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sábado, 21 de junio de 2008

Walt Disney



Walt Disney

A pesar de los esfuerzos de sus biógrafos, un fondo de leyenda sigue aún planeando sobre la figura de Walt Disney. Un repetido rumor asegura que Disney era un emigrante europeo, probablemente español, que llegó a los Estados Unidos y que, más tarde, por temor a suspicacias, falseó su origen. También han sido mitificadas las circunstancias de su muerte: muchos creyeron que Disney había sido congelado con modernas técnicas de hibernación. Su cuerpo aún permanecería así con las constantes vitales suspendidas, a la espera de un futuro en que pudiese despertar y nuevos procedimientos quirúrgicos reparasen su salud.


Walt Disney

Pero la prosaica realidad es que el cadáver Disney fue incinerado por deseo de sus familiares. No ha de extrañar, sin embargo, toda esta mezcla de realidad y fantasía alrededor de quien pasó a la historia de la cultura occidental como uno de los más prolíficos, contradictorios e influyentes cultivadores de la imaginación infantil.

Walter Elias Disney nació el 5 de diciembre de 1901 en Chicago, Illinois. Cuarto de los cinco hijos que tuvieron Elias y Flora Disney, su infancia transcurrió entre apuros económicos y bajo la severidad de su padre, carpintero de profesión, que probó suerte en toda clase de negocios sin que nunca consiguiera mejorar su maltrecha economía. Eternamente menospreciado por su padre, Walt creció muy unido a su madre, una antigua maestra descendiente de alemanes, y a su hermano Roy, ocho años mayor que él.

En 1906, Elias Disney decidió empezar una nueva vida en una granja cerca del pequeño pueblo de Marceline, Missouri, donde Walt descubrió la naturaleza y los animales. También entonces nació su interés por el dibujo, que compartió con su hermana pequeña, Ruth. Elias Disney hacía trabajar tan duro a sus hijos en el mantenimiento de la granja que los dos mayores, Herbert y Raymond, decidieron dejar el hogar para instalarse por su cuenta otra vez en Chicago.

Los difíciles comienzos

La precaria situación en que quedó la familia con la marcha de los dos jóvenes empeoró en el invierno de 1909, cuando el padre contrajo fiebres tifoideas y la enfermedad le obligó a vender la granja y a trasladarse a Kansas City, Missouri, donde encontró un empleo como repartidor de periódicos, tarea en la que Roy y Walt le ayudaban. Ello supuso un menor rendimiento del pequeño Walt en la escuela, donde nunca fue un alumno aventajado. Pasados un par de años, Walt, que ocasionalmente ganaba algún dinero vendiendo sus caricaturas, se matriculó en el Instituto de Arte de Kansas City, donde aprendió las primeras nociones sobre la técnica del dibujo. En aquellos años de su adolescencia descubrió el cine, un invento que le apasionó desde el primer momento.


Durante la guerra fue conductor de ambulancias

(el dibujo en la lona es del propio Disney)

En 1917, cinco años después de que Roy Disney abandonara también el hogar paterno, Elias Disney se trasladó con su mujer y sus dos hijos pequeños de nuevo a Chicago, donde probó suerte montando una pequeña fábrica de mermelada. En la primavera de 1918, Walt, con sólo diecisiete años, falsificó su partida de nacimiento y se enroló como soldado en la Cruz Roja para combatir en la Primera Guerra Mundial. Llegó a Europa cuando ya había paz, pero estuvo destinado en Francia y Alemania hasta septiembre de 1919. Una vez licenciado, se fue a vivir con su hermano Roy a Kansas City, donde buscó empleo como dibujante.

Su sueño era convertirse en un artista del Kansas City Star, el diario que había repartido en su infancia, pero encontró trabajo como aprendiz en una agencia de publicidad, la Pesmen-Rubin Commercial Art Studio. Con un sueldo de 50 dólares al mes, en aquel empleo conoció a Ubbe Iwerks, un joven de su misma edad y excepcionalmente dotado para el dibujo, con el que entabló amistad. Cuando los dos se quedaron sin trabajo montaron su propia compañía, la Iwerks-Disney Commercial Artists. La empresa duró apenas un mes, ya que Walt prefirió aceptar un empleo seguro, aunque convenció a sus nuevos jefes para que contrataran a Iwerks. En aquel trabajo ambos aprendieron las técnicas, todavía muy rudimentarias, de la animación cinematográfica.


Disney trabajando en Laugh-O-Gram Films(1922)

Inquieto e innovador por naturaleza, Disney pidió una cámara prestada y montó un modestísimo estudio en el garaje de su casa, en el que con la ayuda de Iwerks y trabajando por las noches, produjeron su primera película de dibujos animados. El filme tuvo aceptación y consiguieron nuevos encargos hasta que Disney, que todavía no había cumplido los veintiún años de edad, convenció a Iwerks para que volvieran a probar suerte como empresarios con una compañía a la que llamaron Laugh-O-Gram Films. Con una producción basada en cuentos tradicionales, las cosas les fueron bien hasta que la quiebra de su principal cliente los arrastró también a la bancarrota.

A Hollywood

En 1923, después de intentar inútilmente remontar el bache, Disney emigró a Hollywood. La floreciente industria cinematográfica había convertido a Hollywood en una tierra de promisión. Disney creyó que con su experiencia como cámara obtendría trabajo de director, pero ningún estudio quiso contar con sus servicios, por lo que decidió volver a montar su propia empresa con su hermano Roy como socio. El 16 de octubre de 1923, la Disney Brothers Studio firmó su primer contrato importante, pero todavía insuficiente para hacer frente a sus dificultades financieras. Ya entonces, Walt puso de manifiesto lo que después sería una constante en su compañía: que era capaz de recurrir a cualquier estratagema para sacar el negocio adelante. En 1924, Ubbe Iwerks se unió a ellos y Walt pudo dejar de trabajar como animador para dedicarse al área para la que siempre estuvo más capacitado: la creación de personajes y argumentos y la dirección.

El 13 de julio de 1925, tres meses después de que su hermano Roy se casara, Disney contrajo matrimonio con Lillian Bounds, una joven empleada de su estudio, con la que tuvo dos hijas: Diane Marie, nacida el 18 de diciembre de 1933 cuando el matrimonio ya descartaba que pudieran tener descendencia, y Sharon Mae, a la que adoptaron en 1936. En la primavera de 1926, y después de haber tenido que cambiar de local porque la compañía crecía, los dos hermanos cambiaron el nombre de su empresa, que pasó a llamarse Walt Disney Studio. Pero el estudio sufrió un importante revés cuando su principal cliente se quedó con los derechos del conejo Oswald, un personaje creado por Disney que había protagonizado diversos cortometrajes.

El triunfo del ratón Mickey

Con la determinación de eliminar en lo sucesivo los intermediarios, Disney concibió durante un viaje en tren de Hollywood a Nueva York a Mortimer, un ratoncito rebautizado luego con el nombre de Mickey por sugerencia de su esposa y al que Iwerks dio forma. Así lo contó Disney, pero, en realidad, la paternidad de Mickey Mouse ha sido siempre motivo de polémica, y actualmente tiende a atribuirse el propio Iwerks. En octubre de 1928, cuando Disney buscaba distribuidor para las dos películas que había producido con Mickey Mouse como protagonista, se proyectó el primer filme del cine sonoro. Adelantándose a otros productores que creyeron pasajera aquella innovación, Walt se apresuró a incorporar el sonido a una tercera película de Mickey, Willie en el barco de vapor (1928). Buen imitador de voces y acentos, Disney hizo que el ratoncillo y su novia, Minnie, hablaran con su propia voz para abaratar costes. La película, estrenada el 18 de noviembre de 1928 en un teatro de Nueva York, obtuvo un rotundo éxito de público y crítica.


