jueves, 29 de julio de 2010
viernes, 20 de junio de 2008
James Ussher, arzobispo de Armagh
James Ussher, arzobispo de Armagh
Jacobus Usserius, Archiepiscopus Armachanus (James Ussher, arzobispo de Armagh), vivió en una de las épocas más convulsas de la política, la religión y la ciencia europeas (1581-1656). Fue ordenado sacerdote en 1601 y nombrado profesor del Trinity College (Dublín) seis años después. En 1625 era designado primado de la Iglesia anglo-irlandesa. Sus posiciones anticatólicas son bien conocidas por los historiadores (aunque parece que sus invectivas nunca llegaron al nivel de fanatismo de los panfletos antipapistas de Milton).
http://www.elpais.com/articulo/futuro/universo/cumple/6000/anos/elpfutpor/20041020elpepifut_8/Tes
sábado, 14 de junio de 2008
Todo sobre Eva
Todo sobre Eva
¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Los humanos llevamos miles de años haciendo conjeturas sobre este tema. Sin embargo, los habitantes del siglo XXI tenemos una pequeña ventaja. Especulaciones aparte, ahora estamos en condiciones de contestar a esas preguntas eternas. Mejor dicho, a empezar a contestarlas, porque la imagen que pueden proporcionarnos los científicos sobre nuestros orígenes es todavía borrosa. Aun así, resulta fascinante.
Hasta hace algunos años, la gran mayoría de los paleontólogos creía que la aparición de los primeros humanos ‘modernos’, esto es, similares anatómicamente a nosotros, podía explicarse mediante el llamado ‘Modelo Multiregional’. Hace 1.8 millones de años apareció una especie antecesora de la nuestra, Homo erectus; la cual tuvo un considerable éxito evolutivo y logró extenderse por amplias regiones de Asia y Europa. Existen pruebas de que dominaba el fuego y de que fabricó herramientas de piedra. Según este modelo, las distintas poblaciones de erectus fueron evolucionando en las diferentes regiones de forma más o menos independiente, hacia las características de los sapiens modernos. Muchas de las ‘peculiaridades raciales’ que se observan en la actualidad serían consecuencia de este largo proceso de evolución. Según esta teoría, el Hombre de Neanderthal habría sido el antecesor directo de los humanos modernos en Europa. En resumen, esta teoría se basa esencialmente en tres puntos: la expansión de erectus desde África hace 1.8 millones de años, la evolución local de estas poblaciones hasta generar las variaciones ‘regionales’ que se observan en la actualidad y, al mismo tiempo, el intercambio genético entre dichas poblaciones que habría permitido la expansión de los genes responsables de la ‘sapientización’ de erectus y el mantenimiento de cierta ‘unidad genética’ dentro de la especie.
Sin embargo, a principio de la década de los noventa, Alan Wilson y sus colaboradores de la Universidad de Berkeley formularon una teoría completamente distinta. Según estos investigadores, todos los humanos modernos descendemos de una pequeña población que vivió en África en una fecha mucho más reciente: entre 200.000 y 100.000 años. Como es fácil de imaginar, esta teoría desató una formidable polémica entre los partidarios de una y otra. La pelea estaba acrecentada por el hecho de que los partidarios del origen africano y reciente del hombre moderno no eran paleontólogos, sino bioquímicos, y las pruebas en las que se basaban no eran fósiles sino estudios realizados en el laboratorio. Por lo tanto, no se trataba sólo de una disputa entre académicos, sino que era una verdadera guerra entre áreas de conocimiento. Los paleontólogos estaban indignados, ¿cómo se atrevían esos arrogantes bioquímicos a enmendarles la plana? Para poder entrar de lleno en esta polémica, tenemos que dar un pequeño rodeo.
Es cierto que los fósiles son los únicos que nos aportan información directa sobre las especies que existieron en el pasado. No obstante, la verdadera materia prima de la evolución no son los huesos fosilizados sino los genes. Son éstos los que pueden sufrir mutaciones, las cuales constituyen la base del cambio genético a largo plazo. El estudio de la secuencia de los genes en las especies actuales nos proporciona información sobre el grado de separación evolutiva que se ha producido.
Pero, vayamos un poco más despacio. Elijamos un gen cualquiera en un cierto número de especies y comparemos cuidadosamente las secuencias de DNA de todas ellas. Es posible contabilizar las diferencias y determinar su distancia genética. La idea importante es que el número de diferencias que se acumula es proporcional al tiempo transcurrido entre la separación de las especies que estamos estudiando. Esto es lo que se conoce como el reloj molecular y proporciona un método para estimar el tiempo transcurrido entre la separación de dos linajes dados, siempre que podamos estimar la frecuencia con la que se producen las mutaciones por término medio.
