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lunes, 1 de marzo de 2010

Marción

Marción de Sinope (*c. 85 en Sínope (Ponto); † c. 160 en Roma [ciertos autores dan 95-161]) fue un heresiarca cristiano del siglo II, fundador de la secta marcionista. Su doctrina se resume en la existencia de dos espíritus supremos, uno bueno y otro malo, y considera al Dios del Antiguo Testamento un inferior de éstos, simple modelador de una materia preexistente.


Marción desplegando su canon
Rechazaba por tanto el Antiguo Testamento, y del Nuevo sólo aceptaba el Evangelio según san Lucas y las epístolas de San Pablo. Fue excomulgado por su padre que era obispo de Sínope, luego readmitido a la iglesia de Roma en 139 y declarado hereje y excomulgado en 144.

Vida

Era un griego convertido al cristianismo. Muy rico, ya que era naviero, viajó a Roma entre los años 120 y 130, con la idea de intervenir en la propagación de la fe.
Marción fue un gran adepto de Pablo, y como griego, no entendía que el cristianismo mantuviera una conexión judía. Consideraba que la Versión de los Setenta no era auténtica y carecía de autoridad. Influido por las enseñanzas de los gnósticos, concibió una nueva forma de entender el cristianismo.
Rechazó de plano el Antiguo Testamento, pues creía que este hablaba de un Dios sangriento y vengativo y propuso que el Dios Creador no era el mismo que el Dios padre de Cristo (que es una forma de dualismo). Rechazó el uso del miedo a Dios para imponer la obediencia. Se apoyaba sólo en el amor como sostén de la ética.
Escribió un primer canon, en el que sólo incluía los escritos de Pablo, dejando sólo algunas epístolas como auténticas (quitó la a los Hebreos y las llamadas pastorales), y el Evangelio según san Lucas (sin los dos primeros capítulos). Después de este canon, el cristianismo ortodoxo se dio cuenta de que era necesario organizar la maraña de escritos que se habían producido desde el origen del cristianismo y publicó su propio canon, que llegó a ser lo que hoy conocemos como Nuevo Testamento.
Según un texto antiguo, Marción decía que el Demiurgo robó elementos lumínicos del mundo verdadero, y con ellos creó el universo físico que conocemos. Debido a la creencia generalizada en la proximidad de la parusía, no creía en el matrimonio y entendía que la procreación era una invención del Dios perverso del Antiguo Testamento.
No queda ninguno de su escritos y todo lo que sabemos de él son los escritos de Tertuliano condenándolo. Sin embargo, se tienen noticias de al menos dos textos, uno conocido como Antítesis, y el otro su versión de la Biblia.
Está considerado el mayor peligro que sufrió el cristianismo primitivo, porque estaba muy organizado y disponía de mucho dinero para predicar sus teorías. Marción fue condenado como hereje y expulsado de Roma. Su partida fue un duro golpe para las arcas del cristianismo romano.
Sin embargo, Tertuliano menciona que al final de su vida se convirtió y prometió hacer volver a la ortodoxia a sus seguidores, tarea que le fue impedida por la muerte.1 Después de su muerte se extendieron grandemente sus ideas tanto hacia el este como hacia el oeste. En Oriente la herejía duró hasta el siglo X.
Notas

↑ Cf. De praescr. 30.
Bibliografía

Berthold Altaner, Patrologia, Marietti, Casale Monferrato 1992, ISBN 88-211-6700-3

lunes, 25 de mayo de 2009

TERTULIANO DE CARTAGO

TERTULIANO DE CARTAGO
Tertuliano.

Quinto Séptimo Florente Tertullianus, castellanizado como Tertuliano (155-230) fue un líder de la Iglesia y un prolífico autor durante el segundo siglo del Cristianismo. Nació, vivió y murió en Cartago, en el actualTúnez.

Su vida

De su vida muy poco se sabe, y está basado de referencias de sus escritos y de Eusebio de Cesarea,Historia Eclesiástica II,ii.4, y de San Jerónimo, De viris illustribus cap. 53.

