José Grau
José Grau es un conocido teólogo, pensador y escritor; nació el 1 de enero de 1931.
Su encuentro con Cristo en la década de los cincuenta se produce en plena efervescencia y fervor del nacional-catolicismo. “Incluso en los años de mi ateísmo, y aún por reacción, Dios era un tema profundamente serio para mí —dice— Lo que despertó mi inquietud espiritual no fue tanto el más allá como el más acá. No la muerte sino la vida y su significado. No era la huida de la vida sino el encuentro con la misma, lo que me llevó a interesarme por el Evangelio”.
Su familia, con la sola excepción de su abuela, no era religiosa. Un tío suyo le suministraba toda clase de lecturas clandestinas ateas como Voltaire y Volnay, y revistas anarquistas de la época de la República. El ateísmo pasa al agnosticismo, llegando a una etapa de incertidumbre alimentada especialmente por los Pensamientos de Pascal. Es entonces cuando tiene sus primeros contactos con la Iglesia Católica Romana, por medio de un párroco de barrio, sintiéndose defraudado por su sacramentalismo, ritualismo y profesionalismo impersonal.
Su lectura de las Confesiones de Agustín tiene un efecto contrario al que supuso el cura que le recomendó su lectura. El catolicismo de Agustín del siglo V no tenía nada que ver con el romano. Hay dos hitos importantes en su conversión: una porción del Evangelio de Juan leída en la sección religiosa del periódico El Correo Catalán y una Biblia de segunda mano que encuentra en el mercado de San Antonio de Barcelona, un domingo por la mañana. Es entonces cuando tiene sus primeros contactos con algunos protestantes, comenzando a asistir a algunos cultos evangélicos. Y tras una noche en vela, orando y buscando a Dios, comprende que Jesucristo es la revelación y salvación de Dios. Pero será otra noche después, que acepta a Jesús como su Salvador y Señor, sintiéndose inundado por su presencia, lleno de confianza y paz del Espíritu de Dios.
UNA INMENSA LABOR
Su inmensa labor literaria, gran parte de ella al frente de Ediciones Evangélicas Europeas (EEE), con la fiel ayuda de su esposa María Beltrán, no ha estado nunca exenta de dificultades. Desde los problemas de libertad religiosa que llevan a hacer que sus libros aparezcan editados por una editorial norteamericana de Grand Rapids (International Publications) o con un falso pie de imprenta en Suiza, cuando estaban hechos en Barcelona, hasta la superficialidad del lector que prefiere lo que René Padilla ha llamado alguna vez “basura evangélica con lindas cubiertas”.
EEE fue concebida en 1958, pero no fue alumbrada hasta el siguiente año, cuando fue invitado por José M. Martínez a formar parte del equipo de la Misión Evangélica Europea de Suiza, y se publican dos títulos. Pero el Viernes Santo de 1960 la policía confisca cerca de cuatro mil ejemplares de los mismos. Al año siguiente, en 1961, es procesado bajo la acusación de imprimir “literatura clandestina”, después de la confiscación de todos los libros y más de sesenta mil folletos, siendo destruido todo este material.
El 13 de diciembre de ese año el diario británico The Times publica la noticia las sentencias de un mes y un día de cárcel para Grau y otro tanto para el impresor, Salvador Salvadó. Fichado por la policía franquista, y por temor de ver destruido una obra tan costosa como Concilios (2 vols), la firma bajo el seudónimo de Javier Gonzaza.
Ha sido profesor del Instituto Bíblico y Seminario Teológico de España (IBSTE) de Castelldefels (Barcelona) y del Centro Evangélico de Estudios Bíblicos (CEEB). También ha dado muco de su tiempo a organismo como la Alianza Evangélica Española, cuya Comisión de Teología ha dirigido y representado en varios congresos internacionales, siendo hoy una de las mayores autoridades protestantes del mundo en el campo del catolicismo-romano.
Fue uno de los oradores del Congreso Europeo de Evangelización que tuvo lugar en Amsterdam (Holanda, 1971).
