sábado, 29 de noviembre de 2008

Antoine-Laurent de Lavoisier

Antoine-Laurent de Lavoisier

Lavoisier y su esposa

(París, 1743 - id., 1794) Químico francés, padre de la química moderna. Orientado por su familia en un principio a seguir la carrera de derecho, Antoine-Laurent de Lavoisier recibió una magnífica educación en el Collège Mazarino, en donde adquirió no sólo buenos fundamentos en materia científica, sino también una sólida formación humanística.

Lavoisier ingresó luego en la facultad de derecho de París, donde se graduó en 1764, por más que en esta época su actividad se orientó sobre todo hacia la investigación científica. En 1766 recibió la medalla de oro de la Academia de Ciencias francesa por un ensayo sobre el mejor método de alumbrado público para grandes poblaciones. Con el geólogo J.E. Guettard, confeccionó un atlas mineralógico de Francia. En 1768 presentó una serie de artículos sobre análisis de muestras de agua, y fue admitido en la Academia, de la que fue director en 1785 y tesorero en 1791.

Su esposa, Marie Paulze, con quien se casó en 1771, fue además su más estrecha colaboradora, e incluso tradujo al inglés los artículos redactados por su esposo. Un año antes, éste se había ganado una merecida reputación entre la comunidad científica de la época al demostrar la falsedad de la antigua idea, sostenida incluso por Robert Boyle, de que el agua podía ser convertida en tierra mediante sucesivas destilaciones.

La especulación acerca de la naturaleza de los cuatro elementos tradicionales (aire, agua, tierra y fuego) llevó a Lavoisier a emprender una serie de investigaciones sobre el papel desempeñado por el aire en las reacciones de combustión. Presentó a la Academia los resultados de su investigación en 1772, e hizo hincapié en el hecho de que cuando se queman el azufre o el fósforo, éstos ganan peso por absorber «aire», mientras que el plomo metálico formado tras calentar el plomo mineral lo pierde por haber perdido «aire». A partir de los trabajos de Priestley, acertó a distinguir entre un «aire» que no se combina tras la combustión o calcinación (el nitrógeno) y otro que sí lo hace, al que denominó oxígeno (productor de ácido).

Los resultados cuantitativos y demás evidencias que obtuvo Lavoisier se oponían a la teoría del flogisto, aceptada incluso por Priestley, según la cual una sustancia hipotética –el flogisto– era la que se liberaba o se adquiría en los procesos de combustión de las sustancias. Lavoisier publicó en 1786 una brillante refutación de dicha teoría, que logró persuadir a gran parte de la comunidad científica del momento, en especial la francesa; en 1787 se publicó el Méthode de nomenclature chimique, bajo la influencia de las ideas de Lavoisier, en el que se clasificaron y denominaron los elementos y compuestos entonces conocidos.

En 1789, en colaboración con otros científicos fundó Annales de Chimie, publicación monográfica dedicada a la nueva química. La expansión de la doctrina defendida por Lavoisier se vio favorecida con la publicación en 1789 de su obra Tratado elemental de química. De este libro, que contiene una concisa exposición de su labor, cabe destacar la formulación de un primer enunciado de la ley de la conservación de la materia.

También efectuó investigaciones sobre la fermentación y sobre la respiración animal. De los resultados obtenidos tras estudiar el intercambio de gases durante el proceso de respiración, en una serie de experimentos pioneros en el campo de la bioquímica, concluyó que la respiración es un tipo de reacción de oxidación similar a la combustión del carbón, con lo cual se anticipó a las posteriores explicaciones del proceso cíclico de la vida animal y vegetal.

