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jueves, 26 de marzo de 2015

José Martí

José Martí
(José Julián Martí Pérez; La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano, destacado precursor del Modernismo literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la independencia de su país. Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.

José Martí
El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la Guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó la gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía su poema dramático Abdala.
A los diecisiete años José Martí fue condenado a seis años de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas; realizó trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto. Deportado a España, en este país publicó su primera obra de importancia, el drama La adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y filosofía y letras por la Universidad de Zaragoza.
Durante sus años en España surgió en él un profundo afecto por el país, aunque nunca perdonó su política colonial. En su obra La República Española ante la Revolución Cubana reclamaba a la metrópoli que hiciera un acto de contrición y reconociese los errores cometidos en Cuba. Tras viajar durante tres años por Europa y América, José Martí acabó por instalarse en México.
Allí se casó con la cubana Carmen Sayes Bazán y, poco después, gracias a la paz de Zanjón, que daba por concluida la Guerra de los Diez Años (1868-1878), se trasladó a Cuba. Deportado de nuevo por las autoridades cubanas, temerosas ante su pasado revolucionario, se afincó en Nueva York y se dedicó por completo a la actividad política y literaria.
Desde su residencia en el exilio, José Martí se afanó en la organización de un nuevo proceso revolucionario en Cuba, y en 1892 fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria. Se convirtió entonces en el máximo adalid de la lucha por la independencia de su país.
Dos años más tarde, tras entrevistarse con el generalísimo Máximo Gómez, logró poner en marcha un proceso de independencia. Pese al embargo de sus barcos por parte de las autoridades estadounidenses, pudo partir al frente de un pequeño contingente hacia Cuba. Fue abatido por las tropas realistas cuando contaba cuarenta y dos años. Martí es, junto a Simón Bolívar y José de San Martín, uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica.
La poesía de José Martí
Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos. Como poeta se le conoce por Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente);Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; y Versos sencillos(1891), un poemario decididamente modernista en el que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.

José Martí
Escritos en su mayor parte en 1882, los poemas de Versos libres no vieron la luz hasta su publicación póstuma en 1913, muchos años después de su muerte. El propio Martí calificó esos versos de "endecasílabos hirsutos, nacidos de grandes miedos, o de grandes esperanzas, o de indómito amor de libertad, o de amor doloroso a la hermosura".
El tono fuerte y áspero de este volumen, por el que Martí proclamaba su propia preferencia, impresionó vivamente a Miguel de Unamuno, cuyos juicios serían el punto de partida de la valoración de la obra. Su fuerza vibratoria, tanto formal como en los contenidos, se hace evidente en composiciones como "Poética", "Mi poesía" o Cuentan que antaño", en las que se sirvió de un lenguaje vigoroso y oscuro, por momentos incluso pasional.
La poesía de José Martí se funda en una visión dualista de la humanidad: realidad e idealismo, espíritu y materia, verdad y falsedad, conciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Los poemas de Ismaelillo (1882), libro dedicado a su hijo, son un ejemplo de ello: la debilidad y la inocencia del niño son su fuerza.
En Versos sencillos (1891), José Martí expresa el sentimiento que le despierta la alegría de la naturaleza y el mal de la civilización. El sufrimiento y el temor al paso del tiempo también fueron elementos frecuentes en su lírica, donde se advierte un acercamiento al romanticismo que muchos críticos han considerado superior al de otros de sus contemporáneos. En A mis hermanos muertos el 27 de noviembre(1872), publicado durante su destierro en España, Martí dedica sus versos a los estudiantes muertos en una masacre acaecida en aquella fecha.
Obra en prosa
Su única novela, Amistad funesta, también llamada Lucía Jérez y firmada con el pseudónimo de Adelaida Ral, fue publicada por entregas en el diario El Latino-Americano entre mayo y septiembre de 1885; aunque en su argumento predomina el tema amoroso, en esta obra de final trágico también aparecen elementos sociales. Entre sus obras dramáticas destacan Abdala (1869), drama simbólico en un acto y en octosílabos, La Adúltera (1873) y Amor con amor se paga (1875), también en verso y estrenado en México.

José Martí
La prosa de Martí se vio influida por la obra del norteamericano Ralph Waldo Emerson, para quien la palabra debía ser tan elocuente como poética e intensa dentro de un discurso sencillo y conciso. Era consciente, como acaso sólo lo fueron los modernistas inmediatamente posteriores a él, de todas las posibilidades del lenguaje, y consideraba que sus recursos estaban íntimamente ligados a las cualidades humanas del pueblo, que en última instancia era quien los inventaba.
Tanto la prosa como la poesía de Martí resultan inseparables de su biografía; él mismo declaró que eran parte indiscutible de su máxima preocupación, que no era otra que la política. Personalidad optimista, sus opiniones sobre el hombre, la poesía o la sociedad son aspectos que aparecen en sus obras al servicio de unas concepciones que tenían siempre al ser humano como centro. A largo plazo su objetivo era la mejora de la humanidad, pero a corto plazo lo era la liberación de Cuba, a la que dedicó todos sus esfuerzos.
Por ello, su producción en prosa fue en su mayor parte funcional, como sus ensayos sobre Bolívar, San Martín o el general Páez, en relación a los héroes del pasado, y sobre el general Gómez, Walt Whitman o Emerson entre los contemporáneos; en tales textos, que constituyeron lo mejor de su prosa, exaltó las cualidades de personajes que admiraba. Dentro de la primera edición de sus obras completas, el volumen titulado Norteamericanos reunió póstumamente sus estudios sobre figuras del norte; otros dos volúmenes, bajo el título Nuestra América, contienen los trabajos de Martí consagrados a estudiar aspectos de la vida, la cultura y la historia de la América hispana. En ellos expresó su mensaje americanista y resumió su precursora teoría de la debilidad de las naciones hispánicas, en las que existía un enorme abismo entre las clases dirigentes e intelectuales y el pueblo.
Cronista y crítico excepcional, hizo de muchos de sus textos auténticos ensayos, algunos de carácter revolucionario como El presidio político en Cuba (1871), reflejo de gran fuerza lírica de su condena a trabajos forzados en el que denuncia las penurias que sufrían los independentistas. Cabe destacar también La República Española ante la Revolución Cubana (1873) y Cuba y los Estados Unidos (1889), refutación de los ataques de la prensa norteamericana a los patriotas cubanos, así como El Manifiesto de Montecristi o su Diario de campaña.
También fundó una revista para niños, La Edad de Oro (1889), publicada en Nueva York y en la que aparecieron los cuentos Bebé y el señor Don PomposoNené traviesa y La muñeca negra. Íntegramente redactada por Martí, esta publicación muestra una serie de aspectos de su personalidad y constituye también una demostración de cómo supo anticiparse a muchas conquistas de la pedagogía moderna: una vez más, puso de relieve en esos escritos su preocupación por las normas de justicia y dignidad humanas, que debían cultivarse en el niño desde su más tierna edad.
José Martí colaboró a lo largo de su vida en innumerables publicaciones de distintos países, como La Revista VenezolanaLa Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires o la Revista Universal de México. Sus Obras completas (que en la edición de 1963-1965 constan de veinticinco volúmenes) incluyen asimismo un nutrido epistolario (sus cartas, también reveladoras de su singular personalidad, han merecido excepcionales comentarios) y numerosos discursos, muchos de ellos dedicados a enardecer el sentimiento patriótico de los cubanos que radicaban como él en la emigración, llamándolos al esfuerzo común gracias al cual se lograría la independencia de la patria.
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http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/marti.htm