Fotograma de Willie en el barco de vapor (1928)

En 1929, con su excepcional sexto sentido para los negocios, autorizó que varias compañías reprodujeran en sus productos la imagen de Mickey Mouse, al que incorporaron guantes y zapatos blancos para evitar que manos y pies desaparecieran sobre fondos oscuros. El 13 de enero de 1930 empezó a publicarse una viñeta del popular personaje (con Disney como guionista e Iwerks como dibujante) en varios periódicos de Estados Unidos, y ese mismo año se editó un libro de dibujos de Mickey que fue reeditado en numerosas ocasiones.

Adicto al trabajo, para el que robaba muchas horas de sueño, Disney tuvo una seria crisis de salud que le obligó, a finales de 1931 y cuando el club de Mickey Mouse ya tenía un millón de miembros, a tomarse unas largas vacaciones con su esposa. De vuelta a Hollywood, se apuntó a un club deportivo donde practicaba boxeo, calistenia, lucha libre y golf. Poco después descubrió la hípica y, finalmente, el polo, del que fue un fanático durante el resto de su vida. Una afición que cultivó con tanta pasión como su fascinación por los trenes y las miniaturas.

Con Mickey Mouse como buque insignia de una compañía en alza, Disney creyó que no debía dormirse en los laureles ni aburrirse haciendo sólo películas del famoso ratoncillo, que en 1932 le supuso el primero de los Oscar que recibiría durante su carrera. Respaldado por un equipo de excelentes dibujantes e ilustradores, desplegó todo su espíritu creativo en la primera serie de sus Sinfonías tontas (1932). Realizados en technicolor, los diversos cortometrajes que componían esta producción significaron en su época un experimento sobre el uso expresivo del color. En noviembre de aquel mismo año, el estudio Disney se convirtió en el primero que tuvo su propia escuela de dibujantes y animadores.

Un año más tarde, el 27 de mayo de 1933, estrenó la sinfonía tonta que hacía el número treinta y seis y que iba a tener un éxito inesperado: Los tres cerditos. Sin pretenderlo, su famosísima canción ¿Quién teme al lobo feroz? se convirtió en un canto de esperanza para millones de norteamericanos que intentaban no ser devorados en la vida real por la Gran Depresión. En 1934, cuando su estudio contaba con 187 personas, nació el pato Donald, un personaje de carácter irascible y perverso, que vino a sumarse a los perros Pluto y Goofy.

Los largometrajes

Cuando ya se había hecho un nombre en la industria de Hollywood, Walt Disney emprendió una iniciativa arriesgada y sin precedentes: producir el primer largometraje de dibujos animados de la historia del cine. Blancanieves y los siete enanitos (1937) demostró no sólo que Disney y su equipo eran unos virtuosos de la animación, sino que los dibujos animados podían ser todo un género cinematográfico. La película recaudó cuatro millones de dólares, todo un récord para la época, pero dejó endeudado a Disney hasta 1961 por culpa de la amortización de los créditos que tuvo que pedir, ya que el presupuesto inicial de 500.000 dólares de la película había acabado triplicándose.


Blancanieves y los siete enanitos (1937)

En Blancanieves y los siete enanitos se utilizó por primera vez la cámara multiplano, capaz de sugerir profundidad de campo gracias a un ingenioso sistema de superposición de cinco láminas filmadas en un mismo plano para simular lejanía, y un nuevo sistema de technicolor. La película fue el primer ejemplo de que el cine de animación de la escuela Disney tenía un sólido procedimiento narrativo, en el que los personajes humanos eran descritos a partir de la «mirada» de los animales humanizados o de los seres fantásticos. También quedó patente en el filme el gusto de Disney por lo tenebroso y su estilo de sugerir más que de mostrar abiertamente el terror.

La década de los cuarenta fue un período de gran actividad en la Disney, caracterizado tanto por la consolidación del estilo iniciado con Blancanieves y los siete enanitos como por la contradicción que Walt sentía entre su tendencia artística a la innovación y al riesgo y la necesidad de atender a un mercado nada dado a las novedades y los experimentos. Reflejo de ello fue la tibia respuesta del público a las siguientes películas salidas de su «factoría» de sueños. Pinocho (1940), considerada como una de las piezas maestras del cine de animación por los críticos y en la que se invirtieron 2.600.000 dólares, fue un desastre comercial.

Lo mismo sucedió con Fantasía (1940), que costó 2.300.000 dólares. En ella dibujantes y animadores combinaron las evoluciones de los personajes de dibujos animados con la música de Stravinski, Dukas, Beethoven, Ravel, Bach o Chaikowski. Considerada una obra maestra por unos y una insultante caricatura de la música clásica por otros, Fantasía no fue la «obra total» que Walt Disney había imaginado y deseado. Estos fracasos comerciales abrieron una importante brecha económica en la empresa, paliada poco después por los éxitos consecutivos de DumboBambi (1942). (1941) y


Fantasía (1940)

Después del sketch sobre La danza de las horas, de Ponchielli, que codirigió con Norman Ferguson en Fantasía utilizando el seudónimo de T. Hee, Walt Disney abandonó el campo de la realización para dedicarse casi en exclusividad a la tarea de dirigir el incipiente imperio cinematográfico en el que se había convertido la empresa que tan modestamente había iniciado quince años antes. El 6 de mayo de 1940 finalizó la construcción de sus nuevos estudios en Burbank, que le granjearon el sobrenombre de «Mago de Burbank».

Diseñados por él mismo con el objetivo de facilitar el trabajo de sus empleados, aquellos estudios contaban con veinte grandes edificios, separados por calles a las que se les puso el nombre de sus personajes. La plantilla de la empresa rondaba los 2.000 empleados, a los que Disney exigía un alto nivel de creatividad y producción a cambio de salarios muy bajos, aunque nunca reparó en gastos a la hora de hacer sus películas y siempre llevó personalmente una vida privada sin lujos ni ostentaciones.

Anticomunista furibundo

El 10 de noviembre de 1940 empezó a colaborar con el FBI, después de que el entonces director de la agencia federal de investigación, J. Edgar Hoover, hubiera intentado en varias ocasiones reclutar al productor cinematográfico como agente para que le facilitase cualquier información o detalle sobre la presencia de elementos subversivos (comunistas, sindicalistas o anarquistas) en Hollywood. Sin embargo, los primeros devaneos políticos de Disney tuvieron un cariz más progresista y se remontaban a 1938, cuando se adhirió a la Society of Independent Motion Picture Producers, asociación de productores y cineastas independientes opuestos al dominio absoluto de los grandes estudios de Hollywood. Desde aquel grupo, que contaba con figuras como Orson Welles o Charlie Chaplin, Disney fue derivando hacia un ideario próximo al partido nazi norteamericano y a un sentimiento fuertemente antimarxista.

En 1941, un sindicato de ilustradores recién creado en su compañía amenazó al «Mago de Burbank» con ir a la huelga en demanda de mejores salarios. Disney pretendió evitar personalmente el conflicto dirigiendo un discurso a sus empleados, pero éstos, para estupor suyo, ya que concebía la empresa como una gran familia, no le dejaron pasar de las primeras frases. El 29 de mayo de aquel año, los estudios Disney quedaron casi paralizados por una huelga en la que participaron la mayoría de los trabajadores y que duró todo un año. El conflicto se saldó cuando la empresa aceptó que los trabajadores pudieran elegir libremente su sindicato, incluido el izquierdista Screen Cartoonists Guild.


Walt Disney en 1941

Los acuerdos que llevaron al final de la huelga fueron firmados por Roy Disney, ya que Walt se encontraba de viaje por diversos países de Sudamérica. De aquel largo viaje salieron varias películas destinadas básicamente al público latinoamericano. Entre ellas, Saludos, amigos (1943) y Los tres caballeros (1945), en las que combinó dibujos animados y actores de carne y hueso. En 1943, buena parte de sus mejores dibujantes le abandonaron para fundar la UPA (United Productions of America), donde nacería, entre otros, el miope personaje de Mister Magoo.

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, en la que Disney había accedido a filmar para el gobierno estadounidense películas propagandísticas, dejó la presidencia de su compañía, cediéndole el cargo a su hermano Roy, pero sólo mantuvo unos meses aquella decisión y a finales de 1945 volvió a ocupar el sillón presidencial. Nada más volver, despidió a más de 400 empleados, asegurando que la empresa pasaba por una crisis y tenía que cumplir el acuerdo concertado con la Screen Cartoonists Guild de conceder el aumento salarial del 25% a los dibujantes.

Reafirmado en su antimarxismo y colaborador del FBI hasta su muerte, Disney se comprometió a abortar todo elemento que atentara contra la nación norteamericana en la reunión celebrada el 24 y el 25 de noviembre de 1947 en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, que culminó con la llamada Declaración Waldorf, en la que muchos productores cinematográficos se comprometieron a colaborar con la Comisión de Actividades Antiamericanas en la «caza de brujas».

En agosto de 1948 hizo un viaje con su hija Sharon para filmar imágenes en Alaska, y con el material realizó la serie de cortos titulados Aventuras de la vida real. Su hermano Roy se opuso al proyecto (para entonces estaban ya tan distanciados que sólo se veían después de pedir cita a sus respectivas secretarias) y auguró un incierto destino a este tipo de documentales. Se equivocó, ya que el primero de ellos, titulado La isla de las focas (1948), no sólo resultó rentable, sino que fue premiado con un Oscar en la categoría de cortometrajes.

Prácticamente finalizada la década de los cuarenta, Disney recibió una interesante propuesta de Howard Hughes: un crédito sin intereses de un millón de dólares a cambio de su ayuda en un terreno (el sector cinematográfico) que el multimillonario tejano no conocía y en el que quería invertir. Con aquel dinero, Disney puso en marcha 18 nuevos proyectos, entre ellos CenicientaAlicia en el país de las maravillas (1951) y Peter Pan (1953). Tras una costosísima incursión en el cine futurista con 20.000 leguas de viaje submarino (1954), volvió a proyectos más baratos y que sintonizaran con el orgullo de ser norteamericano. Para entonces, su compañía ya no era la reina de los dibujos animados. La Warner Brothers empezaba a hacerle una seria competencia con la estrella de su serie Looney Tunes, Bugs Bunny. Aquel conejo era el contrapunto del cándido, apolítico y asexuado Mickey Mouse, que a principios de los años cincuenta vivió sus momentos más bajos de popularidad, aunque siguió siendo el personaje preferido de Disney y el emblema de su imperio. (1950),

Disneylandia

En 1953, después de ganar un nuevo Oscar al mejor documental con El desierto viviente, inició conversaciones con la cadena televisiva ABC para ceder la emisión de sus películas al nuevo invento. A diferencia de otros productores de Hollywood, que la consideraban una amenaza, Disney creyó que la televisión era un excelente medio de difundir sus productos. Un año después inició la realización de filmes específicamente para televisión, la parte de su producción artística más denostada por los críticos. Críticas que también le lloverían años después con Mary Poppins (1964), su primer largometraje con sólo actores reales. Pero a Disney no le importaron, porque esas películas le daban el dinero que necesitaba para hacer realidad un proyecto que acariciaba desde hacía tiempo: construir un enorme parque de atracciones basado en sus personajes.


Disney y Von Braun (1954)

Adicto al trabajo y perfeccionista, el productor cinematográfico diseñó hasta el último detalle de Disneyland, que abrió sus puertas el 17 de julio de 1955 en Anaheim, California. Este parque, con una extensión de 120 hectáreas, costó 17 millones de dólares, y Main Street USA, su calle principal por donde transitaban cientos de actores disfrazados de personajes, recreaba a la perfección la calle mayor de Marceline, el pueblo donde vivió su infancia Disney, que aquel verano de 1955 ya era abuelo del primero de los diez nietos que tuvo.

Multimillonario y galardonado con veintinueve Oscars, en la década de los sesenta se había consolidado como uno de los personajes más conocidos y queridos de todo el mundo, pero su salud flaqueaba, y todo su imperio entró en una lucha por la sucesión. Fumador empedernido y aficionado al alcohol, murió el 15 de diciembre de 1966 en Los Ángeles, California, víctima de un cáncer de pulmón, después de haber supervisado los esbozos de Disney World, parque temático al estilo de Disneyland pero más enfocado hacia los adultos, que abriría sus puertas en 1971 en Orlando, Florida (en 1983, la compañía inauguró en Japón el Tokio Disneyland y en 1992 abrió sus puertas el Euro Disney de París).

El «Mago de Burbank» había fallecido sin llegar a ver terminado El libro de la selva (1967), la segunda película más comercial de Disney desde los tiempos de Blancanieves y que dirigió Wolfgang Reitherman, quien asumió la producción de los largos de animación disneyanos hasta 1981. Después de años de mucha producción y pocos éxitos destacables, los estudios Disney volvieron a ser los reyes del género de dibujos animados con La bella y la bestia (1991), Aladdin (1992) y El Rey León (1994). Con el fallecimiento de Disney, entraba en la leyenda uno de los nombres fundamentales de la cultura popular del siglo XX. Con variada fortuna, tratarían de sustituirle figuras tan dispares como su hermano Roy O. Disney, su sobrino Roy E. Disney y su yerno Ron Miller. Pero sólo el productor ejecutivo Michael Eisner demostró ser un digno sucesor suyo.

Cronología

1901Nace en Chicago, Illinois.
1909Se traslada con su familia a Kansas City.
1911Estudia dibujo en el Instituto de Arte de Kansas City.
1918Parte a Europa y participa en la Primera Guerra Mundial como conductor de ambulancias de la Cruz Roja.
1919Regresa a Kansas City. Trabaja en una agencia de publicidad, en la que conoce a Ubbe Iwerks.
1921Junto a Iwerks, produce sus primeras películas de dibujos animados y funda la compañía Laugh-O-Gram Films.
1923Tras el fracaso de la compañía, marcha a Hollywood. Crea con su hermano Roy el estudio Disney Brothers, al que se incorpora un año después Ubbe Iwerks.
1925Contrae matrimonio con Lillian Bounds.
1926El estudio pasa a llamarse Walt Disney Studio.
1927Crea el personaje Oswald, un simpático conejito que protagoniza toda una serie de cortometrajes.
1928Obtiene un gran éxito con el personaje del ratón Mickey Mouse en la película Willie en el barco de vapor.
1929Empieza a obtener beneficios de la comercialización de productos con la imagen de Mickey Mouse.
1930Se edita el primer libro de dibujos de Mickey Mouse.
1932Inicia la serie Sinfonías tontas, en technicolor.
1934Crea el personaje del Pato Donald.
1937Produce el primer largometraje de dibujos animados de la historia del cine: Blancanieves y los siete enanitos.
1940Produce Pinocho y la innovadora Fantasía. Termina la construcción de sus nuevos estudios en Burbank. Empieza a colaborar con el FBI como informador anticomunista.
1941Un huelga provocada por los bajos salarios paraliza los estudios durante un año.
1943Combina por primera vez dibujos animados y actores reales en Saludos, amigos.
1947Colabora abiertamente en la «caza de brujas» del Comité de Actividades Antiamericanas.
1948Inicia la producción de documentales con la serie de cortos Aventuras de la vida real.
1954Empieza a producir dibujos animados para la televisión.
1955Inaugura el parque de atracciones Disneyland en Anaheim, California.
1964Produce Mary Poppins, primer largometraje con actores reales.
1966Muere en Los Ángeles, California.

Sus películas

Walt Disney ocupa por méritos propios un lugar destacado en la historia del cine. La personalidad de este dibujante, director y productor cinematográfico estadounidense fue determinante para hacer de los dibujos animados un género fílmico con entidad propia y un fenómeno de masas. Películas como Blancanieves y los siete enanitos (Snow White and the seven dwarfs, 1937), Dumbo (1941) y Cenicienta (Cinderella, 1950) contribuyeron a popularizar el cine de animación entre el gran público. Dotado de una gran capacidad de trabajo y de un espíritu emprendedor, Disney comprendió que era posible realizar películas de dibujos animados con procedimientos industriales y con grandes presupuestos.

La fauna humanizada

El cine de dibujos animados había nacido en Francia de la mano de Émile Cohl y alcanzó su mayor desarrollo en Estados Unidos, donde este mismo cartoonist realizó, en 1914, la primera serie del mundo, con el mítico Snookum. Entre 1920 y 1930, los hermanos Fleischer realizaron cortos protagonizados por el clown Koko, la seductora Betty Boop, o Popeye, un personaje ideado originalmente por Segar para anunciar las espinacas de la empresa Crystal City. Durante estos mismos años, Disney daba vida a sus más famosos personajes.


Walt Disney

Disney se había interesado desde muy joven por el dibujo; en 1919 había entrado a trabajar en un pequeño estudio publicitario, donde realizó su primer filme de animación para la publicidad de una marca de chocolates. El reconocimiento obtenido le impulsó a montar su propia empresa cinematográfica y a producir las primeras series: Alice Comedies (1924) y el Oswald, el conejo afortunado (1927).

Su estilo fue adquiriendo personalidad y pronto encontró su más genuina expresión en la creación de toda una pintoresca fauna humanoide de redondeada anatomía, que definía la psicología de los humanos bajo sus rasgos animales. Muchos eran personajes llenos de significados éticos y morales, ejemplos de los modos e ideales de vida americanos. El optimista Mickey Mouse (1928) representa el triunfo del débil; el pato Donald (1934) caricaturiza al americano medio, audaz y emprendedor, que puede alcanzar el éxito en cualquier momento. Cada animal humanizado encarna un perfil psicológico determinado: el ingenuo perro Goofy, la coqueta ratoncita Minnie o el tierno elefante Dumbo. El cerdito trabajador de Los Tres Cerditos (1935), que levanta una casa para defenderse de los ataques del Lobo Feroz y no es devorado, invita a construir con optimismo un nuevo futuro, transmitiendo las consignas políticas del New Deal.


Cartel de un episodio de Alice Comedies (1924)

Así, las producciones de Disney fueron fundamentales para consolidar una tipología de personaje que ha sido utilizada de forma recurrente en los filmes de animación. No obstante, sus películas estaban sustentadas en una visión maniquea y conservadora de la realidad, acaso no ajena al conservadurismo ideológico de su creador. En este sentido, personajes como Mickey o Goofy, candorosos y asexuados, se encuentran en las antípodas del anárquico pato Lucas y del pícaro Bugs Bunny, creados por la Warner Brothers, y ya no se diga de los protagonistas de series de dibujos animados más recientes, como el irreverente Bart Simpson. Sin embargo, las películas de Disney poseían una solidez narrativa excepcional que las convirtió en un modelo a seguir para los realizadores de filmes posteriores.

Técnicas pioneras

Si bien sus fábulas carecían de mensajes novedosos, en el terreno técnico Walt Disney fue siempre en busca de la innovación. Sus contribuciones más importantes, en efecto, debe situarse en el campo de la técnica de la animación. En sus estudios se reproducía con la mayor autenticidad posible los movimientos de cada personaje, llegando al punto de que un artista podía especializarse en un movimiento en particular o en un personaje. Esta delicadeza en el tratamiento del dibujo animado ha ido dejando paso, en la animación actual, a una producción más masificada, que hace que lo personajes parezcan estereotipados y repetitivos.


Blancanieves y los siete enanitos (1937)

En ese aspecto marcó un hito la producción de Blancanieves. Los estudios de Walt Disney realizaron en 1937 Blancanieves y los siete enanitos, el primer largometraje de dibujos animados de la historia del cine, inspirado en la conocida fábula de los hermanos Grimm. El rodaje resultó muy costoso: fue necesario elaborar más de cuatrocientos mil dibujos. El éxito, sin embargo, compensó el esfuerzo y la inversión realizados, recaudándose un total de dos millones de dólares.

Con este primer largometraje, el uso de la cámara multiplano comenzaba a dar resultados positivos, de gran rendimiento formal. Gracias a este procedimiento técnico, que pasa de vertical a horizontal, y que ofrece la posibilidad de realizar movimientos más ágiles durante las tomas, incluso para el Cinemascope, es posible crear la ilusión de relieve de las estructuras arquitectónicas y de las variaciones de los planos de los paisajes naturales, ayudada por el respaldo de los claroscuros coloristas. Se obtienen así efectos ópticos que dan sensación de relieve tridimensional.

Los estudios de Burbank estaban en condiciones de afrontar este tipo de obras, y continuaron produciéndolas también después de la muerte de su fundador, en 1966. Las entregas siguientes fueron Pinocho (1940) y las sentimentales creaciones Dumbo (1941) y Bambi (1942). Pero el proyecto más ambicioso realizado entonces fue Fantasía (1940), en la que se pretendía visualizar, a través del dibujo animado, la música de grandes compositores clásicos. En ella combinó imágenes reales con dibujos animados y se adelantó a su tiempo al incorporar en la banda sonora varias pistas de lectura simultánea para crear un efecto estereofónico. Con Fantasía, sin embargo, Walt Disney se ganó el resentimiento de los defensores a ultranza de la sacralidad de la música clásica, siendo objeto de severas críticas. De todos modos, el largometraje le permitió marcar distancias con los otros creadores.

Un imperio empresarial

El imperio de Walt Disney se construyó mayoritariamente sobre la fama de los largometrajes, que le permitían ejercer una posición casi de monopolio en el sector. Eran obras destinadas al público infantil, de éxito comercial garantizado y frecuentemente premiadas por la Academia de Hollywood. Relatando fábulas célebres e historias protagonizadas por animales, el estudio alternó éxitos consecutivos con fracasos esporádicos: La Cenicienta (1950), basada en la obra de Perrault; Alicia en el País de las Maravillas (1951), según la novela de Lewis Carroll; Peter PanLa Dama y el Vagabundo (1955), primer largometraje dibujado en Cinemascope; 101 Dálmatas (1961); Merlín el encantador (1963) y El libro de la selva (1967), que Disney no pudo ver finalizada. Los Aristogatos (1970) o las más recientes Pocahontas y Hércules son grandes producciones que no hacen sino continuar el camino que Walt Disney inició en 1937. (1953), del cuento de James Barrie;


Dumbo (1940)

Disney también realizó experimentos de mezcla de actores reales con dibujos (Los tres caballeros, 1944), y se dedicó además a los documentales sobre la naturaleza. El primero de ellos fue un cortometraje realizado en 1948 titulado La isla de las focas; más tarde produjo largometrajes como Infierno blanco. Su productora también filmó películas de aventuras, como 20.000 leguas de viaje submarino, Los hijos del capitán Grant y Los robinsones de los mares del Sur, y penetró en la televisión desde sus inicios, produciendo series específicas para ese medio.

Empresario imaginativo, Disney contribuyó a dar forma a otra de los ideas más sorprendentes de la segunda mitad del siglo XX: el parque temático de atracciones. El complejo lúdico Disneylandia, inaugurado en California en 1955, inició la era de los parques temáticos, a los que personas de todas las edades acuden en masa motivados por la posibilidad de internarse en un mundo irreal y teatralizado y de explorar un universo en el que los personajes de ficción terminan por cobrar vida. El éxito de Disneylandia impulsó la apertura de complejos similares, gestionados por la empresa Disney, en Estados Unidos, Japón y Francia: Disney World (Orlando, Florida, 1971), Disney World Tokyo (Japón, 1983) y EuroDisney (Marne-la Vallée, Francia, 1992). Ello animó a otras compañías a construir un sinfín de parques similares en otras partes del mundo.

Después de la muerte de Walt Disney en 1966, la producción cinematográfica y televisiva continuó, aunque una progresiva decadencia en las finanzas de la compañía forzó a una total renovación de la cúpula directiva en 1984. Con el equipo directivo que lideró Michael D. Eisner, la contabilidad se saneó y se inició un ambicioso plan de expansión en todos los negocios derivados del ocio y el entretenimiento. Se consolidaron las productoras filiales Touchstone y Hollywood Pictures, a la par que Disney se hizo con el control de la compañía audiovisual Capital Cities/ABC, que integra ocho cadenas televisivas, 21 emisoras radiofónicas, siete periódicos y otros medios de comunicación de masas.

A ello cabe sumar la televisión por cable Disney Channel, las productoras televisivas Walt Disney Television y Touchstone Television, las editoriales Hyperion Books y Walt Disney Publishing, las firmas discográficas Hollywood Records y Walt Disney Records, la empresa videográfica Walt Disney Home Video, el equipo de hockey Anaheim Mighty Ducks, el equipo de baloncesto Anaheim Angels, y el palacio de patinaje sobre hielo Disney Ice (Anaheim, California), origen de la compañía "Disney on Ice", cuyos espectáculos de patinaje artístico recorren todo el mundo.

Fotos

Todavía en nuestros días se considera al norteamericano Walt Disney como la figura más destacada de la historia del cine de animación. Artista incansable y hábil empresario, con sus personajes creados a partir de animales humanizados, y con sus adaptaciones de cuentos infantiles clásicos, llegó a poblar la imaginación infantil de varias generaciones y construyó un imperio empresarial que se proyectó en ideas tan innovadoras como los parques temáticos, que hoy visitan millones de adultos y niños en todo el mundo. La siguiente serie de fotografías ilustra su trayectoria vital y sus logros como realizador cinematográfico y como empresario. Haz clic en las miniaturas para ampliarlas.

Clic para ampliar Clic para ampliar
Un carácter tenaz
Los inicios
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Reunión de trabajo
La factoría Disney
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Mickey Mouse
Blancanieves
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Fantasía
Disneylandia
Antes de producir Blancanieves y los siete enanitos (1937), el primer largometraje de dibujos animados de la historia del cine, y toda la larga serie de excelentes largometrajes que le seguirían en los años cuarenta y cincuenta, los Estudios Disney ya habían alcanzado fama gracias a sus personajes mitad humanos mitad animales, como el ratón Mickey, el pato Donald y el perro Goofy. El primer gran éxito fue Mickey Mouse, personaje que permitió superar una difícil situación financiera y que con el tiempo se convertiría en el emblema de la empresa.

Acá podremos ver dos videos:

  1. El primer vídeo relata la creación del famosísimo personaje.(Mickey Mouse)
  2. El segundo vídeo se ocupa de la película Pinocho (1940), que, junto con la pionera Blancanieves y la innovadora Fantasía, es considerada por muchos críticos como su mejor realización, a pesar del revés comercial que padeció en su momento.
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Obtenido de: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/disney/

jueves, 29 de mayo de 2008

Winnie the Pooh

Winnie the Pooh

Libro gigante de Winnie the Pooh en Tokyo Disneyland
Libro gigante de Winnie the Pooh en Tokyo Disneyland

Winnie the Pooh (originalmente llamado Vinny-de-Puh) es un personaje ficticio protagonista de varios libros de A.A. Milne y posteriormente de los estudios de Walt Disney. Casi siempre se encuentra junto a sus amigos Igor, Conejo, Christopher Robin, Búho, Tiger, Cangu, Rito, Burro, Puerquito y Lumpy el Efelante. Winnie es un regordete osito de peluche.

Vive en el Bosque de los Cien Acres, en una casa construida dentro de un árbol que tiene un letrero de letras doradas sobre su puerta, en el que dice "Sanders".

Origen del personaje

Escultura de los personajes de la serie
Escultura de los personajes de la serie

El 24 de agosto de 1914, cuando un tren que transportaba tropas con destino a Europa desde Winnipeg (Manitoba, Canadá) se detuvo en el pequeño pueblo de White River (Ontario). El teniente veterinario H. Colebourn (1887-1947) encontró allí a un trampero con una cría de oso negro. El cazador había matado a su madre y Colebourn le compró el cachorro por 20 dólares. La llamó Winnie por su ciudad adoptiva, Winnipeg, ya que él era británico de nacimiento. El cachorro se convirtió en mascota de la brigada 34ª Fort Garry Horse, a la que pertenecía el militar.

A su paso por Inglaterra, Colebourn prefirió dejar a Winnie, que resultó ser una hembra, en el Zoo de Londres[1] para que la cuidaran mientras él continuaba camino del frente. Aunque otros cinco osos más fueron dejados por tropas canadienses, Winnie se convirtió pronto en la favorita del público.

Al acabar la guerra en 1918, Colebourn se pasó por el Zoo a recoger su oso pero, tras ver cómo la gente la apreciaba por su docilidad, decidió dejarla allí. Volvería en varias ocasiones a visitarla hasta que la osa murió finalmente el 12 de mayo de 1934. El capitán Colebourn continuó en Canadá su carrera como veterinario hasta su muerte en 1947.