Lavoisier fue asimismo un destacado personaje de la sociedad francesa de su tiempo. De ideas moderadas, desempeñó numerosos cargos públicos en la Administración del Estado, si bien su adhesión al impopular Ferme Générale le supuso la enemistad con el revolucionario Marat. Un año después del inicio del Terror, en mayo de 1794, tras un juicio de tan sólo unas horas, un tribunal revolucionario lo condenó a la guillotina.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Dietrich Bonhoeffer

Dietrich Bonhoeffer

"Lo bueno y lo justo solo puede brotar de un corazón pacífico, libre y generoso. Esa ha sido mi experiencia a lo largo de toda mi vida." -Dietrich Bonhoeffer

Dietrich Bonhoeffer fue un pastor protestante luterano y teólogo.
Se lo conoció como una de las pocas figuras de la década de 1930 que comprendió la teología tanto en alemán como en inglés. Fue, también, una de las principales figuras de la resistencia alemana al régimen del Tercer Reich encabezado por Adolf Hitler.

Nació el 4 de febrero de 1906 en Breslau. Fue el sexto hijo de Karl y Paula Bonhoeffer. Su padre fue un conocido profesor de psiquiatría y neurología; su madre, una de las pocas mujeres de la época con título universitario.

Estudió teología en Tübingen, Berlín, y en el Seminario de la Unión Teológica en Nueva York. También participó en el movimiento ecuménico europeo.
Luego de tres años de estudio en la Universidad de Berlín (1924-1927) escribió su disertación, Sanctorum Communio, y obtuvo su doctorado con honores. Acto y Ser fue el nombre de su tesis aprobada en julio de 1930, la cual le permitió dar clases en la universidad de la capital de Alemania.

Desde 1929 hasta 1930 Bonhoeffer desempeñó labores pastorales en una congregación alemana en Barcelona.

Luego de realizar un posgrado en el Seminario de la Unión Teológica en Nueva York, entre 1930 y 1931, regresó a la Universidad de Berlín para desempeñarse como conferenciante en teología. En noviembre de ese mismo año se ordenó en la iglesia de St. Matthias de Berlín.

En septiembre de 1933 ayudó a organizar la Liga de Emergencia de los Pastores. Luego asumió como pastor en la Iglesia Evangélica Alemana (la mayor iglesia protestante del país) y en la Iglesia Reformista de San Pablo en Londres.

Durante su estadía en Inglaterra, cultivó una gran amistad con el influyente obispo de Chichester, George Bell. En mayo de 1934 se terminó de organizar la Iglesia Confesional en Barmen, Alemania, por lo queDietrich Bonhoeffer regresó de Inglaterra en 1935 para hacerse cargo del seminario que se encontraba en la localidad de Zingst -un colegio trasladado ese mismo año a Finkenwalde, en Pomerania.

En septiembre de 1937 la Gestapo cerró el seminario de Finkenwalde. En noviembre, 27 ex alumnos de Bonhoeffer ya estaban bajo arresto.
La Iglesia Confesional había nacido por iniciativa de los mayores oponentes a la interferencia nazi en las iglesias, entre ellos Dietrich Bonhoeffer.

En el ensayo de 1933 La Iglesia y el Interrogante Judío, Bonhoeffer fue el primero en tratar los problemas emergentes que debía encarar la iglesia bajo el régimen nazi.

Bonhoeffer dejó en claro que la iglesia estaba obligada a combatir la injusticia política.

De sus experiencias en Finkenwalde surgen dos de sus libros más conocidos, El Costo del Discipulado, y Vida en Conjunto, así como sus escritos menos conocidos, entre ellos Cuidado Espiritual.

La Iglesia Confesional sostenía que el cristianismo era incompatible con el nacional-socialismo y sus doctrinas raciales. Bonhoeffer no sólo insistió en la libertad de predicar el Evangelio; también estaba listo para arriesgar su vida como un cristiano que se resistía a Hitler y que ayudaba a judíos a eludir su captura.

Como consecuencia de esto último, el 5 de agosto de 1936 le retiraron la autorización para enseñar en la Universidad de Berlín.

Hasta 1939 continuó formando pastores en la Iglesia Confesional.