Su padre fue centurión en el ejército Romano en África. El África romana se destacó por albergar grandes oradores, y esta influencia puede verse en su estilo, sus arcaísmos, su gran imaginación, y su temperamento pasional. Fue un académico que recibió una excelente educación. Escribió por lo menos tres libros en griego, de los cuales él mismo cita; pero ninguno se ha conservado. Su especialidad fueron las leyes, y sus métodos de argumentación lo demuestran. Eusebio nos cuenta que él fue un destacado abogado en Roma.

Su conversión al cristianismo aconteció alrededor del 197-198, (según Adolf von Harnack, Bonwetsch, y otros), pero sus antecedentes son desconocidos, a menos por conjeturas de sus obras. Tal evento debe haber sido decisivo en su vida, transformando su personalidad; él mismo dijo que el no podría imaginar una verdadera vida cristiana sin tal cambio radical, un radical acto de conversión: "los cristianos se hacen, no nacen". (Apologeticum, XVIII).

En la Iglesia de Cartago, fue ordenado presbítero, aunque se casó, y este hecho está bien confirmado por sus dos libros dedicados a su esposa. A la mitad de su vida, hacia el año 207, se separa de la Iglesia Católica, siendo llevado a la secta de Montano. Pero los montanistas no fueron los suficientemente rigurosos para Tertuliano, quién rompió con ellos para fundar su propia secta. La crónica de San Agustín (De Haeresibus, LXXXVI) que dice que antes de morir, Tertuliano retornó al seno de la Iglesia Católica, es improbable.

Su secta, los Tertulianistas, todavía se mantenía en tiempos de Agustín, en una basílica en Cartago, pero en el mismo periodo se trasladaron a oriente. Tertuliano continuó su lucha contra la herejía, especialmente con el Gnosticismo; y por las obras doctrinales producidas llegó a ser maestro de Cipriano de Cartago, el predecesor de Agustín, y el fundador de la teología latina.

Cristología

Tertuliano considera al Logos de Dios (Sermo o Verbum), como Dios en sentido derivado , por ser de la misma substancia de Dios, Dios que viene de Dios como luz que proviene del sol.

Y decimos que por Dios ha sido pronunciado y de tal pronunciación es generado, y por eso es llamado Hijo de Dios y Dios por unidad de substancia; porque Dios es espíritu. Así como el rayo nace del sol, porción de aquella suma, quedándose el sol en el rayo, porque en el rayo está el sol, y no se separa la substancia, sino que se extiende ; así el espíritu nace de espíritu y Dios de Dios. Como la lumbre aunque encienda otras queda entera sin menoscabarse, y no pierde los grados la matriz, aunque de ella se originen otras iguales luces, que si se comunica no se mengua; así lo que nació de Dios es Dios enteramente é Hijo de Dios, y ambos uno, Espíritu de Espíritu y Dios de Dios, en quien solamente hace número el grado de la generación , el modillo de la persona, no la majestad de la esencia, que aunque nace no se aparta; como el ramo, aunque nace no se divide del tronco.
(Apologeticum XXI)

Véase la misma cita en latín :

(Hunc ex deo prolatum didicimus et prolatione generatum et idcirco filium dei et deum dictum ex unitate substantiae; nam et deus spiritus. Et cum radius ex sole porrigitur, portio ex summa; sed sol erit in radio, quia solis est radius nec separatur substantia sed extenditur, ita de spiritu spiritus et de deo deus ut lumen de lumine accensum. Manet integra et indefecta materia[e] matrix, etsi plures inde traduces qualitatis mutueris. Ita et quod de deo profectum est, deus et dei filius et unus ambo; ita et de spiritu spiritus et de deo deus módulo alter num, numerum gradu, non statu fecit, et a matrice non recessit, sed excessit. Iste igitur dei radius, ut retro semper praedicabatur, delapsus in virginem quandam et in utero eius caro figuratus nascitur homo deo mixtus).
(Apologeticum XXI)


No considera al Hijo coeterno con el Padre. El Hijo de Dios no siempre existió, solo a partir de ser engendrado por el Padre. Esto lo demuestra diciendo:

"Nosotros afirmamos, por lo tanto, que el nombre de Dios siempre existió con Él mismo, pero no eternamente el de Señor. Porque la condición de uno no es la misma que la del otro. Dios es la designación de la sustancia misma, esto es: de la Divinidad; pero el Señor, no lo es de la sustancia, sino del poder . Yo sostengo que la sustancia existió siempre con su propio nombre, el cual es Dios; el título Señor fue después añadido, como indicación de algo acrecentado. Desde el momento que las cosas empiezan a existir, sobre el cual el poder de un Señor fue el acto, Dios a través de la accesión de tal poder, llegó a ser Señor y recibió el nombre de ahí. Porque Dios es de la misma manera un Padre y también un Juez; pero no siempre fue Padre y Juez, simplemente por haber sido siempre Dios. Porque él no pudo haber sido Padre previo al Hijo ni un Juez antes del pecado. Hubo sin embargo, un tiempo cuando ni el pecado existió con Él, ni el Hijo; el primero lo constituye de Señor a Juez y el último un Padre. De esta manera no fue Señor previo a esas cosas de las cuales Él fue Señor. Pero Él llegó a ser Señor únicamente en un tiempo futuro: solo como Él llegó a ser Padre por causa del Hijo y Juez por el pecado, entonces también llegó a ser Señor a través de las cosas que él hizo. "
(Adversus Hermogenem III)

Tertuliano al igual que Hipólito de Roma, escribieron contra el Modalismo, doctrina que profesaban Noeto, Práxeas y Sabelio. Estos tres afirmaban que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, eran la misma persona.

Tertuliano escribe refutando a Praxeas:

La herejía de Práxeas piensa estar en posesión de la pura verdad cuando profesa, que para defender la unicidad de Dios, hay que decir que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son lo mismo.
(Adversus Praxeam II)

Uno de los textos de soporte de Praxeas era Juan 10:30. Tertuliano contradice su interpretación apelando a sus conocimientos de gramática:

"Yo y el Padre somos uno"(Juan 10:30). De aquí ellos toman su soporte, tan ciego, para ver en primer lugar que en este pasaje se habla de dos , "Yo y el Padre"; y de que hay un plural , "somos", inaplicable a una sola persona; y por último, dice "Unum sumus" y no "Unus sumus". [...] para prevenir (Jesús) el pensamiento de ellos, de merecer esto, como si Él hubiera clamado para que lo considerasen Dios mismo, es decir, el Padre, por haber dicho "Yo y el Padre somos uno", representándose a sí mismo como el Dios, Hijo de Dios, y no como Dios mismo (qua filium Dei deum ostendens, non qua ipsum Deum) Él dice, "si esta escrito en su ley, "Yo dije, ustedes son dioses", y la escritura no puede ser anulada, ustedes dicen de quien el Padre santificó y envió al mundo, que ¿blasfemas porque dije que soy Hijo de Dios?"
(Adversus Praxeam XXII)

Precursor del Trinitarismo latino

Es el primero en usar la palabra latina "trinitas". Él nos dice, con respecto al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo:

Los tres son uno, por el hecho de que los tres proceden de uno, por unidad de substancia
(Adversus Praxeam II)

Es, y sigue siendo un tema de debate, el uso de la palabra latina "substantia" que Tertuliano aplica a la unidad entre el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Algunos eruditos, como Harnack, afirman que esta palabra significa "propiedad", que viene del significado no filosófico de la palabra griega ουσια (ousía).Entonces, éste sería un término jurídico que denota jurisdicción. Otros le dan el significado de la ουσια primera, a la que Aristóteles llama "substancia primera", que es la "essentia", lo que ha de ser(το τι ην ειναι), que no se puede predicar de otro.(vea su obra: Metafísica). Sin embargo, un estudio detallado, revela que "substantia" en Tertuliano tiene más de un significado, dependiendo del contexto de aplicación, que no esta circunscrito siempre al Aristotélico.