domingo, 30 de noviembre de 2014

John Milton

John Milton

John Milton
John Milton nació en Londres el 09 de diciembre de 1608, en una familia de clase media. Fue educado en la escuela de St. Paul, luego en el College de Cristo, Cambridge, donde comenzó a escribir poesía en latín, Italiano e inglés y preparados para entrar en el clero.
Después de la Universidad, sin embargo, él abandonó sus planes para unirse al sacerdocio y pasó los próximos seis años en finca de su padre en Buckinghamshire siguiendo un riguroso curso de estudio independiente para prepararse para una carrera como poeta. Su extensa lectura incluyó obras clásicos y modernos de la religión, la ciencia, filosofía, historia, política y literatura. Además, Milton era experto en latín, griego, hebreo, Francés, español e italiano y obtuvo también una familiaridad con el viejo inglés y holandés.
Durante su período de estudio privado, Milton compuso una serie de poemas, incluyendo "la mañana del nacimiento de Cristo", "Shakespeare", "L ' Allegro", "Il Penseroso" y la elegía pastoral "Lycidas". En mayo de 1638, Milton inicia una gira de 13 meses de Francia e Italia, durante el cual conoció a muchos importantes intelectuales y personas influyentes, incluyendo al astrónomo Galileo, quien aparece en las vías de Milton contra la censura, "Areopagitica."
En 1642, Milton regresó de un viaje al campo con una novia de 16 años de edad, Mary Powell. A pesar de que fueron separadas durante la mayor parte de su matrimonio, ella le dio tres hijas y un hijo antes de su muerte en 1652. Milton casó dos veces más: Katherine Woodcock en 1656, quien murió dando a luz en 1658, y Elizabeth Minshull en 1662.
Durante la Guerra Civil inglesa, Milton defendió la causa de los puritanos y Oliver Cromwell y escribió una serie de panfletos abogando por temas políticos radicales incluyendo la moralidad del divorcio, la libertad de prensa, el populismo y sancionado regicidio. Milton sirvió como Secretario de lenguas extranjeras en el gobierno de Cromwell, componiendo las declaraciones oficiales, defendiendo a la Commonwealth. Durante este tiempo, Milton constantemente perdió la vista y estaba completamente ciego 1651. Continuó sus tareas, sin embargo, con la ayuda de Andrew Marvell y otros asistentes.
Después de la restauración de Carlos II al trono en 1660, Milton fue detenido como un defensor de la Commonwealth, una multa y pronto en libertad. Vivió el resto de su vida en reclusión en el país, completando el poema épico el verso en blanco Paradise Lost en 1667, así como su secuela Paraíso recobrado y la tragedia Samson Agonistes ambos en 1671. Milton supervisó la impresión de una segunda edición del Paraíso perdido en 1674, que incluye una explicación de "por qué el poema rima no" clarificar el uso del verso en blanco, junto con notas introductorias de Marvell. Murió poco después, el 08 de noviembre de 1674, en Buckinghamshire, Inglaterra.
Paradise Lost, que narra la tentación de Satanás de Adán y Eva y su expulsión del Eden, es ampliamente considerado como su obra maestra y uno de los más grandes poemas épicos de la literatura del mundo. Desde su primera publicación, la obra continuamente ha suscitado debate sobre sus temas teológicos, comentarios políticos y su representación del ángel caído Satanás quien a menudo se considera como el protagonista de la obra.
La épica ha tenido efecto de gran alcance, inspirando a otros poemas largos, como Alexander Popede La violación de la cerradura, de William Wordsworth El preludio y John Keatsde Endymion, así como la novela de Mary Shelley Frankensteine influir profundamente en la obra de Percy Bysshe Shelley y William Blake, quien ilustró una edición de la épica.

Bibliografía seleccionada
Poesía
Lycidas (1638)
Poemas (1645)
El paraíso perdido (1667)
Paraíso recobrado (1671)
Samson Agonistes (1671)
Drama
Las arcadas (1632)
Comus (1634)
No ficción
De reforma tocando la disciplina de la iglesia en Inglaterra (1641)
La razón del gobierno de la iglesia instó a contra Prelaty (1642)
La doctrina y la disciplina del divorcio (1643)
Areopagitica (1644)
De la educación (1644)
El mandato de los reyes y magistrados (1649)
Un tratado del poder Civil en causas eclesiásticas (1659)
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martes, 13 de agosto de 2013

Enrique Federico Amiel

Enrique Federico Amiel

A este escritor suizo, que fue un poeta esclarecido y un filósofo muy complejo, le han denominado algunos críticos «una gran alma trágica». Y, realmente, no puede ser más acertada la denominación. Amiel sufrió durante su existencia una serie interminable de preocupaciones que angustiaron su espíritu, presa del morbo sutil, del lirismo de estudio, por lo cual le calificaron también de enfermo del ideal. Como tantos otros hombres superiores, el malogrado escritor ginebrino estuvo casi constantemente bajo la influencia de ese terror vago que hace mella aun en los temperamentos más fuertes y vigorosos.

Amiel, que era un hombre generoso y que había vivido siempre alejado de la vida rumorosa, encerróse en sí mismo y sintió intensamente los sufrimientos que atormentan a los grandes carácteres cuando, tras una rumia mental de años y lustros, se convencen de que se encuentran en una absoluta soledad ante el drama de la existencia.

Se ha dicho de Amiel que fue un hombre que desconfiaba de todo y que recogiéndose en el silencio de su gabinete de trabajo, entregábase a una meditación intensa, sin llegar a comprender los irrefrenables impulsos que agitan y conturban a la conciencia contemporánea.

Se ha dicho también que puede ser considerado como el mayor de los hermanos de muchísimos espíritus superiores que carecen de aptitud para compenetrarse con la realidad de la vida práctica, porque la enorme exuberancia mental les lleva a crearse una abstracta vida en que los fantasmas internos ocupan el lugar que debieran tener las representations objetivas.

Como filósofo, Amiel fue poco conocido; como poeta se le calificó injustamente de mediocre, y hasta hace treinta años la alta crítica no hizo justicia a los positivos méritos del pensador, que murió en 1881, en la ciudad de Ginebra, obscuramente y casi ignorado de sus propios conciudadanos. En España apenas se le conoce. Salvador Albert, el exquisito poeta y distinguido publicista catalán, le ha dedicado, recientemente, un notable y primeroso estudio crítico, que contiene datos y juicios que revisten extraordinario valor y contribuirán en no escasa medida, a reconstituir la personalidad del desventurado pensador helvético.

Enrique Federico Amiel era descendiente de una familia francesa que cuando el edicto de Nantes buscó refugio en la República Helvética. Desde mozo dio relevantes pruebas de sus excelentes cualidades para el estudio, por lo cual sus padres le enviaron a Alemania a cursar filosofía. Fue alumno de la Universidad de Heidelberg primero y poco después de la de Berlín, terminando su carrera en 1859. Al regresar a Suiza en 1853 fue nombrado profesor de Estética y después de Filosofía, en la Academia de Ginebra. A partir de esta época, Amiel consagróse por completo a la vida interna, sin otro propósito que el de dar forma a las inquietudes que agitaban su espíritu.
Como filósofo, su pensamiento fluctuó constantemente y jamás supo librarse de una indecisión que le impidió hacer una obra definitiva. Alma compleja como pocas, la suya vaciló constantemente, presa en la red de hipótesis antagónicas que se han formulado acerca del misterio de la Vida y del Universo. A pesar de sus reiterados esfuerzos intelectuales, no logró disipar sus dudas y cada vez su alma solitaria se hallaba más perpleja ante los enormes abismos que le representaban sus continuos análisis. El bien y el mal, la divinidad y la fatalidad se aparecían ante su espíritu, sin que el filósofo acertara a adoptar una posición y formular un juicio respecto a los problemas intrincados cuya solución le apasionaba cada instante más. En unas ocasiones, Amiel se sentía invadido por un aura de confianza y la esperanza renacía en lo íntimo de su ser. En otras, la tristeza y [31] la desolación se apoderaban de su ánimo, sumiéndole en la más atroz de las desesperaciones. En unos instantes diríase que era un creyente fervoroso; en otros, en cambio, podría calificársele de nihilista. Cuando le abandonaba la confianza se exasperaba hasta el extremo de proclamar que la destrucción era la ley de la vida. Por el contrario, cuando renacía en él un leve soplo de entusiasmo por la especulación, sorprendía por los matices que acertaba a infundir en sus máximas, llenas de cordialidad y de unción.
Amiel es uno de esos filósofes autodidactos a quienes es absolutamente imposible clasificar, porque no caben en ningún sistema filosófico orgánico. Era un latino saturado de pensamiento alemán, que había surgido en el ocaso de un mundo y en la aurora de otro; por una parte sentía la nostalgia del pasado y por otra ansiaba vehementísimamente columbrar el porvenir.

A pesar de lo difícil que es trazar la filiación del gran pensador, puede afirmarse que en sus obras se observa un gran predominio del criticismo en la forma, tan corriente, del diletantismo contemporáneo, que, como es sabido, fue la escuela del escepticismo moderno, que no encuadra en ninguna dirección del pensamiento, y considera la verdad como relativo error, denominando a los errores verdades que fueron. Pero para juzgar a este escritor no se ha de escudriñar el pensamiento filosófico, en donde las contradicciones obscurecen el vigor lógico de las ideas, sino que toda la grandeza de Amiel hay que buscarla en la tragedia interior, que supo resistir heroicamente durante cerca de cuarenta años; en las luchas afanosas y los estragos íntimos de su alma, que ocultó a las miradas indiscretas de sus amigos y adversarios; en la tortura que experimentó cuando tras una serie interminable de reflexiones llegaba a convencerse de cuán lejana estaba la visión de un ideal altísimo y de la impotencia humana para convertirlo en acto.

Es indudable que contribuyó no poco a la formación mental de Amiel su permanencia en Alemania, donde el ambiente brumoso y monótono de la vieja ciudad de Heidelberg le inundó el alma de melancolía. Allí fue donde adquirió su tendencia hacia ese espiritualismo vago y difuso que tan admirablemente se refleja en sus ensayos poéticos Grains de mil (1858), Pensieroso (1858), [32] La part du Rève (1863 y 1876), en los cuales se advierte, a través de una belleza y pulcritud de forma, el estado caótico en que se hallaba Amiel, que fue un náufrago, un incomprendido, que se sentía por dentro muy desdichado y completamente vencido, porque constantemente el deseo febricitante de alcanzar las últimas perfecciones lo sumía en un estado de aplanamiento y algunas veces, cuando trataba de sobreponerse, le invadía el delirio de las insuperables grandezas.

Durante toda su vida osciló entre el pesimismo abrumador y el afán de llegar súbitamente al descubrimiento de los arcanos de la existencia. En L'escalade de 1602 (1875), Charles le Temèraire (1876), Romancer historique (1877) y Jour a jour (1880) se observa cuánto influyeron en Amiel las teorías filosóficas fundadas en una concepción teórica y desconsoladora de la vida. Reflejan asimismo estas obras los ensueños de su alma torturada por el ansia de su intelecto, que trataba de dar vida a una obra inmortal que encerrase en una forma perdurable la belleza eterna. Amiel quiso revivir el divino anhelo de otros tiempos, sin tener en cuenta que en la Historia cada época ofrece sus características peculiares y aun privativas.

Enamorado de los poemas alemanes, tradujo correctamente al francés algunas composiciones que coleccionó en un volumen intitulado Les etrangéres (1876).

Su producción intelectual que más llamó la atención del público suizo, fue el ensayo J. J. Rousseau jugé par les genevois d'aujourd'hui (1879), que fue la única obra que sus contemporáneos pudieron comprender, porque en ella se mostraba Amiel menos subjetivo que en las demás.

Pero la obra más trascendental del malogrado filósofo y poeta es, sin dada, los fragmentos de su dietario, que su fraternal amigo Edmundo Scherer dio a la estampa después del fallecimiento de Amiel. Este libro es un modelo de Memorias íntimas que será imperecedero, porque es uno de los más profundos en cuanto al sentimiento y uno de los más elevados en la esfera del pensar y constituye un documento admirable en cuyas páginas se transparentan las congojas del alma humana. Es posible que con el transcurso del tiempo se olviden las obras poéticas y filosóficas de Amiel, naufragando en el silencio [33] que suele acompañar a todas las obras que no tienen el sello de la originalidad. Pero el Journal intime es inolvidable, porque a más de las razones expuestas, la personalidad del filósofo ginebrino alienta en los relatos, llenos de sinceridad y de ese dolor que por calar tan hondo en las almas no es posible expresarlo con palabras.

Como drama de pensamiento no existe, que yo sepa, en ninguna literatura contemporánea obra alguna que le iguale en veracidad y en grandeza. En ella refleja Amiel, paso a paso, con hermoso lenguaje poético, todas las etapas de su vida dolorosísima. Todo el libro parece ungido por la esencia de la propia alma de Amiel, transparentando las esperanzas y las desilusiones, la pena inmensa que experimentaba al hallarse ante una realidad inexorable quien, como él, tenía una devoción religiosa por lo infinito.

El Journal intime puede considerarse como el testamento que legó Amiel a los espíritus generosos, pues en forma de confesión narró esas vidas silenciosas, en perpetua lucha consigo mismas, ante lo que G. Papini llama Il tragico cuotidiano.

Aunque tarde, la crítica rindió a Federico Amiel el honor que merecía el pensador abnegado, que consagró todos los esfuerzos de su espíritu torturado, a escrutar en los enigmas que ensombrecen el paso por la vida para ver si llegaba a descubrir una fórmula que convirtiese el ideal suspirado en realidad.
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http://www.filosofia.org/aut/svc/1922p029.htm

viernes, 2 de agosto de 2013

Bertolt Brecht

Bertolt Brecht

Eugen Berthold Friedrich Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en el seno de una familia burguesa de Augsburgo, ciudad de Baviera. Su padre, católico, era un acomodado gerente de una pequeña fábrica de papel, y su madre, protestante, era hija de un funcionario.

