Matthew Henry
Comentarista y expositor bíblico presbiteriano. Hijo de un ministro evangelico de una iglesia de Inglaterra, nacido en Broad Oak, en el condado galés de Flintshire poco después de que echaran a su padre del Ministerio como consecuencia del decreto de Uniformidad promulgado por el rey Jorge II. Matthew Henry fue llevado por su padre a un pequeño condado galés en Iscoid, Flintshire, en octubre de 1662.
Su padre, Philip Henry, ministro nombrado de la Iglesia de Inglaterra fue considerado un disidente. Su madre provenía de una familia con historia propia en el Parlamento.
Tenía una herencia modesta, por lo tanto Philip Henry debió vivir del trabajo de la granja y prescindir del sostén como ministro.
Matthew, según su padre, nació tan fragil que fue sido bautizado a un día de vida solamente por el miedo a que no sobreviviera una semana.
Matthew era un muchacho físicamente débil, pero mentalmente y espiritualmente extremadamente fuerte. Así lo demostró destacándose como estudiante experto y diligente. ¡Alguien dijo que podía repetir en voz alta lo que había leído de la Biblia cuando tenía solamente tres años!
Su conversión sucede en 1672.
Philip Henry, se ocupó de la preparación ministerial de Matthew. Hasta la edad de 18 años, su educación era supervisada por su padre.
Como le ocurrió a otros, su condición de disidente le impidió enrolarse en Oxford o Cambridge, las universidades más prestigiosas del momento. Así es que, en 1680, se inscribió en la universidad de “disidentes” de Islington.
Esta Universidad al poco tiempo ganó enorme prestigio y fue considerada la mayor academia presbiteriana.
Los catalogados como “disidentes” tenían absolutamente vedada la expresión pública. Pero esto no estaba de acuerdo al ánimo de Matthew.
Decide por lo tanto a volver a Londres. Allí conoció extensamente la prédica del Dr. Stillingfleet y del Dr. Tillotson. Se integró a un pequeño grupo de oración y estudios bíblicos, lo que Wesley consolidaría más adelante como el Club Santo de Oxford.
Volvió a su pueblo para ajustar su visión ministerial. Después de examinarse exhaustivamente a sí mismo, se decidió por contestar a su “llamado”.
Algunos ministros de Londres lo consagraron en privado el 9 de mayo de 1687. No fue hasta 1702 que pudo obtener una licencia oficial.
Sufrió la tragedia familiar con la muerte de su primera esposa y de tres de sus nueve hijos.
Matthew acostumbraba a orar a la mañana y a la tarde. Por la mañana estudiaba el Antiguo Testamento y por la tarde el Nuevo.
Sus sermones eran dirigidos a las personas, nunca con ánimo plítico, aunque nunca dejaba de mencionar a los perseguidos y discriminados por causa de la Fe.
En 1704, luego de recuperarse de una grave enfermedad, comienza su Notas al nuevo testamento, la base de sus célebres comentarios.
Seis años más tarde, en 1710, comenzó a trabajar sobre su mayor obra: Los comentarios de la Biblia completa, un monumental trabajo de cinco volúmenes.
El arduo trabajo alimentaba su espíritu pero consumía su cuerpo.
En 1714, mientras visitaba a un amigo en Chester, murió.Tenía solamente 52 años.
A primera vista, al contemplar su voluminosa obra, nadie se puede imaginar que su autor hubiera muerto con tan sólo cincuenta y dos años. Si bien buscó escribir una obra que estuviese al alcance de todos, y si bien el comentario está repleto de bosquejos para sermones, es notorio que Matthew Henry era maestro de los idiomas originales de las Escrituras, mucho más que la mayoría de sus críticos modernos, y que, en cuanto a su teología, no pocos cristianos evangélicos la calificarían como insuperable. Su teología es un fiel testimonio de la verdad evangélica, enfatizando la depravación total del hombre y la gracia soberana y salvadora de Dios. Su obra además, no sólo demuestra una profunda capacidad de profundidad espiritual, sino la erudición que proporciona un gran conocimiento del griego y del hebreo.
Charles Spurgeon, entre tantos, reconoció la decisiva influencia que ejerció sobre su vida y Ministerio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario