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miércoles, 25 de junio de 2008

Abel

Abel

En la Biblia, Abel (en hebreo הבל, Hevel, que significa aliento, nada; en árabe هابيل, Hābīl) es el segundo hijo de Adán y Eva. Fue asesinado por su hermano Caín, quien envidiaba la satisfacción divina con las ofrendas de Abel; de acuerdo a la tradición, la suya fue la primera muerte de un ser humano.
Representación de Caín conduciendo a Abel a la muerte, por James Tissot
Representación de Caín conduciendo a Abel a la muerte, por James Tissot
Página de la Biblia de Alba, perteneciente a la Casa de Alba, en la que se muestra el asesinato de Abel. Esta corresponde a la primera traducción al castellano de este pasaje de la biblia.
Página de la Biblia de Alba, perteneciente a la Casa de Alba, en la que se muestra el asesinato de Abel. Esta corresponde a la primera traducción al castellano de este pasaje de la biblia.

Historia

La historia, relatada Génesis 4:1-16, afirma que Abel era pastor y su hermano mayor se dedicaba a la agricultura. Las ofrendas de frutos de éste no contaron con el agrado de Dios, que sin embargo aceptó las de su hermano menor. La razón del favor divino no se explica; la tradición talmudica hace hincapié en el matiz de generosidad con que Abel ofrece a Dios las más selectas ovejas de su rebaño para destacar que la ofrenda de Caín, nacida de la obligación y no de la generosidad, no era deseable. El anónimo autor de Hebreos 11:4 sostiene que fue la fe de Abel —y la falta de la misma de Caín— lo que ocasionó la diferencia en el trato; Juan el Evangelista1Juan 3:12) sostiene que Abel era justo, y su hermano pecador, probablemente basándose en Génesis 4:7. (

De acuerdo a la tradición oral, las ofrendas de Abel fueron consumidas por el fuego enviado por Dios. Caín, envidioso del favor de éste, y pese a la advertencia divina de que era la justicia de sus obras lo que decidiría que su ofrenda se aceptase o no, mató a su hermano. Según Jerónimo de Estridón, que recoge una tradición antigua, el lugar de los hechos es la ubicación de la actual Damasco; otros hagiógrafos lo fijan junto a Hebrón, aunque no hay tradiciones locales que avalen ninguna de las dos leyendas.

Por la muerte de Abel, Caín fue expulsado "de la presencia de Jehová", y marchó a habitar a la tierra de Nod, "al este del Edén". La tradición judía dice que Abel fue enterrado por sus padres, siguiendo las indicaciones de un cuervo enviado por Dios para ese propósito; el Corán, por el contrario, sostiene que fue Caín quien fue instruido por un cuervo para enterrarlo (Sura 5.31). En el capítulo 22 del libro de Enoc, que forma parte del canon de la Iglesia ortodoxa etíope, se hace mención al espíritu de Abel; indicándose que este estaría en el lugar en donde los espíritus de todos los seres humanos esperan el gran juicio en el fin de los tiempos. En aquel lugar Abel realizaría su acusación y denunciaría a su hermano Caín hasta que la semilla de su hermano desaparezca de la faz de la tierra; y se haga justicia.

El Nuevo Testamento menciona con frecuencia a Abel como prototipo de justo. Jesús lo canoniza en Mateo 23:34-35 como el primero de los muertos en nombre de la justicia, y su ejemplo sirve a los apóstoles como analogía y premonición del de Jesús. Los padres de la Iglesia lo cuentan entre los mártires. En el Corán el pacifismo de Abel, que se niega a resistirse a la violencia de Caín, es la virtud que lo salva; es el principal ejemplo de humildad y mansedumbre para los musulmanes.