Eugen Berthold (Bertolt) Friedrich Brecht (Augsburgo, 10 de febrero de 1898 – Berlín Este, 14 de agosto de 1956), fue un dramaturgo y poeta alemán, uno de los más influyentes del siglo XX, creador del teatro épico, también llamado teatro dialéctico.[1] El joven Brecht era un rebelde que jugaba al ajedrez y tocaba el laúd. Se sentía atraído por lo distinto, lo extravagante, y se empeñaba en vivir al margen de las normas de su tiempo, de su recato y su sentido de disciplina. En la escuela destacó por su precocidad intelectual y terminó el bachillerato especial (Notabitur), al verse involucrado en un escándalo.

Inicialmente influido por la euforia de la guerra, Brecht la criticó con el ensayo sobre el poeta Horacio (65 a. C.–8 a. C.) «Dulce et decorum est pro patria mori» («Dulce y honorable es morir por la patria»), en el que se considera honorable morir por la patria y que Brecht considera como «propaganda dirigida» en la que sólo los «tontos» caen. Por ello fue castigado con la expulsión de la escuela.

Sólo la intervención de su padre y el profesor de religión le evitaron el cumplimiento del castigo.[2] Inicios En 1917, inició la carrera de Medicina en la universidad Ludwig Maximilian de Múnich, pero tuvo que interrumpir los estudios para hacer el servicio militar como médico en un hospital militar en Augsburgo, en el marco de la Primera Guerra Mundial. En 1918, con sólo veinte años, escribió su primera obra teatral, Baal, cuyo personaje principal es un poeta y asesino.

Durante este tiempo conoció a Paula Banholzer, quien en 1919 dio luz a un hijo suyo, Frank, que moriría en el frente soviético durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943. Luego, entre 1918 y 1920 escribió una pieza sobre la revolución alemana, liderada por los espartaquistas, con el título Tambores en la noche.

El final de esta obra sacude al auditorio: "Todo esto no es más que puro teatro. Simples tablas y una luna de cartón. Pero los mataderos que se encuentran detrás, ésos sí que son reales". La moralidad de la obra suplanta al teatro tradicional, que pretende ser imparcial. A partir de 1920, Brecht viajó a menudo a Berlín, donde entabló relaciones con gente del teatro y de la escena literaria. En 1922 se casó con la actriz de teatro y cantante de ópera Marianne Zoff. A partir de aquel momento, el joven artista tuvo papeles en Münchner Kammerspiele y en el Deutsches Theater de Berlín.

Un año más tarde tuvieron una hija, Hanne; poco después conoció a la que sería su segunda esposa, Helene Weigel. En 1924 abandona Augsburgo y se traslada a Múnich; de ahí se trasladaría posteriormente a Berlín, la capital, en la que reinaba una vida cultural efervescente, y donde conoce al poeta expresionista Arnolt Bronnen, con el que funda una productora a la que llamarían Arnolt y Bertolt.

Ese mismo año empezó a trabajar como dramaturgo junto a Carl Zuckmayer en el Deutsches Theater de Max Reinhardt y tuvo a su segundo hijo, Stefan, aunque tres años más tarde se divorciaría de Marianne Zoff. Desde 1926 tuvo frecuentes contactos con artistas socialistas que influirían en su pensamiento y en 1927, comenzó a estudiar El capital de Marx.

En la segunda mitad de la década de los años 1920 Brecht se había transformado en un comunista convencido, que también buscaba objetivos políticos con sus obras, como por ejemplo con Mann ist Mann (1926).

Sin embargo, nunca ingresó al Partido Comunista de Alemania (KPD). El concepto de marxismo que defendió Brecht estuvo influenciado tanto por marxistas no dogmáticos y sin partido, como Karl Korsch, Fritz Sternberg y Ernst Bloch como también por la línea oficial del KPD.

La creación de su concepción del teatro épico transcurrió de manera paralela al desarrollo de su pensamiento político a partir de 1926.[1] Ese mismo año se casó con Helene Weigel, matrimonio del cual tuvieron una hija, Bárbara. Brecht y Weigel en 1954 en Berlin Este. Entre 1929 y 1934 escribió una serie de obras entre las que se destacan: Línea de conducta, Acuerdo y tal vez el más importante y bello de los trabajos de esta época: La excepción y la regla (1930).

A sus 29 años publicó su primera colección de poemas Devocionario doméstico y un año más tarde alcanzó el mayor éxito teatral de la República de Weimar con La ópera de cuatro cuartos/La ópera de los tres centavos, con música de Kurt Weill, una obra disparatada en la que critica el orden burgués representándolo como una sociedad de delincuentes, prostitutas, vividores y mendigos.

Esta obra fue llevada al cine en 1931 bajo la dirección de Georg Wilhelm Pabst. Brecht siempre buscó con sus actuaciones concienciar al espectador y hacerlo pensar, procurando distanciarlo del elemento anecdótico; para ello se fijó en los incipientes medios de comunicación de masas que la recién nacida Sociología empezaba a utilizar con fines políticos: la radio, el teatro e incluso el cine, a través de los cuales podía llegar al público que pretendía educar.

Su meta fue alcanzar un cambio social que lograse la liberación de los medios de producción. Ese propósito lo abordó tanto a través del ámbito intelectual como del estético. Un año después, Brecht llevó sus ideas comunistas al cine con Kuhle Wampe (o ¿A quién le pertenece el mundo?), dirigida por Slatan Dudow y con música de Hanns Eisler, que muestra lo que podría ofrecer el Comunismo a un pueblo alemán azotado por la crisis de la República de Weimar.

Hasta 1933, Brecht trabajó en Berlín como autor y director de teatro. Pero en aquel año, Hitler se hace con el poder. A comienzos de 1933, la representación de la obra La toma de medidas fue interrumpida por la policía y los organizadores fueron acusados de alta traición. El 28 de febrero —un día después del incendio del Reichstag— Brecht y Helene Weigel con su familia y amigos abandonan Berlín y huyen a través de Praga, Viena y Zúrich a Skovsbostrand, cerca de Svendborg, en Dinamarca, donde el autor pasó cinco años.

En mayo de 1933 todos sus libros fueron quemados por los nacionalsocialistas. Aunque al día de hoy se duda de si la totalidad de sus libros fueron quemados. El exilio El exilio de Brecht fue posiblemente el tiempo más duro de su vida, a pesar de lo cual en este periodo escribe algunas de sus mayores obras y alcanza su plena madurez con sus cuatro grandes dramas escritos entre 1937 y 1944.

Encontrándose en una situación económica difícil, tuvo que viajar primero a Dinamarca, luego a Suecia, donde vivió durante un año en una granja cerca de Estocolmo y finalmente, en abril de 1940, a Helsinki. Durante esta época escribió su obra La vida de Galileo.

Esta pieza teatral recrea muy libremente la biografía del científico, describiendo la autocondenación del personaje para dar encima de su teoría heliocéntrica delante de la Inquisición.[3] Brecht siempre se pronunció contra la autoridad, el Estado y la sociedad con la justa crítica para no llegar a ser mártir de sus propias ideas.

En Suecia escribió el poderoso alegato antibélico Madre Coraje y sus hijos, en una tentativa de demostrar que los pequeños empresarios codiciosos no vacilan en promover devastadoras guerras para ganar dinero. La vida de Galileo fue estrenada el 9 de septiembre de 1942 en el teatro de Zúrich.