Como parte del Comité de la Unión Bíblica, ha escrito abundante material devocional sobre muchos libros de la Escritura, pero también un buen número de comentarios bíblicos de gran valor académico. Su pensamiento, crecientemente influenciado por la teología reformada, se caracteriza por su enorme inquietud intelectual, revelando un aspecto tremendamente polifacético.
Su postura de escatología amilenial, o no dispensacionalista, y su denuncia de la “escatología-ficción” le atrajo buen número de críticas, de las que ha salido reafirmado en su doctrina.
Su curiosidad por la actualidad le ha hecho estudiar con seriedad muchos temas sociales, políticos y culturales, desde una perspectiva cristiana, introduciendo el pensamiento de F. Schaeffer (v.) en todo el mundo de habla hispana. En su colección de Pensamiento Evangélico Contemporáneo han aparecido, por primera vez en castellano, fieles traducciones autores protestantes de la importancia de Stott, Morris, Berkouwer, Kevan, Hoekema o Stibbs.
BIBLIOGRAFÍA
El cristiano, ese desconocido; ¿Qué es la verdad?; Se les llamó cristianos; ¿Ha hablado Dios?; Aquí va la respuesta; Una respuesta evangélica; La otra violencia; ¿Jesucristo Superstar?; ¡Buenas noticias!; Goza de la vida; ¿Todas las religiones son iguales?; El fundamento apostólico; Catolicismo Romano (2 vols.); Introducción a la teología; El amor erótico; ¿Qué hacemos con...?; Escatología; Estudios sobre Apocalipsis; Las profecías de Daniel; ¿Por qué, Señor, por qué...?; Génesis-Exodo; El más inspirado cántico de Amor; Eclesiastés.
Fuente: Editorial CLIE
José Grau en América Latina
Escucharle de viva voz ha sido para mí conmovedor e impactante. La muy oportuna entrevista que le han hecho en eMisión, cuya liga colocó en su menú Protestante Digital, me impulsó a escribir este artículo. A don José no le conozco personalmente, pero su nombre y los beneficios de su ministerio me han acompañado desde las primeras semanas posteriores a mi conversión, en mis agitados años de la adolescencia.
Estoy seguro que casos parecidos al mío existen por todas partes del mundo hispanoamericano. A México llegaban los libros de Ediciones Evangélicas Europeas, los que descubrimos en una librería de la ciudad de México que ya no existe, “La Antorcha”. En el grupo estudiantil evangélico del que era parte, devorábamos los volúmenes editados en España por don José Grau. Esas obras nos ayudaron a conformar, sobre la marcha, tanto un entendimiento de nuestra nueva fe como nos dotaron de herramientas apologéticas para presentar el Evangelio en muy diversos foros de la siempre dinámica Universidad Nacional Autónoma de México. Conservo con profundo agradecimiento esos libros, cuyo turno para leerlos esperábamos ansiosos quienes conformábamos la célula evangélica universitaria. Tales obras fueron leídas con avidez, releídas cuidadosamente, y centro de prolongadas conversaciones de un grupo que vivía con intensidad su descubierta fe cristiana.
Un libro nodal para el protestantismo latinoamericano que estaba construyendo una teología bíblica y contextualizada, fue publicado por la editorial heroicamente impulsada por José Grau y su esposa, doña María Beltrán. Ese libro recogió las ponencias presentadas en la Consulta fundadora de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (12 al 18 de diciembre de1970, en Cochabamba, Bolivia), su título: El debate contemporáneo sobre la Biblia. Los resultados del coloquio fueron editados en 1972, la tarea la llevó a cabo el coordinador del evento, Pedro Savage, quien tuvo el apoyo de José Grau para hacer públicas las deliberaciones que tuvieron lugar en las instalaciones de un sencillo seminario teológico.
Me imagino que entonces (1972, año de publicación del Debate) fue una aventura, y/o amplitud de miras, invertir tiempo y recursos por parte de don José para dar a conocer los pasos iniciales de la FTL, movimiento que, con los años, renovaría la teología protestante/evangélica latinoamericana y tendría repercusiones en otros continentes. Fue Ediciones Evangélicas Europeas, no alguna editorial protestante de América Latina, la que se atrevió a lanzar un libro “subversivo”, leído con sospecha por el evangelicalismo más conservador y con escepticismo por el protestantismo ecuménico, entonces seducido por el pensamiento revolucionario. Unos consideraron la obra como muestra de un izquierdismo peligroso, otros la criticaron por cuestionar las premisas marxistas adoptadas por teólogos que le daban primacía al cambio social por vías insurrecciónales.