Según Robert S. Wistrich en su libro Who's Who in Nazi Germany (Quién es Quién en la Alemania Nazi), Bonhoeffer sostenía que "una iglesia es una iglesia, cuando existe para aquellos que no pertenecen a ella", y proclamó su "obligación incondicional para con las víctimas de todo sistema social, incluso si no pertenecen a la comunidad cristiana"

Durante su estadía en Suecia, en mayo de 1942, Bonhoeffer se contactó con la Oficina Extranjera Británica. Llevó ofertas concretas de un círculo de resistencia que integraba, liderado por el General Hans Oster y por el General Ludwig Beck. La propuesta fue rechazada.

Los contactos y actividades de Bonhoeffer lo convirtieron en uno de los principales sospechosos para la policía secreta y los servicios de seguridad del Reich. Luego de clausurar su seminario por segunda vez en 1940, la Gestapo le prohibió hablar, predicar o publicar sus escritos.
El 5 de abril de 1943 fue arrestado y encarcelado, acusado de sublevarse contra las fuerzas armadas. Luego del fallo en su contra en 1944, Bonhoeffer fue enviado a Buchenwald y finalmente al campo de concentración de Flossenbürg.

El 9 de abril de 1945 lo ejecutaron en la horca. Tenía 39 años.

Otros tres miembros de su familia también fueron asesinados por participar en el movimiento de resistencia protestante.
Las cartas que escribió durante sus últimos dos años de vida fueron publicadas póstumamente por su alumno y amigo Berhard Bethge con el nombre de Cartas y Escritos desde la Prisión. La correspondencia con su prometida, Maria von Wedermeyer, fueron publicadas como Cartas de Amor desde la Celda 92.

Como teólogo, las ideas de Bonhoeffer y su discusión sobre un "Cristianismo laico", reforzadas por su propio martirio, ejercitaron una considerable influencia sobre el pensamiento protestante de posguerra en Gran Bretaña y América.
Dietrich Bonhoeffer también fue músico y autor de obras de ficción y poesías.

http://biografas.blogspot.com/2006/10/dietrich-bonhoeffer.html

martes, 25 de noviembre de 2008

Galileo Galilei

Galileo Galilei

Galileo Galilei nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Lo poco que, a través de algunas cartas, se conoce de su madre, Giulia Ammannati di Pescia, no compone de ella una figura demasiado halagüeña. Su padre, Vincenzo Galilei, era florentino y procedía de una familia que tiempo atrás había sido ilustre; músico de vocación, las dificultades económicas lo habían obligado a dedicarse al comercio, profesión que lo llevó a instalarse en Pisa. Hombre de amplia cultura humanista, fue un intérprete consumado y un compositor y teórico de la música, cuyas obras sobre el tema gozaron de una cierta fama en la época. De él hubo de heredar Galileo no sólo el gusto por la música (tocaba el laúd), sino también el carácter independiente y el espíritu combativo, y hasta puede que el desprecio por la confianza ciega en la autoridad y el gusto por combinar la teoría con la práctica. Galileo fue el primogénito de siete hermanos de los que tres (Virginia, Michelangelo y Livia) hubieron de contribuir, con el tiempo, a incrementar sus problemas económicos. En 1574 la familia se trasladó a Florencia y Galileo fue enviado un tiempo al monasterio de Santa Maria di Vallombrosa, como alumno o quizá como novicio.

Juventud académica

En 1581 Galileo ingresó en la Universidad de Pisa, donde se matriculó como estudiante de medicina por voluntad de su padre. Cuatro años más tarde, sin embargo, abandonó la universidad sin haber obtenido ningún título, aunque con un buen conocimiento de Aristóteles. Entretanto, se había producido un hecho determinante en su vida: su iniciación en las matemáticas, al margen de sus estudios universitarios, y la consiguiente pérdida de interés por su carrera como médico. De vuelta en Florencia en 1585, Galileo pasó unos años dedicado al estudio de las matemáticas, aunque interesado también por la filosofía y la literatura (en la que mostraba sus preferencias por Ariosto frente a Tasso); de esa época data su primer trabajo sobre el baricentro de los cuerpos -que luego recuperaría, en 1638, como apéndice de la que habría de ser su obra científica principal- y la invención de una balanza hidrostática para la determinación de pesos específicos, dos contribuciones situadas en la línea de Arquímedes, a quien Galileo no dudaría en calificar de «sobrehumano».