Muchos de los estudios realizados para aclarar el ancestro de los humanos se basan en el DNA mitocondrial. Recordemos que la mitocondria es un pequeño orgánulo situado dentro de la célula y que posee su propio material genético. El caso es que el DNA mitocondrial presenta algunas ventajas importantes para estudiar la evolución de la especies, en comparación con el DNA ‘normal’ contenido en el núcleo. Para empezar, el DNA mitocondrial se hereda exclusivamente por vía materna. A pesar de que todos tenemos dos progenitores, nuestro DNA nuclear es una ‘mezcla’ de los DNAs de los cuatro abuelos. Sin embargo, la mitocondria la heredamos exclusivamente de nuestra madre, que a su vez es una copia (casi) exacta de la de nuestra abuela materna. Si nos remontamos atrás cinco generaciones, nos encontramos que nuestro DNA nuclear proviene de la contribución de 32 individuos, mientras que nuestro DNA mitocondrial viene directamente de la tatarabuela por vía materna. Esta circunstancia facilita enormemente el análisis. Es difícil saber de quién hemos heredado unos ojos azules, pero sabemos perfectamente de quién hemos heredado la mitocondria.
La segunda ventaja del DNA mitocondrial radica en que su velocidad de mutación es unas diez veces más rápida que la del DNA nuclear. Esto permite analizar los cambios con mucha mayor exactitud. Es como si el ‘reloj molecular’ de la mitocondria tuviera una manecilla adicional que marcase los segundos, mientras que el del DNA nuclear sólo tuviera minutero. Basta contar el número de cambios y podremos estimar el tiempo transcurrido desde que dos individuos dados compartieron una antecesora común. Si hacemos esta operación con una muestra suficientemente amplia de individuos de diferentes ‘etnias’, podemos construir un árbol genealógico de la Humanidad. En la base de este árbol se encontrará la antecesora común más reciente de la cual todos los humanos hemos heredado el DNA mitocondrial. A esta mujer, que debió existir en carne y hueso, se le ha dado el ‘título’ de Eva Mitocondrial.
El concepto de Eva Mitocondrial se ha popularizado a través de los periódicos, generándose una cierta confusión. La idea en sí de que existió una antecesora de la que todos hemos heredado nuestras mitocondrias no es exactamente una hipótesis, sino más bien un hecho matemático. Necesariamente tuvo que existir. Y si nos remontamos más atrás en el tiempo llegaremos a la conclusión de que existió una Mamífera Mitocondrial, de la cual hemos heredado la mitocondria todos los mamíferos. Sin embargo, esto no aporta ninguna información nueva. La razón por la que la hipótesis de Eva ha revolucionado nuestra idea del origen del hombre se basa justamente en la fecha en la que se estima que dicha mujer existió: entre 100.000 y 200.000 años (aunque a medida que los métodos se van refinando la fecha se acerca más al presente). El hecho esencial es que si todos los humanos descendemos de una mujer que vivió por entonces, es imposible que el Modelo Multiregional sea cierto. Los humanos actuales no podemos descender de las poblaciones de Homo erectus que salieron de África hace 1.8 millones de años, sino de un grupo reducido que debió surgir hace sólo cien o doscientos mil años.
Otra observación importante, el título de Eva Mitocondrial es ‘concedido’ en retrospectiva. Cuando ella nació no era la Eva Mitocondrial, sino que ésta debía ser una mujer que vivió en un periodo muy anterior. Además, nuestra Eva no estaba sola. Con seguridad debió haber muchos otros hombres y mujeres coetáneos, pero por alguna razón los demás linajes mitocondriales que existían entonces no han llegado hasta hoy. Por otro lado, el ‘título’ puede cambiar de manos. Si se produjese una hecatombe mundial que aniquilara a la mayor parte de los humanos excepto, por ejemplo, a una señora de Arnedillo y sus tres hijas (junto con algunos hombres), para los descendientes de este pequeño grupo, la Eva Mitocondrial sería la señora de Arnedillo, puesto que ésta sería la antepasada más reciente del cual todos los habitante de la Tierra habrían heredado la mitocondria. Por último, la Hipótesis de Eva Mitocondrial nos da una estimación de cuándo vivió esta mujer, pero no nos dice nada sobre qué aspecto tenía. En cambio, los datos apuntan claramente a que debió vivir en África.