Las interpretaciones críticas del texto bíblico han visto en la historia una versión estilizada de los conflictos entre pueblos agricultores y los hebreos, fundamentalmente pastoriles; el filólogo Thomas Kelly Cheyne sostiene que se trata de una antigua leyenda israelita, indudablemente anterior a la compilación del Génesis, aprovechada por el yavista por su valor moral. Se ha notado también la similitud entre el término, de dudosa etimología, y el árabe ibil, "camello". Es posible que Caín sea un epónimo de los ceneos, en cuyo caso Abel sería probablemente un héroe mítico de Judea.

Otra explicación es ver en el relato una de las interacciones humanas más habituales. En la tradición posterior, Abel ha pasado como el prototipo del hombre justo.

Referencias

  • Cheyne, T. K. and Black, J. S. (1899-1903), Encyclopædia Biblica, London:Adam and Charles Black, y New York:The Macmillan Company.
  • Meyer, E. (1967), Die Israeliten und ihre Nachbarstämme, Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft.
  • Winckler, H. (1895), Geschichte Israels in Einzeldarstellungen, Leipzig.

Enlaces externos

jueves, 12 de junio de 2008

HIRAM, rey de Tiro

HIRAM, rey de Tiro


Rey de Tiro, contemporáneo de David y Salomón; reinó de 979/8 a 945/4 a.C. (según Albright, 969-936 a.C).


a.Nombre

El heb. Hiram (S. y R.); Hirom (1 R. 5.10, 18; lxx, H(e)iram); Huram (Cr.) es un nombre fenicio, posiblemente equivalente a Ahiram (Nm. 26.38), que significa "mi hermano es el (dios) exaltado", o una abreviatura de dicho nombre, así como Hiél representa Ahiel (1 R. 16.34). Hiram, o Huram-(abi), era también el nombre del técnico principal de Tiro, casado con una mujer de Neftalí (1 R. 7.13s) o Dan (2 Cr. 2.13) que el rey Hiram mandó para que ayudara a Salomón.

b.Relaciones con Judá


Hiram fue un gran admirador de David (1 R. 5.1),
y le envió materiales y artesanos para que ayudaran en la construcción de su palacio en Jerusalén (2 S. 5.11; 1 Cr. 14.1). Cuando Salomón ascendió al trono Hiram envió emisarios para hacer nuevos contactos, los que condujeron a un tratado comercial por medio del cual enviaba madera del Líbano y artesanos calificados para la construcción del nuevo templo en Jerusalén, a cambio de un pago anual, por parte de Salomón, de trigo y aceite (1 R. 5.2-11), que faltaban en las ciudades fenicias. Aparentemente requirió pagos adicionales de ceoada y vino para el mantenimiento de los obreros tirios, que incluían técnicos familiarizados con el diseño y el teñido de telas, y que fueron enviados para instruir a los israelitas (2 Cr. 2.3-7).

Veinte años más tarde, una vez completado el templo, Salomón dio a Hiram veinte aldeas en
Galilea, presumiblemente cerca de Tiro, y recibió a cambio 120 talentos de oro (1 R. 9.10-14). Tratados semejantes, para reajustar las fronteras entre los estados, se conocen por acuerdos sirios primitivos (p. ej. Alalak). Los mencionados tratados, planificados para la ventaja económica de ambas partes, fueron completados con opera­ciones comerciales en las que la flota de mar de Salomón (Naves) se unió a la de Hiram para importar oro, plata, y diferentes tipos de artículos exóticos, incluyendo monos (1 R. 10.22; 2 Cr. 9.21). En los barcos que zarpaban de Ezión-geber para Ofir iban pilotos experimentados provistos por Hiram (1 R 9.26-28; 2 Cr. 8.17-18). La expansión mercantil de Fenicia en la época de Hiram incluía colonias en el Norte de África y en España.