Galileo Galilei (Retrato de Domenico Crespi)

Tras dar algunas clases particulares de matemáticas en Florencia y en Siena, trató de obtener un empleo regular en las universidades de Bolonia, Padua y en la propia Florencia. En 1589 consiguió por fin una plaza en el Estudio de Pisa, donde su descontento por el paupérrimo sueldo percibido no pudo menos que ponerse de manifiesto en un poema satírico contra la vestimenta académica. En Pisa compuso Galileo un texto sobre el movimiento, que mantuvo inédito, en el cual, dentro aún del marco de la mecánica medieval, criticó las explicaciones aristotélicas de la caída de los cuerpos y del movimiento de los proyectiles; en continuidad con esa crítica, una cierta tradición historiográfica ha forjado la anécdota (hoy generalmente considerada como inverosímil) de Galileo refutando materialmente a Aristóteles mediante el procedimiento de lanzar distintos pesos desde lo alto del Campanile, ante las miradas contrariadas de los peripatéticos...

En 1591 la muerte de su padre significó para Galileo la obligación de responsabilizarse de su familia y atender a la dote de su hermana Virginia. Comenzaron así una serie de dificultades económicas que no harían más que agravarse en los años siguientes; en 1601 hubo de proveer a la dote de su hermana Livia sin la colaboración de su hermano Michelangelo, quien había marchado a Polonia con dinero que Galileo le había prestado y que nunca le devolvió (por el contrario, se estableció más tarde en Alemania, gracias de nuevo a la ayuda de su hermano, y envió luego a vivir con él a toda su familia).

La necesidad de dinero en esa época se vio aumentada por el nacimiento de los tres hijos del propio Galileo: Virginia (1600), Livia (1601) y Vincenzo (1606), habidos de su unión con Marina Gamba, que duró de 1599 a 1610 y con quien no llegó a casarse. Todo ello hizo insuficiente la pequeña mejora conseguida por Galileo en su remuneración al ser elegido, en 1592, para la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua por las autoridades venecianas que la regentaban. Hubo de recurrir a las clases particulares, a los anticipos e, incluso, a los préstamos. Pese a todo, la estancia de Galileo en Padua, que se prolongó hasta 1610, constituyó el período más creativo, intenso y hasta feliz de su vida.

En Padua tuvo ocasión Galileo de ocuparse de cuestiones técnicas como la arquitectura militar, la castrametación, la topografía y otros temas afines de los que trató en sus clases particulares. De entonces datan también diversas invenciones, como la de una máquina para elevar agua, un termoscopio y un procedimiento mecánico de cálculo que expuso en su primera obra impresa: Le operazioni del compasso geometrico e militare, 1606. Diseñado en un principio para resolver un problema práctico de artillería, el instrumento no tardó en ser perfeccionado por Galileo, que amplió su uso en la solución de muchos otros problemas. La utilidad del dispositivo, en un momento en que no se habían introducido todavía los logaritmos, le permitió obtener algunos ingresos mediante su fabricación y comercialización.

En 1602 Galileo reemprendió sus estudios sobre el movimiento, ocupándose del isocronismo del péndulo y del desplazamiento a lo largo de un plano inclinado, con el objeto de establecer cuál era la ley de caída de los graves. Fue entonces, y hasta 1609, cuando desarrolló las ideas que treinta años más tarde, constituirían el núcleo de susDiscorsi.

El mensaje de los astros

En julio de 1609, de visita en Venecia (para solicitar un aumento de sueldo), Galileo tuvo noticia de un nuevo instrumento óptico que un holandés había presentado al príncipe Mauricio de Nassau; se trataba del anteojo, cuya importancia práctica captó Galileo inmediatamente, dedicando sus esfuerzos a mejorarlo hasta hacer de él un verdadero telescopio. Aunque declaró haber conseguido perfeccionar el aparato merced a consideraciones teóricas sobre los principios ópticos que eran su fundamento, lo más probable es que lo hiciera mediante sucesivas tentativas prácticas que, a lo sumo, se apoyaron en algunos razonamientos muy sumarios.


Galileo ante el Santo Oficio (Óleo de Robert-Fleury)

Sea como fuere, su mérito innegable residió en que fue el primero que acertó en extraer del aparato un provecho científico decisivo. En efecto, entre diciembre de 1609 y enero de 1610 Galileo realizó con su telescopio las primeras observaciones de la Luna, interpretando lo que veía como prueba de la existencia en nuestro satélite de montañas y cráteres que demostraban su comunidad de naturaleza con la Tierra; las tesis aristotélicas tradicionales acerca de la perfección del mundo celeste, que exigían la completa esfericidad de los astros, quedaban puestas en entredicho. El descubrimiento de cuatro satélites de Júpiter contradecía, por su parte, el principio de que la Tierra tuviera que ser el centro de todos los movimientos que se produjeran en el cielo. En cuanto al hecho de que Venus presentara fases semejantes a las lunares, que Galileo observó a finales de 1610, le pareció que aportaba una confirmación empírica al sistema heliocéntrico de Copérnico, ya que éste, y no el de Tolomeo, estaba en condiciones de proporcionar una explicación para el fenómeno.

Ansioso de dar a conocer sus descubrimientos, Galileo redactó a toda prisa un breve texto que se publicó en marzo de 1610 y que no tardó en hacerle famoso en toda Europa: el Sidereus Nuncius, el 'mensajero sideral' o 'mensajero de los astros', aunque el título permite también la traducción de 'mensaje', que es el sentido que Galileo, años más tarde, dijo haber tenido en mente cuando se le criticó la arrogancia de atribuirse la condición de embajador celestial.

El libro estaba dedicado al gran duque de Toscana Cósimo II de Médicis y, en su honor los satélites de Júpiter recibían allí el nombre de «planetas Medíceos». Con ello se aseguró Galileo su nombramiento como matemático y filósofo de la corte toscana y la posibilidad de regresar a Florencia, por la que venía luchando desde hacía ya varios años. El empleo incluía una cátedra honoraria en Pisa, sin obligaciones docentes, con lo que se cumplía una esperanza largamente abrigada y que le hizo preferir un monarca absoluto a una república como la veneciana, ya que, como él mismo escribió, «es imposible obtener ningún pago de una república, por espléndida y generosa que pueda ser, que no comporte alguna obligación; ya que, para conseguir algo de lo público, hay que satisfacer al público».

La batalla del copernicanismo

El 1611 un jesuita alemán, Christof Scheiner, había observado las manchas solares publicando bajo seudónimo un libro acerca de las mismas. Por las mismas fechas Galileo, que ya las había observado con anterioridad, las hizo ver a diversos personajes durante su estancia en Roma, con ocasión de un viaje que se calificó de triunfal y que sirvió, entre otras cosas, para que Federico Cesi le hiciera miembro de la Accademia dei Lincei que él mismo había fundado en 1603 y que fue la primera sociedad científica de una importancia perdurable.

Bajo sus auspicios se publicó en 1613 la Istoria e dimostrazione interno alle macchie solari, donde Galileo salía al paso de la interpretación de Scheiner, quien pretendía que las manchas eran un fenómeno extrasolar («estrellas» próximas al Sol, que se interponían entre éste y la Tierra). El texto desencadenó una polémica acerca de la prioridad en el descubrimiento, que se prolongó durante años e hizo del jesuita uno de los más encarnizados enemigos de Galileo, lo cual no dejó de tener consecuencias en el proceso que había de seguirle la Inquisición. Por lo demás, fue allí donde, por primera y única vez, Galileo dio a la imprenta una prueba inequívoca de su adhesión a la astronomía copernicana, que ya había comunicado en una carta a Kepler en 1597.