Visión de la Filosofía

Tertuliano rechazaría a los filósofos paganos.Él lo manifiesta en estas palabras:

Todas las herejías en último término tienen su origen en la filosofía. De ella proceden los errones y no sé qué formas infinitas y la tríada humana de Valentín; es que había sido platónico. De ella viene el Dios de Marción, cuya superioridad está en que está inactivo; es que procedía delestoicismo. Hay quien dice que el alma es mortal. y ésta es doctrina de Epicuro.[...]Es el miserable Aristóteles el que les ha instruido en la dialéctica, que es el arte de construir y destruir, de convicciones mudables, de conjeturas firmes, de argumentos duros, artífice de disputas, enojosa hasta a sí misma, siempre dispuesta a reexaminarlo todo, porque jamás admite que algo esté suficientemente examinado.[...]Quédese para Atenas esta sabiduría humana manipuladora y adulteradora de la verdad, por donde anda la múltiple diversidad de sectas contradictorias entre sí con sus diversas herejías. Pero, ¿qué tiene que ver Atenas con Jerusalén? ¿Qué relación hay entre la Academia y la Iglesia? ¿Qué tienen que ver los herejes y los cristianos? Nuestra escuela es la del pórtico de Salomón, que enseñó que había que buscar al Señor con simplicidad de corazón. Allá ellos los que han salido con un cristianismo estoico, platónico o dialéctico. No tenemos necesidad de curiosear, una vez que vino Jesucristo, ni hemos de investigar después del Evangelio. Creemos, y no deseamos nada más allá de la fe: porque lo primero que creemos es que no hay nada que debamos creer más allá del objeto de la fe.
(De Praescriptione, 7, 1)

Sin embargo, esto no significa que Tertuliano no utilizó argumentos de la filosofía para su exégesis y refutación.

EL ORIGEN DE LA DOCTRINA DE LA "TRINIDAD"

Una de las principales figuras del siglo III para el cristianismo, Quinto Septimio Florencio Tertuliano, más conocido simplemente como Tertuliano, nació en el seno de una familia gentil (o pagana) en Cartago -África- hacia el 150-160 d.C. Su padre era centurión en la armada preconsular, y Tertuliano, tras una juventud disipada y licenciosa según su propio testimonio se convirtió al cristianismo en la ciudad de Roma, hacia el año 195 d.C. siendo después, según Jerónimo, presbítero de la iglesia de Cartago.


Sus primeras obras (de su etapa "católica", antes de hacerse Montanista) son escritos generalmente apologéticos contra los paganos y las diversas herejías y cismas de la época. En estas obras se nota su educación como abogado por la retórica que usa en sus argumentos, a veces mordaz y otras veces directamente tomada del derecho romano. Así, para tertuliano, el depósito de la fe descansa exclusivamente en la iglesia universal, que ha recibido sus enseñanzas de los apóstoles, por lo que los herejes y cismáticos ni siquiera tienen derecho "legal" de usar el nombre de cristianos y las Escrituras, ni la Iglesia se debe tomar la molestia siquiera de discutir con los mismos. Estos argumentos serían usados 1400 años después por la iglesia católico-romana contra el naciente protestantismo y su lema de "Sola Escritura". Notemos que lo que Tertuliano dice es que la iglesia podía demostrar una uniformidad de doctrinas por medio de los escritos apostólicos (aún no compilados en el Nuevo Testamento en la época de Tertuliano) y que precisamente la respuesta, en el siglo XVI, de los protestantes al catolicismo-romano, es que éste se había apartado de sus propias doctrinas originales, a las que el protestantismo (que a fin de cuentas en sus comienzos fue un intento de "reforma" dentro de la iglesia católico-romana) trataba de volver.

Hubiese sido tertuliano de Cartago un santo del siglo III para la Iglesia Católico-Romana, conocido como azote de los herejes y defensor de la ortodoxia, si no hubiese abrazado, el año 207 d.C. el Montanismo (a los que llamamos "Los pentecostales del siglo II"), del que ya hemos estudiado algo en el siglo II y del que tanto habló Ireneo de Lyon (tratándolo más como grupo "heterodoxo" que como herejía). ¿Qué es lo que vio tertuliano en este movimiento? Pensemos que el montanismo no fue un cisma ni una herejía en sus principios, más bien, del mismo modo que hoy pasa con el movimiento carismático o pentecostal, fue una involución de carácter rigorista y en muchos casos fanática y exagerada, que se dio en el seno de todas las comunidades de la iglesia y que pese a que terminó siendo condenada por la misma, terminó siendo un movimiento que supo ganarse el respeto por su ortodoxia doctrinal y su rigor cuando se despojó de sus rasgos más místicos y exagerados.

Así, conociendo el carácter de tertuliano, no es de extrañar que se viese atraído por el rigor de los Montanistas del siglo III y su excesivo celo por la santidad y el orden de vida cristiana. Por otro lado parece que los montanistas africanos eran mucho menos místicos y más serios que sus homólogos de frigia y Asia Menor.

Vemos una vez más, como hoy en día, la contraposición entre dos concepciones extremas de la iglesia: La concepción "legalista" y hasta diría "fundamentalista" de la vida cristiana, y la concepción de que la Iglesia es ante todo una comunidad basada en el "Amor" donde todos, con sus imperfecciones, tienen cabida.

Ya como montanista Tertuliano siguió escribiendo tratados contra las herejías, que han sido capitales para entender el posterior desarrollo de la teología cristiana. Quizá la más importante es su tratado "Contra Praxeas", un alegato contra un tal Praxeas, que en la iglesia de Roma se opuso al montanismo y su interpretación acerca de la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Así, Praxeas predicaba el llamado "patripasiosismo" herejía que explicaba que Dios unas veces actuaba como Padre, otras como Hijo, y otras como Espíritu. Así, entonces el Padre sufrió también la pasión, puesto que el Padre es el Hijo.

Tertuliano entonces postula la siguiente fórmula para entender la relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Esa fórmula es que HAY EN EL DIOS ÚNICO UNA SOLA SUSTANCIA Y TRES PERSONAS DIFERENTES. Tertuliano es así el primero que acuña la fórmula trinitaria (resulta muy gracioso y hasta anacrónico que los Testigos de Jehová -antitrinitaristas-, por puro desconocimiento lo citen en algunos de sus tratados y folletos: De ahí la importancia de leer más a menudo páginas WEB como esta). La idea de que en Cristo hay una sola Persona pero dos naturalezas distintas: la humana y la Divina, también es de Tertuliano.

Escribió además, como montanista, ardientes alegatos contra la iglesia católica a la que acusaba de falta de rigor y santidad, y llamaba a los católicos los "psíquicos" por su oposición, según él, al Espíritu Santo. Su legalismo y rigorismo llegó al extremo de reprochar a la iglesia por los refrigeria que hacía llegar a los mártires encarcelados tachando de glotonerías esas ayudas a, por propugnar que si se podía se debía escapar del martirio (los montanistas lo buscaban y lo llegaban a provocar -contra la opinión de la iglesia ya desde el siglo I). Además, según él (y el montanismo) la iglesia no podía reconciliar con la pax ecclesiastica no solo a los que habían cometido pecata gravitoria, o pecado de muerte (apostasía, homicidio y adulterio), sino tampoco a los que cometían pecados menos graves (esto es, para el montanismo, existían numerosos pecados irremisibles que hacían perder la salvación).

Se opuso completamente a todo lo que sonara a cultura pagana dentro de la iglesia (filosofía, etc.)

Resulta tremendamente paradójico que un defensor de la ortodoxia como Tertuliano, se uniese a un grupo tenido por herético por el resto de la iglesia, y que ya "en la herejía" produjese fórmulas teológicas que han resultado ser de primerísima importancia para la Iglesia. Debemos notar además (sería imposible exponer el porqué aquí, por falta de tiempo) la importancia de su influencia en la Iglesia latina -romana- al ser el primer gran teólogo que escribió en latín.

J. P. V.
Solo Dios es Sabio

Bibliografía

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