Aparte del AT hay una crónica del gobierno de Hiram escrita por Josefo (Ant. 8. 50-54; Contra Apionem 1. 17s) basada en los historiadores Menandro y Dio. Según esta fuente, Hiram (lxx Jiram, gr. adramos, Heirómos) era hijo de Abi baal, y reinó 34 años hasta su muerte a la edad de 53. La construcción del templo de Jerusalén comenzó en el 11º año de su reinado, e. d. el cuarto de Salomón (1 R. 6.1). Hiram luchó contra Chipre para obligarla a pagar tributo, y fortificó la isla de Tiro, en la que construyó templos a Astarté-Melcart (posteriormente Hércules), y enriqueció los templos más antiguos.


Josefo, al igual que Eupólemo y Alejandro Polihistor, habla de las cartas, que según se dice fueron guardadas en los archivos estatales de Tiro, que se escribieron Hiram y Salomón con motivo de la construcción del templo. También afirma Josefo que los dos reyes intercambiaron acertijos, hasta que Salomón fue derrotado por un joven tirio llamado Abdemón. Clemente de Alejandría y Taciano dicen que una hija de Hiram se casó con Salomón; cf. la declaración de que entre sus esposas se encontraban algunas sidonias (IR. 11:1-2).

bibliografía. J. Bright, La historia de Israel, 1966, pp. 215-216; S. Herrmann, Historia de Israel, 1979, pp. 234-235; "Hiram", DBA, p. 348. CAH, 3,1978.

Obtenido de:

Hiram.Nuevo Diccionario Bíblico 1a. edición (basada en la segunda edición inglesa del New Bible Dictionary, 1982) , pág. 606,Edit. Certeza

lunes, 9 de junio de 2008

Moisés

Moisés

Moisés
Patriarca de Israel
Precedido por Abraham
Sucedido por Josué
Profeta del Islam
Precedido por Noé
Sucedido por Josué
Mensajero de Dios de la Fe Bahai
Precedido por Abraham
Sucedido por Gautama Buda
Moisés con las tablas de la Ley, por Rembrandt.

Moisés con las tablas de la Ley, por Rembrandt.
Moisés, obra de José de Ribera
Moisés, obra de José de Ribera
Para otros usos de este término véase Moisés (bebé).

Ver Moisés

Moisés o Moshé (hebreo: מֹשֶׁה‎, Moshé (salvado de las aguas), en Hebreo tiberiano Mileh, en árabe موسىٰ, Mūsa), hijo de Amram y su mujer Iojebed. Es definido por la Torá como el encomendado de Hashem para liberar al Bíblico Pueblo Hebreo de la esclavitud en Egipto y como su máximo profeta y legislador. Moisés fue un importante profeta para el judaísmo, así como en el cristianismo y el Islam. No existen datos históricos que fundamenten la existencia real de Moisés, pues todas las referencias a él son muy posteriores, cuando ya se había formado el judaísmo.

La Torá narra como Moisés lideró junto a su hermano Aarón la salida de los Hebreos de Egipto y recibió la Torá de manos de Dios -tras haberle sido dictada por inspiración divina- en el monte Sinaí. La Torá comprende la historia de la vida de Moisés y de su pueblo hasta su muerte a la edad de 120 años, que según algunos cálculos exegéticos tuvo lugar en el año judío de 2488, o 1272 a. C. De hecho, la expresión "que viva usted hasta los 120" ha sido siempre una bendición común entre los judíos.

El nacimiento de Moisés ocurrió en circunstancias en las cuales el monarca egipcio de la época había ordenado que todos los niños varones que tuviesen los esclavos hebreos fueran arrojados al Nilo. La Torá no especifica la identidad de este Faraón, pero se cree que pudo ser Ramsés II, aunque también se han sugerido otros faraones anteriores.

Iojebed, esposa (y tía paternal) del levita Amram, dio a luz a un hijo varón al que, según el Talmud, llamó Iekutiel, y le mantuvo escondido durante tres meses. Cuando no pudo mantenerlo oculto durante más tiempo, en lugar de entregarlo a los soldados egipcios lo colocó a la deriva del Nilo en una pequeña cesta embadurnada con barro en su interior y brea en el exterior, para hacerla impermeable. La hija del faraón, llamada Batia en el Talmud, descubrió al bebé, lo adoptó como su hijo, y lo llamó Moisés, que significa "salvado de las aguas".

Teorías sobre el origen de su nombre

Según el relato bíblico, la hermana de Moisés, Míriam, observó la trayectoria de la pequeña cesta y ella pudo haber sugerido el nombre hebreo Moshé. A la vez Mse significa "hijo" en egipcio antiguo [ej: Ramsés (hijo de Ra)]. Yosef bar Mattityahu (Flavio Josefo) da otra versión (en "Antigüedades judías"): Mo = "agua"; Uses = "salvado de", que coincide exactamente con el sentido del nombre explicado por la Torá.

Crianza en Egipto

Miriam preguntó a la princesa Batia si le gustaría que una mujer hebrea cuidara al bebé. Entonces Iojebed se hizo cargo del niño y lo amamantó durante dos años. Cuando Moisés creció, fue entregado nuevamente a la hija del faraón.

Cuenta la tradición oral recopilada en la Mishná que a la edad de tres años, Moisés estaba sentado a la mesa junto a sus abuelos adoptivos -el faraón y su esposa-, la princesa Batia y los ministros. Moisés bajó del regazo de Batia y caminó hacia el rey. Levantó su corona y la colocó sobre su propia cabeza. Uno de los consejeros del faraón, Bilam, exclamó que se trataba de una acción profética y que Moisés le arrebataría el trono. Por tal motivo, otro ministro sugirió una prueba, sugiriendo que si se colocase enfrente del niño un diamante y un carbón ardiente, se podría determinar su verdadera astucia. Moisés agarró el carbón ardiente, lo colocó en su boca y, como resultado, quemó sus labios y lengua. De ahí en más, le fue dificultoso hablar, una característica que está mencionada en la Torá. Por tal motivo, la tradición oral determina que el pueblo hebreo, a sabiendas de la incapacidad de Moisés para la oratoria, comprendió que su líder sólo podía dirigirse a ellos por una influencia divina.

Cuando Moisés se hizo adulto, visitaba asiduamente a sus hermanos esclavos. Al ver cómo un capataz egipcio golpeaba brutalmente a un supervisor hebreo de nombre Datán, mató al egipcio y ocultó su cuerpo bajo la arena, esperando que nadie estuviera dispuesto a revelar algo sobre el asunto. Al día siguiente, vio a Datán peleando con su hermano Avirám e intentó separarlos. Los dos hermanos, enojados por el entrometimiento de Moisés, lo delataron al faraón y este tuvo que huír de Egipto.

Exilio personal

En una de sus exégesis,Najmánides señala que transcurrió un período prolongado entre la partida de Moisés de Egipto y su arribo a Midián.

Allí trabajó para Reuel, Itró (Hebreo: יִתְרוֹ, sacerdote) de Midián, con cuya hija Tziporá se casó más tarde. Allí trabajó durante cuarenta años como pastor, tiempo durante el cual nació su hijo Gershom.

Moisés hace manar agua de una piedra (Bacchiacca)
Moisés hace manar agua de una piedra (Bacchiacca)

Revelación de la zarza ardiente

En cierta ocasión, Moisés llevó a su rebaño al monte Horeb y allí vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando se volvió a un lado para observar más de cerca aquella maravilla, Dios(o más exactamente un ángel de Dios) le habló desde la zarza, revelando su nombre (es decir su verdadero significado)a Moisés.

En la época del emperador Constantino, el monte Horeb fue identificado con el monte Sinaí, pero la mayoría de los expertos creen que se encontraba mucho más al norte.

Dios le dijo a Moisés que debía volver a Egipto y liberar a su pueblo de la esclavitud. Moises primeramente declaró a Jehová que el no era el candidato para realizar dicha obra encomendada, dado que al parecer padecía de tartamudez. Jehová le declaró que le proporcionaría el apoyo para su obra entregándole las herramientas adecuadas.

Moisés obedeció y regresó a Egipto, en donde fue recibido por Aarón, su hermano mayor, y organizó una reunión para avisar a su pueblo de lo que debían hacer. Al principio, Moisés no fué muy bien recibido; pero la opresión era grande y Moisés realizó señales para que su pueblo lo siguiera como un enviado de Dios.

Sin embargo lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos. De hecho, estos no obtuvieron el permiso para partir hasta que Dios envió diez plagas sobre los egipcios. Estas plagas (palabra mal empleada, pues en el hebreo bíblico se habla más bien de "señales"), culminaron con la matanza de los primogénitos egipcios, lo cual causó tal terror entre los egipcios que ordenaron a los hebreos que se fueran.

Inicio del éxodo hebreo

La gran caravana de los hebreos se movía lentamente y tuvo que acampar hasta tres veces antes de dejar atrás la frontera egipcia, la cual se cree que estaba establecida en el Gran Lago Amargo. Otros han sugerido que como muy lejos estaría en la punta más septentrional del Mar Rojo (una mala traducción de la expresión hebrea Iam Suf, que significa Mar de las Cañas). Mientras tanto el faraón cambió de opinión y salió tras la pista de los hebreos con un gran ejército. Atrapados entre el ejército egipcio y el Mar Rojo, los hebreos se desesperaron, pero Dios dividió las aguas del mar por mediación de Moisés, permitiendo a los hebreos cruzarlo con seguridad. Cuando los egipcios intentaron seguirles, las aguas volvieron a su cauce ahogando a los egipcios.

Para conmemorar este evento se cantó un salmo entre todos los hebreos.

Travesía en el desierto

La travesía de la gran masa de personas fue dura y muchos empezaron a dar rumores y a murmurar contra sus líderes, aduciendo que era mejor estar bajo el yugo egipcio que padecer las penurias de la travesía. Moises realizó innumerables milagros para aplacar la dureza de la travesía.

Para alimentarlos, Dios hacía llover maná del cielo. Para beber, Moisés golpeó con su báculo una roca, asegurando que surgiría agua. Ya que tardó en salir y golpeó una segunda vez, Dios se enojó por su falta de fe y le castigó con no pisar la tierra prometida.

Al llegar a la ladera del monte Sinaí, Dios convocó a Moisés para dictarle las leyes que iba a imponer a su pueblo. Escribió en dos piedras llamadas tablas de la ley los diez mandamientos, diez leyes básicas de obligado cumplimiento para todo el pueblo hebreo. Además de ello, le dio una serie de leyes menores que deberían ser también observadas. Cuando Moisés bajó a notificar la noticia a su pueblo, descubrió que en su ausencia habían fundido todo el oro y habían construido un becerro de oro, representación del dios egipcio Apis y le veneraban. Moisés montó en cólera, arrojó a su pueblo las tablas de la ley (que se rompieron) y quemó la estatua de oro. Dios le volvió a dictar sus diez mandamientos y para transportar las sagradas escrituras, se construyó el arca de la alianza. Para portar dicha arca, se construyó el Tabernáculo, que sería el transporte del arca hasta que se llegara a la tierra prometida, donde se construiría un templo donde albergarla.

Dios al ver la dureza de corazón de su pueblo, prohibió la entrada de ellos a la tierra de promisión, incluyendo al mismo Moisés quien solo pudo verla desde lo alto de un monte. Finalmente, tras cuarenta años de vagar por el desierto, los hebreos de aquella generación murieron en el desierto: (Éxodo 16: 35; Números 14: 33, 34: Deuteronomio 1: 1-3; 2: 7; 8: 2, 4).

Una nueva generación de hebreos libres, nacidos en el éxodo, llegaron a la Tierra Prometida y entraron por fin a ella. Moisés, permaneció con aquellos que no iban a entrar a las tierras prometidas y sabiendo que no estaba lejos la hora de su muerte, le pasó el mando a Josué.

Cuando murió Moisés, a la edad de 120 años, fue llorado por su pueblo durante treinta días y treinta noches, su sepulcro jamás ha sido hallado.

Moisés en el judaísmo

Hay multitud de historias e información adicional sobre Moisés en las exégesis rabínicas conocidas como Midrash, así como en los textos más importantes de la ley oral judía, del Mishná y del Talmud .

Moisés en el cristianismo

Moisés, estatua del escultor Miguel Ángel
Moisés, estatua del escultor Miguel Ángel

Para los cristianos, Moisés – el personaje antiguo más mencionado en el Nuevo Testamento – es a menudo un símbolo del contraste entre el judaísmo tradicional y las enseñanzas de Jesús. Los escritores del Nuevo Testamento comparan las palabras y los hechos de Jesús con los de Moisés para explicar la misión de Jesús. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, por ejemplo, el rechazo de Moisés cuando los judíos adoraban al becerro de oro se compara con el rechazo a Jesús, también por parte de los judíos.

Moisés también figura en varios de los mensajes de Jesús. Cuando conoce al fariseo NicodemoEvangelio de San Juan, compara el alzado de la serpiente de bronce en el desierto, que cualquier hebreo podía mirar para ser curado, con su propia ascensión a los cielos (tras su muerte y resurrección) de modo que la gente lo vea y sea curada. En el sexto capítulo, Jesús responde a sus seguidores que Moisés hizo que cayera el maná en el desierto diciendo que no había sido él, sino Dios, quien había obrado el milagro. Llamándolo el "pan de la vida", Jesús afirma que ahora es él quien alimenta al pueblo de Dios. por la noche, en el tercer capítulo del

La iglesia católica lo venera como santo como a todos los patriarcas y profetas del antiguo testamento. ....

Moisés en el Islam

Artículo principal: Musa (profeta)

En el Corán, el libro sagrado del Islam, la vida de Moisés (Musa) se narra y se recuerda más que la de cualquier otro profeta reconocido por los musulmanes. Aunque el Corán reitera que es una figura principalmente judía, se encuentran pocas diferencias.

Origen de la Torá

Se ha asumido tradicionalmente que Moisés recibió de Dios y transcribió todos los textos de la Torá. Ésta sigue siendo la creencia de la mayoría de los cristianos y de la mayoría de los judíos ortodoxos. Sin embargo, los avances en la crítica textual han convencido a muchos expertos e historiadores de que estos textos, en la forma en que nosotros los conocemos actualmente, fueron tomados y adaptados de varias fuentes. Esta idea se discute en la hipótesis documental.

Moisés en la Historia

Los historiadores escépticos, generalmente conocidos como los "minimalistas bíblicos", sugieren que Moisés no existió nunca como figura histórica, y que el Éxodo es un mito. Por otra parte, los documentos históricos están tan fragmentados que los textos extrabíblicos que pudieran hablar de Moisés pueden haberse perdido para siempre en tiempos remotos. Por ejemplo, si el Éxodo tuvo lugar durante el fin de la era de los Hicsos en Egipto, tal y como afirman algunos expertos (siglo XVI a. C.), entonces sus documentos sobre Moisés probablemente habrían sido destruidos deliberadamente cuando los egipcios les expulsaron.