Ante los ataques de sus adversarios académicos y las primeras muestras de que sus opiniones podían tener consecuencias conflictivas con la autoridad eclesiástica, la postura adoptada por Galileo fue la de defender (en una carta dirigida a mediados de 1615 a Cristina de Lorena) que, aun admitiendo que no podía existir contradicción ninguna entre las Sagradas Escrituras y la ciencia, era preciso establecer la absoluta independencia entre la fe católica y los hechos científicos. Ahora bien, como hizo notar el cardenal Bellarmino, no podía decirse que se dispusiera de una prueba científica concluyente en favor del movimiento de la Tierra, el cual, por otra parte, estaba en contradicción con las enseñanzas bíblicas; en consecuencia, no cabía sino entender el sistema copernicano como hipotético. En este sentido, el Santo Oficio condenó el 23 de febrero de 1616 al sistema copernicano como «falso y opuesto a las Sagradas Escrituras», y Galileo recibió la admonición de no enseñar públicamente las teorías de Copérnico.


Parte final del documento de abjuración de Galileo

Galileo, conocedor de que no poseía la prueba que Bellarmino reclamaba, por más que sus descubrimientos astronómicos no le dejaran lugar a dudas sobre la verdad del copernicanismo, se refugió durante unos años en Florencia en el cálculo de unas tablas de los movimientos de los satélites de Júpiter, con el objeto de establecer un nuevo método para el cálculo de las longitudes en alta mar, método que trató en vano de vender al gobierno español y al holandés.

En 1618 se vio envuelto en una nueva polémica con otro jesuita, Orazio Grassi, a propósito de la naturaleza de los cometas, que dio como resultado un texto, Il Saggiatore(1623), rico en reflexiones acerca de la naturaleza de la ciencia y el método científico, que contiene su famosa idea de que «el Libro de la Naturaleza está escrito en lenguaje matemático». La obra, editada por la Accademia dei Lincei, venía dedicada por ésta al nuevo papa Urbano VIII, es decir, el cardenal Maffeo Barberini, cuya elección como pontífice llenó de júbilo al mundo culto en general y, en particular, a Galileo, a quien el cardenal había ya mostrado su afecto.

La nueva situación animó a Galileo a redactar la gran obra de exposición de la cosmología copernicana que ya había anunciado en 1610: el Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo, tolemaico e copernicano; en ella, los puntos de vista aristotélicos defendidos por Simplicio se confrontaban con los de la nueva astronomía abogados por Salviati, en forma de diálogo moderado por la bona mens de Sagredo. Aunque la obra fracasó en su intento de estar a la altura de las exigencias expresadas por Bellarmino, ya que aportaba, como prueba del movimiento de la Tierra, una explicación falsa de las mareas, la inferioridad de Simplicio ante Salviati era tan manifiesta que el Santo Oficio no dudó en abrirle un proceso a Galileo, pese a que éste había conseguido un imprimatur para publicar el libro en 1632. Iniciado el 12 de abril de 1633, el proceso terminó con la condena a prisión perpetua, pese a la renuncia de Galileo a defenderse y a su retractación formal. La pena fue suavizada al permitírsele que la cumpliera en su quinta de Arcetri, cercana al convento donde en 1616 y con el nombre de sor Maria Celeste había ingresado su hija más querida, Virginia, que falleció en 1634.

En su retiro, donde a la aflicción moral se sumaron las del artritismo y la ceguera, Galileo consiguió completar la última y más importante de sus obras: los Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno à due nueve scienze, publicado en Leiden por Luis Elzevir en 1638. En ella, partiendo de la discusión sobre la estructura y la resistencia de los materiales, Galileo sentó las bases físicas y matemáticas para un análisis del movimiento, que le permitió demostrar las leyes de caída de los graves en el vacío y elaborar una teoría completa del disparo de proyectiles. La obra estaba destinada a convertirse en la piedra angular de la ciencia de la mecánica construida por los científicos de la siguiente generación, con Newton a la cabeza.