El alma buena de Szechwan (1938-40) examina el dilema de cómo ser virtuoso y sobrevivir al mismo tiempo en un mundo capitalista. En El círculo de tiza caucasiano narra la historia de una pugna por la posesión de un niño entre una madre de la alta sociedad que le abandona y una criada que se ocupa de él; a la manera salomónica, el juez debe decidir quién es la verdadera madre.

En el verano de 1941, viajó en el expreso transiberiano desde Moscú a Vladivostok. Desde el este de la URSS se trasladó en barco a California, asentándose en Santa Mónica, cerca de Hollywood. Allí intentó escribir para la industria de Hollywood, pero sus guiones no fueron admitidos por las grandes productoras cinematográficas. En Estados Unidos organizó algunas representaciones teatrales, en la mayoría de los casos en escenarios de emigrantes, pero Brecht vuelve a ser perseguido por sus ideas políticas y el 30 de octubre de 1947 es interrogado por el Comité de Actividades Antiamericanas, por lo que tuvo que escapar al día siguiente otra vez a Suiza, sin esperar el estreno de su drama La vida de Galileo en Nueva York. Casa de Brecht en Berlin-Weißensee. Suiza era el único país al que podía viajar y allí pasó un año en el que escribió El Señor Puntila y su criado Matti, un drama popular sobre un granjero finlandés que oscila entre la sobriedad grosera y el buen humor borracho.

Bertolt tenía prohibida la entrada a Alemania Occidental (RFA), por órdenes de las autoridades de ocupación de la postguerra (aliados). Tres años después obtuvo la nacionalidad austriaca. Tras 15 años de exilio, volvió a Alemania en 1948, instalándose en Berlín oriental. Vida en Berlín Este y muerte Estatua de Bertolt Brecht en el exterior del teatro Berliner Ensemble, en Berlín. A comienzos de 1949 se trasladó con un pasaporte checo a través de Praga a Berlín Este. Vivió en la «Casa de Brecht» en Weissensee, comenzó a trabajar en Antígona de Sófocles, versión de Friedrich Hölderlin, y en otra obra importante, el Pequeño Organum para el teatro, siendo director general del Deutsches Theater.

En otoño fundó junto con Helene Weigel el Berliner Ensemble. A continuación trabajó de una manera muy comprometida para el teatro. Son años de escenificaciones y publicaciones espectaculares en los que llegaría a hacerse famoso y en los que tuvo algunas actuaciones por invitación en capitales europeas, lo que causó tensiones con la dirección del SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands: Partido Socialista Unificado de Alemania) así como con representantes de la burocracia cultural y de la vida del teatro.

En 1955, Brecht recibió el Premio Stalin de la Paz. Al año siguiente, el 14 de agosto, contrajo una inflamación del pulmón y murió de una trombosis coronaria en Berlín del Este. En el quincuagésimo aniversario de su muerte, el diario alemán de Berlín, Tagesspiegel publicó las grabaciones completas de un discurso dado el 1 de septiembre de 1956 por Erik Mielke con motivo de su nombramiento como Director de la Stasi (policía secreta de la RDA). En él, Mielke admitía que Brecht «quería hacer una denuncia contra un dirigente de la Seguridad del Estado», y tras una intencionada pausa, agregó: «después Brecht murió de un infarto». Así abonó la hipótesis de que Brecht recibió un «tratamiento mortal deliberado» a la afección coronaria que arrastraba desde hacía años.[4] Su estilo y lenguaje continúan ejerciendo influencia hasta hoy en el teatro moderno.
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http://es.m.wikipedia.org/wiki/Bertolt_Brecht

lunes, 2 de febrero de 2009

Raimundo Lulio

Raimundo Lulio

(RAMÓN LLULL)


Estatua de Ramon Llull en la Universitad de Barcelona.

«Doctor Illuminatus», filósofo, poeta y teólogo, nacido en Palma de Mallorca entre 1232 y 1236; muerto en Túnez, 29 de Junio de 1315. Probablemente un cortesano en la corte del rey Jaime de Aragón hasta los 30 años de edad, cuando se convirtió en eremita y más tarde en terciario de la Orden de San Francisco. Desde entonces pareció inspirado con extraordinario fervor por la conversión del mundo mahometano. Para este fin estudió lenguas orientales y la refutación de la filosofía árabe, especialmente la de Averroes. Fundó una escuela en Mallorca para los miembros de esta comunidad, donde se daba una especial atención al árabe y al caldeo. Más tarde enseñó en París. Hacia 1291 llegó a Túnez predicando a los sarracenos, disputando con ellos sobre filosofía, y tras otra breve estancia en París, volvió al Oriente como misionero. Después de padecer muchas penalidades y privaciones, retornó a Europa en 1311 para exponer ante el Concilio de Viena su plan de conversión de los musulmanes. De nuevo volvió a Túnez en 1315, donde murió apedreado por los sarracenos.
Coronación en Mallorca de Jaime II, protector y mecenas de Ramon Llull.

La actividad literaria de Raimundo se inspiró en sus propuestas misioneras y esfuerzos educativos. En los numerosos escritos surgidos de su ágil pluma (alrededor de 300), tanto en catalán como en latín, se esforzó por mostrar los errores del averroísmo y por exponer la teología cristiana de tal manera que los mismos sarracenos pudiesen ver la verdad sin error. Con este propósito inventó un aparato mecánico, una máquina lógica, en la que los sujetos y predicados de las proposiciones teológicas se organizaban en círculos, cuadrados, triángulos y otras figuras geométricas, de tal manera que moviendo una palanca, girando una manivela o rotando una rueda, las proposiciones convendrían por sí mismas en lo afirmativo o lo negativo y, por tanto, probarían por sí mismas su verdad. Este dispositivo fue llamado Ars Generalis Ultima o Ars Magna, y para su descripción y explicación dedicó la mayor parte de sus trabajos. Subrayando este esquema, se trataba de una filosofía teorética, o mejor, una teosofía, puesto que el elemento esencial en el método de Raimundo era la identificación de teología con filosofía. Los escolásticos del siglo XIII mantenían que, si bien las dos ciencias estaban de acuerdo, puesto que lo que es verdadero en filosofía no puede ser falso en teología, o viceversa, se trata de dos ciencias distintas, diferenciándose especialmente en que la teología hace uso de la revelación como fuente, mientras que la filosofía se apoya sobre la sola razón.

Ramon Llull, predicando.

Los árabes estuvieron completamente en desacuerdo con él, manteniendo el doble nivel de verdad, según el cual lo que es falso en filosofía puede ser verdadero en teología. Raimundo, llevado por el celo de refutar a los árabes, se fue al extremo opuesto. Sostuvo que no hay distinción entre filosofía y teología, entre razón y fe, resolviendo uno de los más grandes misterios mediante la prueba de significados de demostración lógica y el uso del Ars Magna. Ésta, en efecto, disolvía toda distinción entre verdad natural y sobrenatural. A diferencia de Abelardo, sin embargo, el racionalismo de Raimundo era de tipo místico: enseñaba expresamente que, para el entendimiento de las más altas verdades, la razón necesita ser ayudada por la fe; que una vez que la fe ha inundado el alma con su resplandor, persuasión, ilustración y fortaleza, «es tan capaz de mostrar que hay tres personas en un solo Dios como de probar que no hay tres dioses». «Contando con la gracia de Dios», escribió, «tengo la intención de probar los artículos de la fe con razones convincentes» («Opera», Strasburg. ed., p. 966). Por otro lado, sostiene que, si bien la razón necesita de la asistencia divina, la fe necesita también de la razón; la fe puede engañarnos a no ser que se guíe por la razón. Quien se apoya en la sola fe es como un hombre ciego que, apoyándose en el sentido del tacto, puede encontrar de vez en cuando lo que quiere, pero frecuentemente fracasa; para tener certeza de haber encontrado su objeto necesita tanto de la vista como del tacto. Así, Raimundo sostiene que un hombre, para encontrar la verdad sobre Dios, debe de tomar en consideración tanto la fe como la razón.

Ars magna, de Ramon Llull.

Estos principios fueron difundidos por los seguidores de Raimundo, conocidos como lulistas, quienes por un tiempo tuvieron gran influencia, especialmente en España, donde se desempeñaron con éxito fundando cátedras en las Universidades de Barcelona y Valencia para la difusión de las doctrinas del «Doctor Iluminado». Sin embargo, las autoridades eclesiásticas reconocieron las peligrosas consecuencias que se seguían de la distinción entre verdad natural y sobrenatural. Como consecuencia, a pesar de su laudable celo y su corona de martirio, Raimundo no fue canonizado. Su misticismo racionalista fue condenado formalmente por Gregorio XI en 1736 y la condena fue ratificada por Pablo IV. Las obras de Raimundo fueron publicadas en 10 tomos en Maguncia, 1721-1742. Hay, además, varias ediciones de parte de sus escritos. Sus poemas y tratados populares, escritos en catalán, tuvieron una amplia difusión ya en sus días y su estilo ganó un lugar de honor en la historia de la literatura medieval española. La edición más conocida de sus obras, en la que describe su máquina lógica, es la edición de Estrasburgo de 1651. La «Revista Lulliana», un periódico dedicado a la exposición de la filosofía de Raimundo, surgió en Barcelona en 1901.
RIBEIRA, Orígenes de la filosofía de Ramón Lulio (Madrid, 1899); DENIFLE in Arch. f. Litt. u. Kirchengesch. (1888), 352; DE WULF, History of Medieval Phil., tr. COFFEY (New York, 1909), 403 sqq.; TURNER, History of Philosophy (Boston, 1903), 394 sqq.

WILLIAN TURNER
Transcrito por Raymond Bonomi
Traducido por José Demetrio Jiménez, OSA

jueves, 8 de enero de 2009

William Blake

William Blake


Retrato de William Blake por Thomas Phillips.

William Blake (* Londres (Inglaterra); 28 de noviembre de 1757 – † Íbidem12 de agosto de 1827) fue un poetapintorgrabador y místico inglés. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida, actualmente el trabajo de Blake cuenta con una alta consideración. Por la relación que en su obra tienen la poesía y sus grabados respectivos suele ponerse a Blake como ejemplo del «artista total». Según el periódico The Guardian, «William Blake es con gran margen el mayor artista que Gran Bretaña ha producido»1

Considerar los logros de Blake en poesía o en las artes visuales por separado sería perjudicial para entender la magnitud de su obra: Blake veía estas dos disciplinas como dos medios de un esfuerzo espiritual unificado, y son inseparables para apreciar correctamente su trabajo. Por esta razón, las ediciones ilustradas de la obra de Blake han sido especialmente valoradas en el pasado, hasta que los avances en las técnicas de impresión han permitido una mayor difusión, al hacer éstas más accesibles.2

Infancia y familia 

Blake nació en el 28 de Broad Street, Golden Square, Londres, en una familia de clase media nueva, en el año 1757. Su padre era calcetero. Se cree que pertenecieron a una secta religiosa radical denominada Dissenters. La madre de Blake, Catherine Wright, y su primer marido habían pertenecido a la Iglesia de Moravia, y algunos críticos advierten ciertos ecos moravianos en la poesía de Blake. La Biblia fue una influencia temprana y profunda en Blake, y seguiría siendo una fuente de inspiración crucial durante toda su vida.

Desde una edad temprana Blake tuvo visiones, la más precoz fue cuando, en Peckham Rye, teniendo alrededor de nueve años vio un árbol lleno de ángeles «adornando con destellos, como estrellas, cada rama». De acuerdo con el biógrafo victoriano de Blake, Alexander Gilchrist, después de tener la visión regresó a su casa y lo comentó, escapando de una paliza de su padre por la intervención de su madre. Aunque todas las evidencias sugieren que los padres apoyaban a Blake y eran de tendencia muy liberal, su madre parece que fue especialmente defensora; varios dibujos y poemas primerizos de Blake decoraban las paredes de su habitación.

En otra ocasión, Blake observó a los segadores trabajando, y vio «figuras angelicales caminando entre ellos». Es posible que otras visiones ocurrieran antes de estos incidentes: más adelante en su vida, la esposa de Blake, Catherine, le recordaría la vez que vio la cabeza de Dios «colocada en la ventana». La visión, recordaba Catherine a su marido, le dejó gritando.3

Blake comenzó a grabar copias de dibujos de antigüedades griegas, llegando su padre a comprarle algunas (una indicación más del apoyo que sus padres le dieron), una práctica que le era preferida al dibujo propio. A partir de estos dibujos, Blake encontró su primera exposición a las formas clásicas, a través del trabajo de RafaelMiguel Ángel o Alberto Durero, artistas que no gozaban entonces de igual reconocimiento, pero que Blake creía superiores a aquellos de las escuelas flamencas y venecianas. La influencia de estas obras clásicas en sus pinturas puede apreciarse en su obra posterior.4

Sus padres conocían su temperamento testarudo y no le enviaron a la escuela sino que le permitieron acceder a la escuela de dibujo de Henry Pars, donde aprendió los fundamentos de este arte.Leía ávidamente los temas que él mismo elegía. Durante este período, Blake también hacía exploraciones en la poesía; sus primeros trabajos mostraban el conocimiento de Ben Jonson y Edmund Spenser.

Aprendizaje con Basire 
El 4 de agosto de 1772, a la edad de catorce años, Blake comenzó sus siete años de aprendizaje con James Basire, grabador de la Society of Antiquaries y de la Royal Society, en el 31 de Great Queen Street. El estilo de Basire, que muchos consideraban anticuado, encajaba más con el estilo personal de Blake; sin embargo, la instrucción en esta forma anticuada pudo haber tenido después un efecto perjudicial en sus intentos por adquirir trabajo o reconocimiento al final de su vida.

Durante este tiempo Blake aprendió la complicada técnica de los grabados tal como se hacían en la Inglaterra de finales del siglo XVIII. Se cree que algunas de las ilustraciones de Blake durante esta época pudieron ser las de A New System, or an Analysis of Ancient Mythology deJacob Bryant, y Sepulchral Monuments in Great Britain de Richard Gough. Sin embargo muchos de los trabajos que llevaban a cabo los aprendices en aquella época eran firmados por el maestro, de modo que no podemos saberlo con seguridad.