De las tareas editoriales y autorales de José Grau destaco un libro que debería reeditarse y difundirse ampliamente en el vasto mundo de habla castellana. Tengo en mente el volumen El fundamento apostólico (la primera edición es de 1966, y la segunda –la que poseo- de 1973), pequeño gran libro en el que don José nos dio a conocer a muchos las riquezas del pensamiento teológico de Bruce, Cullman, Ramm, Ridderbos y Stonehouse, entre otros. Un esfuerzo monumental de investigación y escritura, y adicionalmente editorial, de José Grau lo representa su trabajo en dos volúmenes Catolicismo romano, orígenes y desarrollo (Ediciones Evangélicas Europeas, 1987-1990, 2ª. Edición, 1418 pp.). Es de resaltar que la primera edición debió ver la luz de forma casi clandestina, y, para protección del autor, con el seudónimo de Javier Gonzaga. La razón: la unión del franquismo con la Iglesia católica hacía en extremo difícil el trabajo de los protestantes en España. La osadía de publicar libros sin el imprimatur de las autoridades católicas le valieron a don José y su esposa decomisos de lo publicado, vigilancias policíacas y sufrir encarcelamientos.
Hoy, con todas las facilidades que provee la tecnología, es perfectamente posible recoger el fondo editorial de Ediciones Evangélicas Europeas y compilarlo en uno o dos discos compactos. Se podrían hacer ediciones facsimilares, que conservaran para las nuevas generaciones una herencia riquísima, acumulada en condiciones de persecución. Alguien, en España, de las varias instituciones evangélicas a las que contribuyó a formar don José, podría impulsar este proyecto. Porque su obra editorial es ejemplar, un estímulo para quienes nos quejamos de falta de mejores condiciones para forjar libros y distribuirlos en Hispanoamérica. Escuchar, en la entrevista hecha a don José en eMisión, que solamente dos, él y su esposa, eran todo el personal de Ediciones Evangélicas Europeas, es un acicate y testimonio que nos inyecta esperanza para continuar en el arduo trabajo de escribir y organizarnos para editar libros que no muchos leen, pero que a largo plazo pueden germinar en vidas y lugares insospechados.
Otro proyecto para reconocer el ministerio de José Grau y María Beltrán va por el lado de producir un libro. Sus capítulos estarían redactados por quienes examinasen las distintas facetas de la pareja. Porque además de Ediciones Evangélicas Europeas, don José ha sido docente en varias instituciones teológicas, mayormente españolas. De los muchos que le han escuchado predicar, habrá seguramente quien pudiese plasmar por escrito esa dimensión de un personaje que centra sus creencias y conducta en la autoridad de la Palabra. Lo mismo es válido para su vocación pastoral, que, imagino a la distancia, ha sido amorosa y fructífera en la vida de quienes ha servido en las comunidades de fe con las que ha estado comprometido. En fin, su multidimensional servicio a la Iglesia evangélica hispanohablante pudiese recogerse en ese hipotético volumen de homenaje a don José.
Solicito a quien, o quienes, decidan emprender esta tarea que este breve artículo sea considerado como la contribución de alguien que aunque no conoce personalmente a don José Grau, sí le tiene muy cerca de su agradecido corazón.
Carlos Martínez García es sociólogo, escritor, e investigador del Centro de Estudios del Protestantismo Mexicano.
fuentes bibliograficas
2 comentarios:
Hola hermano en la fe en el Salvador Jesucristo!
Deseo conseguir libros del Autor Jose Grau, pero no se en donde conseguirlos, que editorial aqui en México los distribuye.
Soy de Villahermosa Tabasco,
Espero su respuesta, gracias.
Atte.
Gerardo A. Cruz
gerardoacr@hotmail.com
Saludos!
Hooa,DIos te bendiga a ti tambien
Los distribuye ed. Clie
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