En la madrugada del 8 al 9 de enero de 1642, Galileo falleció en Arcetri confortado por dos de sus discípulos, Vincenzo Viviani y Evangelista Torricelli, a los cuales se les había permitido convivir con él los últimos años.

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jueves, 6 de noviembre de 2008

Arthur Compton

Arthur Compton

Arthur Holly Compton (n. WoosterOhio10 de septiembre de 1892 - † BerkeleyCalifornia15 de marzo de 1962) fue un físico estadounidense galardonado con el Premio Nobel de Física en 1927.

Biografía [editar]

Conferencia Solvay de 1927. Podemos observar a Arhtur Holly Compton el cuarto de la segunda fila comenzando por la derecha, sentado justo detrás de Albert Einstein
Conferencia Solvay de 1927. Podemos observar a Arhtur Holly Compton el cuarto de la segunda fila comenzando por la derecha, sentado justo detrás de Albert Einstein

Compton nació en Wooster (Ohio) y estudió en el Wooster College y en la Universidad de Princeton. En 1923 fue profesor de física en la Universidad de Chicago. Durante su estancia en esta universidad, Compton dirigió el laboratorio en el que se produjo la primera reacción nuclear en cadena, lo que provocó que tuviera un papel relevante en el Proyecto Manhattan, la investigación que desarrolló la primera bomba atómica.

Desde 1945 hasta 1953 Compton fue rector de la Universidad de Washington y después de 1954 fue catedrático de Filosofía Natural.

Investigaciones científicas [editar]

Sus estudios de los rayos X le llevaron a descubrir en 1922 el denominado efecto Compton. El efecto Compton es el cambio de longitud de onda de la radiación electromagnética de alta energía al ser difundida por los electrones. El descubrimiento de este efecto confirmó que la radiación electromagnética tiene propiedades tanto de onda como de partículas, un principio central de la teoría cuántica.

Por su descubrimiento del efecto Compton y por su investigación de los rayos cósmicos y de la reflexión, la polarización y los espectros de los rayos X compartió el Premio Nobel de Física de 1927 con el físico británicoCharles Wilson.

Reconocimientos [editar]

En su honor, así como en el de su hermano Karl Taylor Compton, se bautizó al cráter Compton de la Luna así como el asteroide (52337) Compton, descubierto el 2 de septiembre de 1992 por Freimut Börngen y Lutz D. Schmadel.

Véase también [editar]

Enlaces externos [editar]

Nicolas Sarkozy

Nicolas Sarkozy

Nicolas Sarkozy

Nicolas Paul Stéphane Sarkozy de Nagy-Bocsa (n. París28 de enero de 1955) es un político francés y desde el 16 de mayo de 2007, el vigesimotercer Presidente de la República Francesa, puesto que confiere también los cargos de Copríncipe de Andorra y Maestre de la Legión de Honor.1 .

Miembro de los partidos conservadores Rassemblement pour la République (RPR) y Union pour un mouvement populaire (UMP), del que fue presidente entre 2005 a 2007, y alcalde de la ciudad de Neuilly-sur-Seine entre 1983 y 2002, Sarkozy ocupó los cargos de Ministro de Finanzas, Ministro de Comunicación y Portavoz del Gobierno de Édouard Balladur entre1993 y 1995. Entre 2002 y 2004, Sarkozy ocupó los cargos de Ministro del Interior yMinistro de Economía, Finanzas e Industria en los diversos gobiernos presididos por Jean-Pierre Raffarin. Elegido en 2004 presidente del Consejo General de la región de Altos del Sena, en 2005 entró nuevamente en el gobierno de Francia, presidido por Dominique de Villepin, en la función de Ministro del Interior, puestos que ocupó hasta su designación para la presidencia de la República en 2007. Nicolas Sarkozy fue elegido Presidente tras obtener el 53,06 % de los sufragios, emitidos en los comicios celebrados el 6 de mayo de 2007, frente al 46,94 % de su rival Ségolène Royal.

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