Por iniciativa del hijo del militar, en 1992 se descubrió en el Assiniboine Park Zoo de Winnipeg una estatua representándo a Coleburn de pie cogiendo de las patas al cachorro. En 1995 un grupo de oficiales de la 34ª Fort Garry Horse llevó al Zoo de Londres una copia donada por el gobierno de Manitoba.

Un niño, llamado Christopher Robin Milne, acompañó a unos vecinos, cuando tenía cinco años, en su visita al Zoo y allí conoció a Winnie, de la que se hizo amigo hasta el punto de que los cuidadores le dejaban pasar dentro del recinto para jugar con ella. Se da la circunstancia de que a la osa no le gustaba la miel como al personaje sino la leche condensada. Aquella primera visita inspiró a su padre, A. A. Milne, escritor, un poema.

El autor

A.A. Milne (1882-1956), su mujer Dorothy (llamada Daphne familiarmente) y su hijo Christopher Robin (que había nacido en 1920) se habían mudado a vivir a Cotchford Farm, en el bosque de Ashdown (Sussex) que luego aparecería como "el bosque de los Cien Acres" en las aventuras de Winnie-the-Pooh. Daphne había regalado a su hijo un típico osito "Edward"[2] por su primer cumpleaños. Tras conocer a Winnie, Christopher Robin rebautizó a su osito con el nombre de Winnie-the-Pooh. Lo que no queda tan claro es de dónde viene "Pooh": en la introducción de "Winnie-the-Pooh" Milne nos cuenta que así se llamaba un cisne del que era amigo Christopher. Sin embargo, en el primer capítulo (donde se narra la aventura del árbol de la miel) escribe:

"But his arms were so stiff from holding on to the string of the balloon all that time that they stayed up straight in the air for more than a week, and whenever a fly came and settled on his nose he had to blow it off. And I think -but I am not sure- that that is why he was always called Pooh".

Peluches originales de Chistopher Robin. Desde la izquierda en el sentido de las agujas del reloj: Tigger, Kanga, Edward Bear (Winnie the Pooh), Eeyore, y Piglet.
Peluches originales de Chistopher Robin. Desde la izquierda en el sentido de las agujas del reloj: Tigger, Kanga, Edward Bear (Winnie the Pooh), Eeyore, y Piglet.

Alan Alexander Milne escribió varias obras de teatro y novelas pero ninguna alcanzó el enorme éxito de los libros sobre el Osito de Poco Cerebro convertidos en clásicos de la literatura británica del siglo XX.

Christopher Robert Milne

El auténtico Cristopher Robin nació el 21 de agosto de 1920 y llevó la vida típica de un niño inglés de clase media de la época, siendo cuidado por una niñera y viendo sólamente a sus padres en momentos contados del día. El ser incluido en los libros de Winnie-the-Pooh le provocó los obvios problemas en su etapa escolar y durante años guardó rencor a su progenitor, volviéndose introvertido.

Estudió lengua inglesa en el Trinity College de Cambridge y en 1948 se casó con una prima contrariamente a los deseos de su madre. A pesar de las molestias que le podría ocasionar, dado su carácter reservado, en 1951 abrió una librería, también en discrepancia con su madre, que resultó ser un éxito. Ese distanciamiento hizo que tras la muerte de su padre ya no volviera a ver a su madre hasta su fallecimiento años después.

A pesar de los trastornos que durante su vida le había ocasionado el ser asociado al personaje de los libros, C. R. Milne luchó activamente para que el bosque de Ashdown (Bosque de los Cien Acres en las aventuras de Pooh) no fuera convertido en explotación petrolífera por la British Petroleum.

Christopher Robin Milne murió el 20 de abril de 1996.

Los libros

En 1924 la editorial Methuen[3] publica un libro de A. A. Milne titulado "When we were very young". Aunque encuadrado tradicionalmente dentro de la colección de libros de Pooh, éste sólo es mencionado en uno de los poemas, llamado Edward Bear. El 24 de diciembre de 1925 se publica en el London Evening News el que posteriormente sería el primer capítulo de "Winnie-the-Pooh".

Milne escribió dos libros de aventuras del osito y sus amigos: "Winnie-the-Pooh" (1926) y "The house at Pooh Corner" (1928) inspirándose en su propio hijo y sus peluches, convertidos actualmente en piezas de museo. Entre ambos se editó "Now We Are Six" (1927) en la misma línea de libro de poesías de "When we were very young" y al igual que éste encuadrado dentro de la colección.

Por lo que respecta a las ilustraciones de los libros de Winnie-the-Pooh, corrieron a cargo de E. H. Shepard, que también ilustró otro clásico de la literatura británica: "El viento en los sauces" de Kenneth Grahame. El artista se inspiró en Growler, el oso de peluche de su propio hijo y no en el Pooh real. A. A. Milne donaría posteriormente los manuscritos de los libros a la biblioteca del Trinity College donde él, y más tarde su hijo Christopher Robin, se habían graduado.

Personajes y lugares

Tanto Winnie-the-Pooh, como Piglet, Tigger (que sólo aparece en el segundo libro), Eeyore (Igor en español), Kanga (Cangu) y Roo (Rito[4] ) eran juguetes reales de C. R. Milne mientras que Rabbit (Conejo) y Owl (Búho) fueron inventados por su padre inspirándose en los animales del bosque donde vivían. Gopher (Topo), el constructor compulsivo, fue añadido por Disney.

E. P. Dutton, editora en Estados Unidos de los libros de Milne, compró los peluches originales y actualmente se exhiben en una vitrina en la Central Children Room del Donnell Library Center dependiente de la Biblioteca de Nueva York. Roo no ha llegado a nuestros días ya que se perdió en el campo.

En el bosque de Ashdown se encuentra el puente de Posingford, construido en 1907. Restaurado en los años 70, fue rebautizado con el nombre por el que fue inmortalizado en los libros de Winnie-the-Pooh, "Puente de los Poohsticks", y reinaugurado en mayo de 1979 por el propio C. R. Milne, a pesar de su aversión a las multitudes.

Nombres de los personajes en los libros de A.A. Milne

Los nombres de todos los personajes dependen de cada traducción. Los nombres de los personajes en los libros son:

  • Piglet/Puerquito se llama Porquete.
  • Cangu se llama Kanga.
  • Rito se llama Ruh.
  • Pooh se llama Puh.
  • Guartas/Jagulares se llaman Jagulares.
  • Efelantes se llaman Pelifantes.
  • Tiger/Tigger se llama Tigli.
  • Igor se llama Ííyoo.
  • Las bellotas se llaman piñas.
  • La miel se llama myel.
  • Los nombres de Conejo, Christopher Robin y Búho no cambian.

El Pooh de Disney

Entre los entusiastas de los libros de Milne se encontraban las propias hijas de Walt Disney que acabó comprando sus derechos de imagen. En 1966 Disney hace la primera película sobre Pooh: "Winnie the Pooh and the Honey Tree", en 1968 "Winnie the Pooh and the Blustery Day" y en 1974 "Winnie the Pooh and Tigger Too". El primer largometraje, "The many adventures of Winnie the Pooh" se lanzaría en 1977. En 1997 se rueda "Pooh's Grand Adventure", en el 2000 "The Tigger movie" y en 2003 "La gran película de Piglet". El 18 de marzo de 2005 se estrenó es España "La película de Héffalump", muy distante de los libros originales.

El Tao de Pooh

Sello de correos soviético con su particular versión de los personajes
Sello de correos soviético con su particular versión de los personajes

Milne no escribió los libros de Pooh para el público infantil. Es equivocada la creencia generalizada de que los hizo para su hijo. El propio Christopher Robin reconoció que su padre no se los leía. El sentido del humor que impregna las aventuras y algunos matices psicológicos de los personajes son difícilmente apreciables por los lectores más pequeños. En el caso concreto de Winnie-the-Pooh, su simplicidad alcanza tales cotas de profundidad que un autor, Benjamin Hoff, ha escrito "El Tao de Pooh" cuyo subtítulo describe muy bien su contenido: "El Taoísmo para occidentales... O cómo el Camino es revelado por el Osito de Pequeño Cerebro". En él se entremezclan diálogos ficticios con Pooh, citas de maestros Taoistas y explicaciones del autor, todo ello ilustrado con dibujos de los libros originales.

Además existen otros libros como "Winnie-the-Pooh y los filósofos" del autor John Tyreman Williams, que tratan de mostrar que la entera historia del pensamiento occidental, está contenida de forma simbólica en las historias supuestamente infantiles del oso Winnie.

Filmografía

  • The Many Adventures of Winnie The Pooh (Las Aventuras de Winnie Pooh), 1977.
  • Winnie The Pooh and The Honey-Tree, 1966.
  • Winnie The Pooh and The Blustery Day, 1968.
  • Winnie The Pooh and Tigger Too, 1974.
  • Winnie The Pooh Discovers The Seasons - 1981.
  • Winnie The Pooh and A Day for Eeyore - 1983.
  • Pooh´s Grand Adventure: The Search for Christopher Robin (La Gran Aventura de Winnie The Pooh), 1997.
  • The Tigger Movie (La Película de Tigger), 2000.

Videojuegos

  • Winnie the Pooh in the Hundred Acre Wood.
  • Winnie the Pooh Adventures.
  • Winnie the Pooh's Party Games: In Search of the Treasure.
  • Winnie the Pooh: Tigger's Honey Hunt.
  • Pooh & Tigger's Hunny Safari.
  • Winnie the Pooh Pre-School.
  • Winnie the Pooh Kindergarten.
  • Piglet's Big Game.
  • Winnie the Pooh's Rumbly Tumbly Adventure.
  • Ready To Read With Pooh.

Referencias

  1. Hecho registrado el 9 de diciembre de 1914
  2. Réplica británica del osito de peluche "Teddy" estadounidense
  3. que publicó los libros de Milne durante casi 70 años hasta que Egmont Children Books asumió ese papel
  4. Rito en español para mantener el juego de palabras con el nombre de su madre: Kanga-Roo, Cangu-Rito

Enlaces externos


Winnie the Pooh

Winnie the Pooh

Libro gigante de Winnie the Pooh en Tokyo Disneyland
Libro gigante de Winnie the Pooh en Tokyo Disneyland

Winnie the Pooh (originalmente llamado Vinny-de-Puh) es un personaje ficticio protagonista de varios libros de A.A. Milne y posteriormente de los estudios de Walt Disney. Casi siempre se encuentra junto a sus amigos Igor, Conejo, Christopher Robin, Búho, Tiger, Cangu, Rito, Burro, Puerquito y Lumpy el Efelante. Winnie es un regordete osito de peluche.

Vive en el Bosque de los Cien Acres, en una casa construida dentro de un árbol que tiene un letrero de letras doradas sobre su puerta, en el que dice "Sanders".

Origen del personaje

Escultura de los personajes de la serie
Escultura de los personajes de la serie

El 24 de agosto de 1914, cuando un tren que transportaba tropas con destino a Europa desde Winnipeg (Manitoba, Canadá) se detuvo en el pequeño pueblo de White River (Ontario). El teniente veterinario H. Colebourn (1887-1947) encontró allí a un trampero con una cría de oso negro. El cazador había matado a su madre y Colebourn le compró el cachorro por 20 dólares. La llamó Winnie por su ciudad adoptiva, Winnipeg, ya que él era británico de nacimiento. El cachorro se convirtió en mascota de la brigada 34ª Fort Garry Horse, a la que pertenecía el militar.

A su paso por Inglaterra, Colebourn prefirió dejar a Winnie, que resultó ser una hembra, en el Zoo de Londres[1] para que la cuidaran mientras él continuaba camino del frente. Aunque otros cinco osos más fueron dejados por tropas canadienses, Winnie se convirtió pronto en la favorita del público.

Al acabar la guerra en 1918, Colebourn se pasó por el Zoo a recoger su oso pero, tras ver cómo la gente la apreciaba por su docilidad, decidió dejarla allí. Volvería en varias ocasiones a visitarla hasta que la osa murió finalmente el 12 de mayo de 1934. El capitán Colebourn continuó en Canadá su carrera como veterinario hasta su muerte en 1947.

Por iniciativa del hijo del militar, en 1992 se descubrió en el Assiniboine Park Zoo de Winnipeg una estatua representándo a Coleburn de pie cogiendo de las patas al cachorro. En 1995 un grupo de oficiales de la 34ª Fort Garry Horse llevó al Zoo de Londres una copia donada por el gobierno de Manitoba.

Un niño, llamado Christopher Robin Milne, acompañó a unos vecinos, cuando tenía cinco años, en su visita al Zoo y allí conoció a Winnie, de la que se hizo amigo hasta el punto de que los cuidadores le dejaban pasar dentro del recinto para jugar con ella. Se da la circunstancia de que a la osa no le gustaba la miel como al personaje sino la leche condensada. Aquella primera visita inspiró a su padre, A. A. Milne, escritor, un poema.

El autor

A.A. Milne (1882-1956), su mujer Dorothy (llamada Daphne familiarmente) y su hijo Christopher Robin (que había nacido en 1920) se habían mudado a vivir a Cotchford Farm, en el bosque de Ashdown (Sussex) que luego aparecería como "el bosque de los Cien Acres" en las aventuras de Winnie-the-Pooh. Daphne había regalado a su hijo un típico osito "Edward"[2] por su primer cumpleaños. Tras conocer a Winnie, Christopher Robin rebautizó a su osito con el nombre de Winnie-the-Pooh. Lo que no queda tan claro es de dónde viene "Pooh": en la introducción de "Winnie-the-Pooh" Milne nos cuenta que así se llamaba un cisne del que era amigo Christopher. Sin embargo, en el primer capítulo (donde se narra la aventura del árbol de la miel) escribe:

"But his arms were so stiff from holding on to the string of the balloon all that time that they stayed up straight in the air for more than a week, and whenever a fly came and settled on his nose he had to blow it off. And I think -but I am not sure- that that is why he was always called Pooh".

Peluches originales de Chistopher Robin. Desde la izquierda en el sentido de las agujas del reloj: Tigger, Kanga, Edward Bear (Winnie the Pooh), Eeyore, y Piglet.
Peluches originales de Chistopher Robin. Desde la izquierda en el sentido de las agujas del reloj: Tigger, Kanga, Edward Bear (Winnie the Pooh), Eeyore, y Piglet.

Alan Alexander Milne escribió varias obras de teatro y novelas pero ninguna alcanzó el enorme éxito de los libros sobre el Osito de Poco Cerebro convertidos en clásicos de la literatura británica del siglo XX.

Christopher Robert Milne

El auténtico Cristopher Robin nació el 21 de agosto de 1920 y llevó la vida típica de un niño inglés de clase media de la época, siendo cuidado por una niñera y viendo sólamente a sus padres en momentos contados del día. El ser incluido en los libros de Winnie-the-Pooh le provocó los obvios problemas en su etapa escolar y durante años guardó rencor a su progenitor, volviéndose introvertido.

Estudió lengua inglesa en el Trinity College de Cambridge y en 1948 se casó con una prima contrariamente a los deseos de su madre. A pesar de las molestias que le podría ocasionar, dado su carácter reservado, en 1951 abrió una librería, también en discrepancia con su madre, que resultó ser un éxito. Ese distanciamiento hizo que tras la muerte de su padre ya no volviera a ver a su madre hasta su fallecimiento años después.

A pesar de los trastornos que durante su vida le había ocasionado el ser asociado al personaje de los libros, C. R. Milne luchó activamente para que el bosque de Ashdown (Bosque de los Cien Acres en las aventuras de Pooh) no fuera convertido en explotación petrolífera por la British Petroleum.

Christopher Robin Milne murió el 20 de abril de 1996.

Los libros

En 1924 la editorial Methuen[3] publica un libro de A. A. Milne titulado "When we were very young". Aunque encuadrado tradicionalmente dentro de la colección de libros de Pooh, éste sólo es mencionado en uno de los poemas, llamado Edward Bear. El 24 de diciembre de 1925 se publica en el London Evening News el que posteriormente sería el primer capítulo de "Winnie-the-Pooh".

Milne escribió dos libros de aventuras del osito y sus amigos: "Winnie-the-Pooh" (1926) y "The house at Pooh Corner" (1928) inspirándose en su propio hijo y sus peluches, convertidos actualmente en piezas de museo. Entre ambos se editó "Now We Are Six" (1927) en la misma línea de libro de poesías de "When we were very young" y al igual que éste encuadrado dentro de la colección.

Por lo que respecta a las ilustraciones de los libros de Winnie-the-Pooh, corrieron a cargo de E. H. Shepard, que también ilustró otro clásico de la literatura británica: "El viento en los sauces" de Kenneth Grahame. El artista se inspiró en Growler, el oso de peluche de su propio hijo y no en el Pooh real. A. A. Milne donaría posteriormente los manuscritos de los libros a la biblioteca del Trinity College donde él, y más tarde su hijo Christopher Robin, se habían graduado.

Personajes y lugares

Tanto Winnie-the-Pooh, como Piglet, Tigger (que sólo aparece en el segundo libro), Eeyore (Igor en español), Kanga (Cangu) y Roo (Rito[4] ) eran juguetes reales de C. R. Milne mientras que Rabbit (Conejo) y Owl (Búho) fueron inventados por su padre inspirándose en los animales del bosque donde vivían. Gopher (Topo), el constructor compulsivo, fue añadido por Disney.

E. P. Dutton, editora en Estados Unidos de los libros de Milne, compró los peluches originales y actualmente se exhiben en una vitrina en la Central Children Room del Donnell Library Center dependiente de la Biblioteca de Nueva York. Roo no ha llegado a nuestros días ya que se perdió en el campo.

En el bosque de Ashdown se encuentra el puente de Posingford, construido en 1907. Restaurado en los años 70, fue rebautizado con el nombre por el que fue inmortalizado en los libros de Winnie-the-Pooh, "Puente de los Poohsticks", y reinaugurado en mayo de 1979 por el propio C. R. Milne, a pesar de su aversión a las multitudes.

Nombres de los personajes en los libros de A.A. Milne

Los nombres de todos los personajes dependen de cada traducción. Los nombres de los personajes en los libros son:

  • Piglet/Puerquito se llama Porquete.
  • Cangu se llama Kanga.
  • Rito se llama Ruh.
  • Pooh se llama Puh.
  • Guartas/Jagulares se llaman Jagulares.
  • Efelantes se llaman Pelifantes.
  • Tiger/Tigger se llama Tigli.
  • Igor se llama Ííyoo.
  • Las bellotas se llaman piñas.
  • La miel se llama myel.
  • Los nombres de Conejo, Christopher Robin y Búho no cambian.

El Pooh de Disney

Entre los entusiastas de los libros de Milne se encontraban las propias hijas de Walt Disney que acabó comprando sus derechos de imagen. En 1966 Disney hace la primera película sobre Pooh: "Winnie the Pooh and the Honey Tree", en 1968 "Winnie the Pooh and the Blustery Day" y en 1974 "Winnie the Pooh and Tigger Too". El primer largometraje, "The many adventures of Winnie the Pooh" se lanzaría en 1977. En 1997 se rueda "Pooh's Grand Adventure", en el 2000 "The Tigger movie" y en 2003 "La gran película de Piglet". El 18 de marzo de 2005 se estrenó es España "La película de Héffalump", muy distante de los libros originales.

El Tao de Pooh

Sello de correos soviético con su particular versión de los personajes
Sello de correos soviético con su particular versión de los personajes

Milne no escribió los libros de Pooh para el público infantil. Es equivocada la creencia generalizada de que los hizo para su hijo. El propio Christopher Robin reconoció que su padre no se los leía. El sentido del humor que impregna las aventuras y algunos matices psicológicos de los personajes son difícilmente apreciables por los lectores más pequeños. En el caso concreto de Winnie-the-Pooh, su simplicidad alcanza tales cotas de profundidad que un autor, Benjamin Hoff, ha escrito "El Tao de Pooh" cuyo subtítulo describe muy bien su contenido: "El Taoísmo para occidentales... O cómo el Camino es revelado por el Osito de Pequeño Cerebro". En él se entremezclan diálogos ficticios con Pooh, citas de maestros Taoistas y explicaciones del autor, todo ello ilustrado con dibujos de los libros originales.

Además existen otros libros como "Winnie-the-Pooh y los filósofos" del autor John Tyreman Williams, que tratan de mostrar que la entera historia del pensamiento occidental, está contenida de forma simbólica en las historias supuestamente infantiles del oso Winnie.

Filmografía

  • The Many Adventures of Winnie The Pooh (Las Aventuras de Winnie Pooh), 1977.
  • Winnie The Pooh and The Honey-Tree, 1966.
  • Winnie The Pooh and The Blustery Day, 1968.
  • Winnie The Pooh and Tigger Too, 1974.
  • Winnie The Pooh Discovers The Seasons - 1981.
  • Winnie The Pooh and A Day for Eeyore - 1983.
  • Pooh´s Grand Adventure: The Search for Christopher Robin (La Gran Aventura de Winnie The Pooh), 1997.
  • The Tigger Movie (La Película de Tigger), 2000.

Videojuegos

  • Winnie the Pooh in the Hundred Acre Wood.
  • Winnie the Pooh Adventures.
  • Winnie the Pooh's Party Games: In Search of the Treasure.
  • Winnie the Pooh: Tigger's Honey Hunt.
  • Pooh & Tigger's Hunny Safari.
  • Winnie the Pooh Pre-School.
  • Winnie the Pooh Kindergarten.
  • Piglet's Big Game.
  • Winnie the Pooh's Rumbly Tumbly Adventure.
  • Ready To Read With Pooh.

Referencias

  1. Hecho registrado el 9 de diciembre de 1914
  2. Réplica británica del osito de peluche "Teddy" estadounidense
  3. que publicó los libros de Milne durante casi 70 años hasta que Egmont Children Books asumió ese papel
  4. Rito en español para mantener el juego de palabras con el nombre de su madre: Kanga-Roo, Cangu-Rito

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