Cuando Alan Wilson y sus colaboradores analizaron el DNA mitocondrial de más de 200 individuos procedentes de todo el planeta, llegaron a dos conclusiones importantes. La primera fue que, en conjunto, todas las mitocondrias analizadas eran bastante similares. La variación media entre las secuencias era de aproximadamente el 0.2%. Esto indica que los humanos actuales somos sorprendentemente similares. De hecho más similares que, por ejemplo, dos subespecies de gorila separados por unos cuantos cientos de kilómetros. El segundo descubrimiento tiene que ver con el origen geográfico. En general, y con una importante excepción, no se encontró una relación clara entre la procedencia geográfica de las muestras y la similitud del DNA. Por ejemplo, una muestra europea podía encontrarse muy próxima a una africana o a una asiática. Sin embargo, cuando los resultados fueron analizados por un programa informático y pudo construirse el ‘árbol’ que situaba a cada muestra en función de su similitud con las otras, lo que apareció fue realmente increíble. El programa colocaba todas las muestras en dos grupos claramente separados. El primero contenía la mayor parte de las muestras y era ‘multirracial’. El segundo grupo sólo contenía siete pero todas ellas eran de origen africano. Además, las muestras de este segundo grupo mostraban una gran divergencia entre ellas. En conjunto, estos datos indican que todos los humanos formamos un grupo relativamente homogéneo que se originó en África. En una etapa posterior, un grupo particular emigró a otros continentes, mientras que los otros siguieron allí. Por esta razón, todos los humanos no africanos (y algunos africanos) descienden de esta oleada de ‘emigrantes’. Al mismo tiempo, algunos de los linajes mitocondriales anteriores continuaron evolucionando en África. Por ejemplo, los ¡kung del Kalahari se encuentran en estas ramas más antiguas del árbol genealógico. Esto es particularmente interesante, ya que algunos lingüistas creen que las lenguas habladas por estos pueblos, pertenecientes a la denominada familia koishan, son también las más ‘antiguas’.
A pesar de todos los conflictos que ha ocasionado esta hipótesis, ha ido ganando terreno en los últimos años, hasta constituir el punto de vista mayoritario, aunque no es imposible que se revise en el futuro. No obstante, esta teoría parece que pisa un terreno bastante firme. Además, los datos que la avalan no provienen únicamente de la mitocondria. El hallazgo de nuevos fósiles sugiere que los primeros humanos modernos aparecieron en Etiopía y que éstos convivieron durante largo tiempo con poblaciones de neanderthales en Europa y de erectus en Asia. Claramente, la hipótesis de la Eva Mitocondrial ha cambiado nuestro relato sobre lo orígenes del hombre moderno, el cual podría quedar más o menos así:
Homo erectus apareció hace 1.8 millones de años y se extendió por Asia y Europa. En este último lugar, evolucionó hasta el Hombre de Neanderthal, el cual tenía un cerebro de tamaño similar (o incluso superior) a los humanos actuales y logró sobrevivir en las durísimas condiciones europeas durante el último periodo glaciar. No obstante, los humanos actuales NO somos descendientes directos de los neanderthales ni de los erectus asiáticos, sino de una población que surgió en África hace unos 100.000-200.000 años. Esta especie, Homo sapiens propiamente dicho, se expandió rápidamente por todo el planeta. Hace 60.000 años ya había ocupado Asia y hace unos 40.000 (tal vez antes) Australia. Se supone que llegó a Europa hace unos 35.000 años y a América unos 12.000 (tal vez antes). Parece seguro que la nueva especie reemplazó a las otras especies del género Homo que encontró en su camino: erectus en Asia y neanderthal en Europa. La hipótesis del desplazamiento ha encontrado apoyo últimamente en ciertos estudios, donde se ha logrado aislar y analizar DNA mitocondrial procedente de fósiles neanderthales. Estos estudios indican que el linaje de éstos no ha contribuido al acervo genético de los humanos modernos. En definitiva, los neanderthales no fueron nuestros padres, sino nuestros tíos lejanos y tal vez deberían reclasificarse en una especie distinta: Homo neanderthalensis y no en una subespecie (H. sapiens neanderthalensis) como se hacía en principio.
http://pablorpalenzuela.wordpress.com/2008/05/16/todo-sobre-eva/
viernes, 13 de junio de 2008
Investigación Arqueológica Wyatt - El Arca de Noé
En el año de 1959, el piloto de un avión Turco tomo fotografías aéreas de un objeto con la forma de un barco en los Montes Ararat para el instituto Geodetic de Turquía. El Dr. Brandenburger de la Universidad estatal de Ohio, E.E.U.U., después de estudiar las fotografías concluyo, " no tengo ninguna duda, que este objeto es un barco. En toda mi carrera, nunca he visto un objeto como éste en una fotografía aérea." El Dr Brandenburger era un experto en fotogrametría que había descubierto las bases de misíles en Cuba, durante el gobierno de Kennedy.