Basire era, al parecer, un buen profesor para Blake: no hay registros de ningún desacuerdo serio entre los dos durante el período de aprendizaje de Blake. Sin embargo, más adelante, Blake agregaría el nombre de Basire a su lista de adversarios artísticos, para tacharlo después.5 Durante su aprendizaje, Basire le envió a realizar copias de iglesias góticas de Londres, y especialmente para copiar los grabados de las tumbas de los reyes y reinas en la Abadía de Westminster (posiblemente para terminar con una pelea Blake y James Parker, otro de los aprendices). Las primeras obras que pueden atribuirse con toda seguridad a Blake muestran su interés por la historia y la leyendabritánica, más tarde unificaría estas obras en Joseph of Arimathea among the Rocks of Albion.

La abadía de Westminster tenía a finales del XVIII un aspecto completamente distinto al actual, estaba adornada con armaduras, efigies funerales pintadas y trabajos de cera multicolor. Fueron particularmente las experiencias de Blake en la abadía las que comenzaron a formar en el artista los fundamentos de sus ideas y su estilo artísticos. Blake empleó muchas tardes realizando bosquejos de la catedral, durante las cuales era en ocasiones interrumpido por alumnos de la escuela de Westminster. En una ocasión un estudiante molestó tanto a Blake que éste le golpeó haciéndole caer contra un andamio en el suelo, «sobre el cuál cayó con gran violencia». En la abadía, Blake tuvo otras visiones de una gran procesión de monjes y sacerdotes, que caminaban bajo el sonido de «un canto litúrgico y una coral».

La Royal Academy 
En 1779, a los 21 años, Blake pasó a ser estudiante de la Royal Academy en Old Somerset House. A pesar de que su educación allí no requería ningún pago por su parte, tuvo que conseguir sus propios materiales de trabajo durante los seis años de aprendizaje. Allí se rebeló contra lo que consideraba como el estilo inacabado de pintores de moda como Rubens, defendido por Joshua Reynolds, primer presidente de la escuela. Con el tiempo, Blake empezó a detestar la actitud de Reynolds sobre el arte, especialmente su búsqueda de la «verdad y la «belleza general». Reynolds en sus Discourses sostenía que «la tendencia a la abstracción era la mayor gloria de la mente humana». Blake, en un escrito privado respondió que «generalizar es ser un idiota, particularizar es la única distinción del mérito». Sentía Blake aversión también por la aparente humildad de Reynolds, que veía como una forma de hipocresía. En lo artístico, Blake prefería la exactitud clásica de sus primeras influencias, Miguel Ángel y Rafael a los óleos de Reynolds, que eran más «a la moda».

En junio de 1780, mientras caminaba hacia la tienda de Basire, Blake fue arrastrado por una multitud violenta que asaltaba la prisión deNewgate de Londres. La muchedumbre llevaba escarapelas (cintas) en sus gorros, como símbolo solidario a la insurrección de las colonias norteamericanas. Atacaron a los guardias de la prisión con palas y picos, antes de prender fuego al edificio. Los amotinados escalaron hasta el tejado y lo demolieron, liberando a los prisioneros. Blake se encontraba en la primera fila de la multitud durante el ataque. Muchos biógrafos creen que acompañó a la multitud por impulso.

Estos disturbios eran la respuesta a un proyecto de ley del parlamento que revocaba las sanciones contra los católicos. Se les ha venido a denominar los tumultos de Gordon debido a Lord George Gordon (cuya asociación protestante incitó a las revueltas) y provocaron una ráfaga de legislaciones por parte del gobierno de Jorge III, así como la creación de la primera fuerza policial británica.

Matrimonio 

En 1782 Blake conoció a John Flaxman, que llegaría a ser su patrón, y a la que sería su esposa Catherine Boucher. En ese tiempo, Blake había sido rechazado al pedir matrimonio a otra mujer. Tras contarle a Catherine y su familia la historia, y ante la compasión mostrada por ésta, Blake afirmó amarla. Se casaron el 18 de agosto de 1782 en la iglesia de St. MaryBattersea. Catherine era por entonces analfabeta, y firmó con una x su contrato marital. Más adelante Blake le enseñaría a leer y escribir así como a realizar grabados. Durante su vida, Catherine fue una inestimable ayuda para Blake, ayudando a imprimir sus trabajos iluminados y manteniendo su alegría estable tras numerosas desgracias. Su matrimonio, aunque sin hijos, continuó fiel y afectuoso durante el resto de la vida de Blake.

George Cumberland, uno de los fundadores de la National Gallery, llegó a ser un admirador del trabajo Blake. La primera colección de poemas de Blake, Poetical Sketches, fue publicada durante 1783. Después de la muerte de su padre, William y su hermano Robert abrieron una imprenta (1784) y comenzaron a trabajar con el editor radical Joseph Johnson. En la casa de Jonhson, Blake conocería algunos de los principales intelectuales disidentes de su época de Inglaterra, incluyendo al científico Joseph Priestley, el filósofo Richard Price, el pintor y futura amistad suya John Henry Fuseli, la escritora y feminista Mary Wollstonecraft y el revolucionario americano Thomas Paine. Blake, al igual que William Wordsworth o William Godwin, tenía puestas grandes esperanzas en las revoluciones francesa y americana; de hecho, acostumbraba a llevar una gorra roja como señal de solidaridad con los revolucionarios franceses. Sin embargo, sus esperanzas se vieron truncadas con Maximilien Robespierre y el Reinado del Terror durante la Revolución francesa.


Portada de Songs of Innocence and Experience.

Mary Wollstonecraft llegó a ser una amistad íntima, y Blake ilustró su Original Stories from Real Life (1788). Al parecer, compartían visiones similares sobre la igualdad de sexos y la institución del matrimonio. En Visions of the Daughters of Albion de 1793 Blake condenó la absurda crueldad de la castidad y el matrimonio sin amor y defendió el derecho de la mujer a su completa autorrealización.

En 1788, Blake comenzó a experimentar la técnica del aguafuerte, método usado para ilustrar la mayoría de sus libros de poemas. Este proceso es también denominado como impresión iluminada y lo que produce, libros iluminados o impresiones iluminadas. La impresión iluminada implicaba escribir el texto de los poemas en planchas de cobre con plumas y cepillos, usando un medio resistente al ácido. Las ilustraciones podían aparecer junto al texto de igual modo que los manuscritos iluminados medievales. Luego bañaba las placas enácido para disolver el cobre no tratado y dejar únicamente el diseño. Las páginas impresas con estas placas tenían que ser recoloreadas a mano con pinturas al agua y después se cosían para formar un volumen. Blake utilizó esta técnica en cuatro de sus trabajos: Canciones de inocencia y de experienciaThe Book of ThelEl matrimonio del cielo y el infierno y Jerusalem.

Últimos años y trabajos 

Aunque el matrimonio entre Blake y Catherine fue feliz y devoto hasta el final de su vida, hubo problemas iniciales como el analfabetismo de Catherine y el fracaso de la pareja en tener hijos. En un punto, de acuerdo con las creencias de la Swedenborgian Society, Blake sugirió traer a una concubina; a Catherine le apenó la idea, y Blake la desechó.

