  • Fecha y hora: se indican la fecha y la hora tal como se explicó anteriormente, separándolas por una T -inicial de time, tiempo u hora, en inglés-. Por ejemplo: las dos y media de la madrugada del 30 de diciembre de 2005 se indica:2005-12-30T02:30:00.

Además, la Real Academia Española recomienda las escritura de fecha en los siguientes términos: se escribirá 30 de diciembre de 2005, o bien 30 de diciembre del año 2005, aunque esta recomendación no implica que se considere incorrecto utilizar el artículo en estos casos: 30 de diciembre del 2005.6 Evidentemente, en este último caso, el término año se encuentra sobreentendido.

Curiosidades  

  • Santa Teresa de Jesús murió el 4 de octubre de 1582 y fue enterrada, al día siguiente: el ¡15 de octubre! Durante la noche que fue velada, en Alba de Tormes, se produjo el salto de diez días de la reforma del calendario.
  • En la obra Un yanqui de Connecticut en la corte del rey Arturo, de Mark Twain, se hace referencia a un eclipse de sol que ocurrió el 21 de junio del año 528 de nuestra Era, tres minutos de las doce del día.7 Sin embargo, al no hacer referencia al cambio del calendario, que fue aprobado después de dicha fecha tanto por Gran Bretaña como por los Estados Unidos, deja sin efecto la posibilidad que se indica en la novela de predecirla, tema crucial en la novela, además de que la hora solar romana (que se tomó en cuenta para la creación del calendario gregoriano), tampoco coincidía con la hora solar de la isla de la Gran Bretaña, por lo que la exactitud de la hora (tres minutos después de las 12 del día) tampoco tenía nada que ver con lo que en realidad ocurrió.

Notas  

  1.  El calendario juliano era básicamente el calendario egipcio, el primer calendario solar conocido que establece el año de 365,25 días
  2.  http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/3507/pdfs/82_84.pdf
  3.  El Concilio de Nicea fue el primer gran concilio de la Cristiandad, convocado por el emperador Constantino
  4.  Desde el año 45 a. C. hasta el 325 habían transcurrido 370 años, habiéndose producido un adelanto de casi tres días en la datación. En la fecha de celebración del primer concilio de Nicea los equinoccios sucedieron los días 21 de marzo y 21 de septiembre, mientras que lossolsticios se produjeron los días 21 de diciembre y 21 de junio. No obstante, mientras rigió el calendario juliano, estos acontecimientos habían tenido lugar los días 24 de los respectivos meses. Como con el solsticio de verano y de invierno se corresponden la noche más corta y la más larga, las celebraciones paganas de estas efemérides nocturnas se han perpetuado, aunque cristianizadas bajo las advocaciones de San Juan Bautista (Noche de San Juan) y de la Navidad (Noche Buena), pero ya no coinciden con los respectivos solsticios.
  5.  En homenaje a Clavius, uno de los cráteres de la Luna lleva su nombre.
  6.  De 2007 o Del 2007 Real Academia Española.
  7.  Mark Twain. Un yanqui de Connecticut en la Corte del Rey Arturo. Obras completas de Mark Twain, Tomo II, p. 231. Madrid: Aguilar S. A. de Ediciones, 1953.

Véase también  

Enlaces externos  

 

Fuente: Calendario gregoriano,  Wikipedia

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