Con el uso de cuatro diferentes tipos de detectores de metales, se hallaron miles de remaches de metal en el sitio. Hierro fue encontrado a intervalos regulares los que compusieron un modelo de líneas horizontales y verticales "que entrecruzaban" el barco, demostrando hierro en los niveles de cada mampara. La ciencia convencional enseña que la edad de hierro precede a la época de el diluvio, pero la Biblia en Génesis 4:22 dice, "Tubal-cain (era), artifice de toda obra de bronce y de hierro". Nódulos de hierro también fueron encontrados en cerca de 5400 lugares, que muestran modelos lineares constantes con la hechura del casco.
La Biblia no dice que el Arca reposó sobre el Monte. Ararat, pero sí en la región montañosa de Ararat. Ahí exáctamente es donde encontramos este objeto en forma de barco, está situada cerca de quince millas al sur de el Monte Ararat.
Cerca a esta aldea existe otra aldea más pequeña con un nombre que se traduce como " El cuervo no pudo posarse ". Indudablemente, refiriéndose al momento cuando Noé liberó a un cuervo desde el Arca.
Se ha dedicado oficialmente este sitio como un parque nacional, declarando que son los restos de El Arca de Noé!
Enlaces relacionados
Investigación Arqueológica Wyatt - El Arca de Noé
Noé
Indagación histórica sobre el Arca de Noé I
Indagación histórica sobre el Arca de Noé II
Arca de Noé
Atrahasis
Reyes antediluvianos
El mito de Ziusudra
Diluvio universal
sábado, 31 de mayo de 2008
Adán cromosomal-Y
Adán cromosomal-Y
Adán cromosomal-Y habría sido un hombre africano homólogo de la Eva mitocondrial, que según la teoría genetista, correspondería en la evolución humana al ancestro humano masculino que poseeía el Cromosoma Y del cual descienden todos los cromosomas Y de la población humana actual. Por ello, Y-cromosoma Adan correspondería a un único antepasado masculino del cual converge toda la población actual de Homo sapiens (seres humanos).
Adán cromosomal-Y habría vivido hace alrededor de unos setenta mil años, y sus descendientes se habrían extendido por todo el planeta.
Descendencia por líneas cromosómicas Y
El Adán cromosomal-Y recibe su nombre del Adán que se relata en el libro del génesis de la Biblia. Esto ha llevado a algunos malentendidos entre el público general. Una opinión común es creer que Adan fue el único hombre viviendo en su tiempo. Sin embargo otros creen en hombres anteriores a Adán pertenecientes igualmente a aquella época, probablemente también habrían tenido descendencia hasta hoy en día. Sin embargo, solo el Adán cromosomal-Y fue quién produjo una línea completa de hijos hombre hasta el día de hoy; y es el ancestro del cual converge toda la población actual.
En la teoría originada de la genética humana, el Adán cromosomal-Y sería el varón del cual descienden todos los cromosomas Y, que determinan el sexo masculino. Un estudio biológico de la Universidad de Stanford sobre 93 polimorfismos genéticos humanos hallados en este cromosoma, en mil individuos de 21 regiones del mundo, calculó que un antepasado o grupo de antepasados masculinos comunes a todos los humanos actuales vivió en África hace unos 70.000 años. Estudios posteriores han estimado fechas anteriores para el antepasado masculino común, pero todos coinciden en que este es bastante posterior a la antepasada común, por razones que se desconocen.
La aparición del Adán cromosomal-Y se cree que estaría relacionada con la "Teoría de la catástrofe de Toba". Esta catástrofe habría provocado que el 'pool' genético de la especie humana se haya restringido de tal modo que se habría potenciado la unidad genética de la especie humana, la cual en torno al año 70.000 AC se habría reducido a sólo alrededor de 1000 individuos.
Comparación entre Adán cromosomal-Y y Eva mitocondrial
Así como los cromosomas-Y se heredan por vía paterna, las mitocondrias se heredan por vía materna. Por lo tanto es válido aplicar los mismos principios con estos. El ancestro común más cercano por vía materna ha sido apodado Eva mitocondrial. Sin embargo, es muy importante aclarar que Adán cromosomal-Y no vivió en la misma época que la Eva mitocondrial. Por el contrario, la existencia de la Eva mitocondrial fue por lo menos 50 mil años antes.
Referencia
- Underhill, Peter A., Peidong Shen, Alice A. Lin1, Li Jin, Giuseppe Passarino, Wei H. Yang, Erin Kauffman, Batsheva Bonné-Tamir, Jaume Bertranpetit, Paolo Francalacci, Muntaser Ibrahim, Trefor Jenkins, Judith R. Kidd, S. Qasim Mehdi1, Mark T. Seielstad1, R. Spencer Wells1, Alberto Piazza1, Ronald W. Davis, Marcus W. Feldman1, L. Luca Cavalli-Sforza & Peter. J. Oefner (2000) Y chromosome sequence variation and the history of human populations. Nature Genetics, 26: 358-361.
Véase también
Enlaces externos
- The genographic proyect (proyecto genográfico) (en ingles)
Eva mitocondrial
Eva mitocondrial
Basándose en la técnica de Reloj molecular (molecular clock en inglés), los investigadores creen que Eva vivió aproximadamente hace 150.000 años o como máximo 200.000 años.
Una comparación del ADN mitocondrial de distintas etnias de diferentes regiones, sugiere que todas las secuencias de este ADN tienen envoltura molecular en una secuencia ancestral común. Asumiendo que este se obtiene sólo de la madre (ver Mitocondria), estos hallazgos implicarían que todos los humanos vivos descienden en última instancia de una mujer, sin descartar absolutamente la posibilidad de que ella haya podido ser una hembra prehumana.
Descendencia por líneas mitocondriales
Sabemos de Eva a causa de las mitocondrias (un orgánulo celular) que sólo se pasan de la madre a la prole. Cada mitocondria contiene ADN mitocondrial y la comparación de las secuencias de este ADN revela una filogenia molecular.
La Eva mitocondrial recibe su nombre de la Eva que se relata en el libro del génesis de la Biblia. Esto ha llevado a algunos malentendidos entre el público general. Un error común es creer que Eva fue el único ancestro femenino viviendo en su tiempo. Es muy probable que muchas mujeres anteriores a Eva y también muchas pertenecientes a aquella época, hayan tenido descendencia hasta cierto momento en el pasado. Sin embargo, solo la Eva mitocondrial produjo una línea completa de hijas mujeres hasta nuestros tiempos; por lo cual es el ancestro femenino del cual proviene toda la población actual.
El fundamento del linaje de la Eva mitocondrial, es que al revisar el árbol genealógico de todos los seres humanos que viven en la actualidad (a través de la genética), si se sigue una línea de cada individuo a su madre, y si estas líneas se continúan desde cada una de esas madres a sus respectivas madres, se estará retrocediendo en el tiempo y todas las líneas convergerán en un punto en que todas las hijas comparten la misma madre. En este seguimiento, cuanto más se retroceda en el tiempo, menos linajes quedarán hasta que quede solo uno; el cual correspondería a la Eva mitocondrial.
Por ello, cuanto más pequeña es una población, más rápidamente converge el ADN mitocondrial; las migraciones de pequeños grupos de personas derivan (Deriva genética) luego de unas pocas generaciones hacia un ADN mitocondrial común. Esto sirve como sustento a la teoría del origen común (Single-origin hypothesis en inglés). Esta teoría plantea que los seres humanos modernos (Homo sapiens) se originaron en África entre los 100.000 y 200.000 años.
Comparación entre Eva mitocondrial y Adán cromosomal-Y
Así como las mitocondrias se heredan por vía materna, los cromosomas Y se heredan por vía paterna. Por lo tanto es válido aplicar los mismos principios con estos. El ancestro común más cercano por vía paterna ha sido apodado Adán cromosomal-Y. Sin embargo, es muy importante aclarar que no vivió en la misma época que la Eva mitocondrial. Por el contrario, su existencia fue por lo menos 50 mil años más reciente.
Véase también
Bibliografía
- Marianne Schwartz y John Vissing, 2002. "Paternal Inheritance of Mitochondrial DNA", New England Journal of Medicine. 347:576-580. [1]
- "Mitochondria can be inherited from both parents", New Scientist artículo sobre el informe de SchwartzyVissing; [2]
- Sutovsky, P., et al. 1999. "Ubiquitin tag for sperm mitochondria." Nature 402(Nov. 25):371-372. Resumen disponible en [3] y discutido en [4].
- Pakendorf, B. & Stoneking, M. 2005. "Mitochondrial DNA and human evolution". Annual Review of Genomics and Human Genetics. 6:165–83. Review muy recomendable para adquirir una visión general y bien referenciada acerca del genoma mitocondrial, su herencia matrilineal y su interés en estudios de genómica comparada. Resumen disponible en [5].
- Sykes, Bryan (2001), Las siete hijas de Eva, Editorial Debate. ISBN 978-84-8306-476-4.
Enlaces externos
The genographic project (proyecto genográfico) (en ingles)
Eva
Eva
Eva: Etimologia (Hebreo: חַוָּה, chavvah ; Arabe: حواء, Hawwa ; "uno viviendo" o "fuente de vida",del Hebreo ḥawwâ (java), "vivir", "vida", de ḥāyâ, "para vivir"; de la raiz ḥyw
En la mitología tanto cristiana como judía, Eva fue la primera mujer que Dios creó sobre la Tierra.
Historia de Eva según la Biblia
Su historia se encuentra en el libro de Génesis, desde el versículo 27 del capítulo 1 hasta el versículo 2 del capítulo 5.
Fue creada por Dios en el huerto de Edén como ayuda idónea de Adán, a partir de una costilla de éste. Su nombre, en hebreo, significa "madre de los vivientes" o "dadora de vida". En el libro de Génesis, relata que Dios mandó a Adán y su esposa fructificar y multiplicarse, llenar la Tierra y gobernarla (Génesis 1:28). Se relata que también les mandó comer de todos los árboles del huerto, excepto árbol de la ciencia del bien y del mal y del árbol de la vida; para no morir (Génesis 2:16–17). Pero, leemos, Eva fue engañada por la serpiente (Diablo), y vio "que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría", por lo que ella comió del fruto prohibido y dio a su pareja, el cual comió también. Como consecuencia, de acuerdo con la Biblia, Dios informó a Eva que como castigo sus embarazos y partos serían dolorosos (Génesis 3:16), que Adán debería trabajar para comer (Génesis 3:19) y que ambos morirían.
Después Dios dijo: "El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre." (Génesis 3:22) Por esa razón Adán y Eva fueron echados del jardín de Edén (Génesis 3:24),
En la Biblia encontramos que Eva fue madre (se mencionan Abel, Caín y Set, y en Génesis 5:4 se dice que Adán fue padre de otros hijos e hijas).
Igualmente cabe mencionar que en la mitología (o del folclor) judío, producto de leyendas y una reinterpretación del génesis; igualmente algunos postulan que en la historia del génesis, Eva no fue la primera mujer, y que habría sido una figura legendaria llamada Lilith.
Para más información ver los artículos Adán y Eva, y Adán
Eva mitocondrial
En genética humana, Eva mitocondrial sería el ancestro mujer que poseeía las mitocondrias del cual descienden todas los mitocondrias de la población humana actual. Por ello, Eva mitocondrial correspondería a un único antepasado femenino de la que converge toda la población actual de Homo sapiens (seres humanos).
Sabemos de esta Eva Mitocondrial a causa de las mitocondrias (un orgánulo celular) que solo se pasan de la madre a la prole. Cada mitocondria contiene ADN mitocondrial y la comparación de las secuencias de este ADN revela una filogenia molecular. El ancestro común homólogo más cercano por vía paterna ha sido apodado Adán cromosomal-Y. Es muy importante aclarar que no vivió en la misma época que la Eva mitocondrial. Por el contrario, su existencia fue por lo menos alrededor de 70 mil años más reciente y por supuesto, no fue su pareja.
Iconografía
La imagen de Adán y Eva ha sido profusamente utilizada, siendo uno de los pocos temas bíblicos que dan la oportunidad del desnudo al artista.
La creación de Eva
Tema muy representado, por su enorme simbolismo tanto para hebreos como para cristianos: la creación de Eva y su unión con Adán son el Sacramentum magnum, dan fundamento al matrimonio religioso y lo trascienden en el Catolicismo al anunciar el matrimonio de Cristo con la Iglesia, del que este pasaje sería prefiguración.