Más adelante, Blake vendió una gran cantidad de trabajos, en especial sus ilustraciones de la Biblia, a Thomas Butts. Cerca de 1800, Blake se trasladó a una casa de campo en Felpham (actual West Sussex), para llevar a cabo el trabajo de ilustrar las obras de William Hayley, un poeta mediocre. En este lugar Blake escribió Milton: a Poem, que sería publicado entre 1805 y 1808.

Blake aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad sexual y racial. Varios de sus poemas y pinturas expresan una noción de humanidad universal. Conservó un interés activo en los acontecimientos sociales y políticos durante toda su vida, aunque a menudo se vio forzado a disimular el idealismo social y transformar las declaraciones políticas en alegorías místicas protestantes. Blake rechazó toda forma de autoridad impuesta: de hecho, fue acusado por asalto y por pronunciar expresiones sediciosas y de traición contra el Rey en 1803 pero fue absuelto de estos cargos en las sesiones de Chichester.

Las opiniones de Blake sobre la opresión y la restricción de libertades se extendían a la Iglesia. Blake se consideraba un seguidor de la filosofía unitaria, y también manifestó ser Chosen Chief de la Ancient Druid Order desde 1799 a 1827. Sus creencias espirituales se evidencian en los poemas de Canciones de experiencia (de 1794), en los que Blake muestra su distinción entre el Dios del Antiguo Testamento, cuyas restricciones rechazaba, y el del Nuevo Testamento (Jesucristo), que veía como influencia positiva.


Beatriz dirigiéndose a DanteLa Divina Comedia.

Blake regresó a Londres en 1802 y comenzó a escribir e ilustrar Jerusalem (1804 a 1820). Fue presentado por George Cumberland a un joven artista, John Linnell. A través de Linnell, Blake conoció a Samuel Palmer, que pertenecía a un grupo de artistas que se denominaban los «Antiguos de Shoreham» (Shoreham Ancients). Este grupo compartía con Blake el rechazo a las tendencias modernas y su creencia en una nueva era espiritual y artística. A la edad de 65, Blake comenzó a trabajar en las ilustraciones para el Libro de Job. Estos trabajos fueron posteriormente admirados porJohn Ruskin, que comparaba favorablemente a Blake con Rembrandt.

William Blake murió en 1827 y fue enterrado en una tumba sin nombrar, en Bunhill Fields, Londres. Un monumento fue erigido para él y su esposa. Su vida se podría resumir en su declaración: «La imaginación no es un estado: es la existencia humana en sí misma». Blake ha sido reconocido como santo por la Ecclesia Gnostica Catholica. El premio Blake para arte religioso fue establecido enAustralia en 1949, en su honor.

William Blake y la pintura 

La pintura de Blake, basada en visiones fantásticas de rico simbolismo, tiene cierta influencia de Miguel Ángel, por la musculatura de sus figuras y los escorzos a los que las somete. Aplicó su arte pictórico para ilustrar tanto composiciones propias como ajenas: el Paraíso perdidode Milton (una de sus obras favoritas), o Las noches, de Edward Young. La relación que hay entre los poemas y las ilustraciones es compleja y exige imaginación por parte del lector, ya que se basa no tanto en el tema del poema en sí como en la sensación que este transmite.

Obra 
Libros iluminados 

  • h.1788: "All Religions are One".
    • "There is No Natural Religion".
  • 1789: "Songs of Innocence" ("Cantares de inocencia").
    • "The Book of Thel".
  • 1790–1793: "The Marriage of Heaven and Hell" ("El matrimonio del cielo y el infierno").
  • 1793: "Visions of the Daughters of Albion" ("Las visiones de las hijas de Albión").
    • "America: a Prophecy" ("América: una profecía").
  • 1794: "Europe: a Prophecy" ("Europa: una profecía").
    • "The First Book of Urizen" ("El libro de Urizén").
    • "Songs of Experience" ("Canciones de experiencia").
  • 1795: "The Book of Los".
    • "The Song of Los".
    • "The Book of Ahania".
  • h.1804–h.1811: "Milton: a Poem" ("Milton: un poema").
  • 1804–1820: "Jerusalem: The Emanation of The Giant Albion" ("Jerusalén").

Ilustrados por Blake 

Otras obras 

  • Never seek to tell thy love
  • Tiriel (h. 1789)

Bibliografía 
Obra propia en castellano 

Sobre William Blake 

  • Ackroyd, Peter (1995). Blake. Sinclair-Stevenson. ISBN 1-85619-278-4.
  • Bentley Jr., G. E. (2001). The Stranger From Paradise: A Biography of William Blake. Yale University Press. ISBN 0-300-08939-2.
  • Bronowski, Jacob (1972). William Blake and the Age of Revolution. Routledge y K. Paul. ISBN 0-7100-7277-5.
  • – (1967). William Blake, 1757-1827; a man without a mask. Haskell House Publishers.
  • Chesterton, G. K. (1910). William Blake. Biografía. (Chesterton, G. K. (2007). William Blake. Ediciones Espuela de Plata. ISBN 978-84-96133-91-4.)
  • Erdman, David V. (1977). Blake: Prophet Against Empire: A Poet's Interpretation of the History of His Own Times. Princeton University Press. ISBN 0-486-26719-9.
  • Foster Damon, S. (1979). A Blake Dictionary. Shambhala. ISBN 0-394-73688-5.
  • Frye, Northrop (1947). Fearful Symmetry. Princeton Univ Press. ISBN 0-691-06165-3.
  • Gilchrist (1880). Life and Works of William Blake. Londres, segunda edición.
  • King, James (1991). William Blake: His Life. St. Martin's Press. ISBN 0-312-07572-3.
  • Dr. Malkin (1806). A Father's Memories of his Child.
  • Marshall, Peter (1988). William Blake: Visionary Anarchist ISBN 090038477.
  • Mitchell, W.J.T. (1978). Blake's Composite Art: A Study of the Illuminated Poetry. Yale University Press. ISBN 0-691-01402-7.
  • Paananen, Victor N. (1996). William Blake. Twayne Publishers. ISBN 0-8057-7053-4.
  • Rosetti, W. M. (editor) (1874). Poetical Works of William Blake. Londres.
  • Rosso Jr., George Anthony (1993). Blake's Prophetic Workshop: A Study of The Four Zoas. Associated University Presses. ISBN 0-8387-5240-3.
  • Russell, A. G. B. (1912). Engravings of William Blake.
  • Sélincourt, Basil de (1909). William Blake. Londres.
  • Swinburne (1868). William Blake: A Critical Essay. Londres.
  • Thompson, E.P. (1993). Witness against the Beast. Cambridge University Press. ISBN 0-521-22515-9.
  • Viscomi, Joseph (1993). Blake and the Idea of the Book. Princeton UP. ISBN 0-691-06962-X.
  • Yeats, W. B. (1903). Ideas of Good and Evil. Ensayos.
Notas
  1.  Blake's heaven, Guardian Unlimited
  2.  Introducción de Sir Geoffrey Keynes a Songs of Innocence and Experience, Oxford University Press, 1977.
  3.  543, Blake Record, ed. Bentley Jr., Oxford, 1969
  4.  422, id.
  5.  43, Blake, Peter Akroyd, Sinclair-Stevenson, 1995

Véase también 

Enlaces externos 

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