Las referencias adicionales sobre Moisés datan de muchos siglos después de la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes. Algunos como Flavio Josefo, Filón de Alejandría y Manetónsiglo III a. C., Manetón, un cronista y sacerdote heleno-egipcio, afirmó que Moisés no era judío, sino un sacerdote egipcio resentido, y que el Éxodo fue en realidad la expulsión de una colonia de leprosos. hablan de él. También existen, por supuesto, los relatos antes mencionadas en la Mishná y el Corán. En el

Incluso si Moisés se acepta como figura histórica, hay varios aspectos del relato bíblico que pueden ser reinterpretados. La teoría de Manetón de que Moisés era egipcio es absolutamente plausible. Se ha sugerido que pudo haber sido un noble o príncipe egipcio influenciado por la religión de Atón (véase la teoría de Freud más abajo), o simplemente un simpatizante de la cultura hebrea. Moisés es un nombre egipcio que significa "hijo" y se utilizó a menudo en los nombres de los faraones (como por ejemplo Tut-Moses). Los hebreos pudieron haber creado la historia a partir de los relatos de Sargón de Acad (mesopotámico) o Edipo (griego) para legitimar su creencia. Por otra parte, antiguamente las clases más bajas abandonaban a veces a sus hijos, y "Moshe" es una palabra hebrea (que significa "rescatado de las aguas").

Poner fecha al éxodo también ha sido un gran reto. Hay diferentes teorías:

  • Ocurrió alrededor del final de la era de los Hicsos, tal y como se dice más arriba;
  • Ocurrió alrededor del 1420 a. C., puesto que existen documentos sobre la invasión de Canaan por parte de los "habiru" cuarenta años más tarde - esta teoría casa bien con la idea actual de que el personaje histórico de Moisés era el décimo quinto príncipe del rey de Egipto del siglo XV a. C. llamado Ra-mose, que también desapareció de los expedientes egipcios alrededor de la época de la muerte de la reina (faraona) Hatshepsut.
  • O bien ocurrió durante el siglo XIII a. C., pues el faraón durante la mayoría de ese tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón con el cual se tuvo que enfrentar Moisés – conocido como "el faraón del Éxodo" o "el faraón opresor" de quien se dice haber comisionado a los hebreos "para construir las ciudades Pithom y Ramesés del tesoro de Faraón. " Estas ciudades se conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo posiblemente a su sucesor Merneptah el "faraón del éxodo". Esto es considerada plausible por los datos de la estela del 5º año de Merneptah (1208 a. C.), narrando que "Israel está perdido, no queda ni la semilla", una propaganda encubriendo la pérdida de su propio ejército en el mar.
  • Una teoría más reciente y controvertida afirma que Moisés era un noble de la corte del faraón Akhenatón. Muchos estudiosos, desde Sigmund Freud hasta Joseph Campbell sugieren que Moisés pudo haber abandonado Egipto tras la muerte de Akhenatón (1358 a. C.) cuando las reformas monoteístas del faraón fueron rechazadas violentamente. Las principales ideas que apoyarían esta teoría serían que la religión monoteísta de Akenatón era la predecesora del monoteísmo de Moisés, y una colección contemporánea de las Cartas de Amarna escrita por los nobles para Akhenaton (Amarna fue la ciudad capital de Akhenaton). Dichos documentos describen bandas asaltantes de "Habiru" atacando territorios egipcios en Mesopotamia. (Transformations of Myth Through Time, Joseph Campbell, p. 87-90, Harper & Row)

Enlaces externos

Commons

Véase también


Predecesor:
fundador
Guía del pueblo de Israel
Sucesor:
Josué

sábado, 10 de mayo de 2008

La Reina de Saba

La Reina de Saba

Fresco de «Salomón y la Reina de Saba» en el centro de la Biblioteca de El Escorial
Fresco de «Salomón y la Reina de Saba» en el centro de la Biblioteca de El Escorial

Makeda, la reina de Saba, referida en los libros Reyes y Crónicas de la Biblia, el Corán, y en la historia de Etiopía, fue la gobernante de Reino de Saba, un antiguo reino en el que la actual arqueología presume que estaba localizado en el actual territorio de Etiopía y Yemen. Sin ser nombrada explícitamente en el texto bíblico, ella es llamada Makeda en la tradición de Etiopía, mientras que en la islámica es conocida como Bilqis o Balkis (aunque no en el Corán). Otros nombres asociados a ella son Nikaule o Nicaula. Según algunos autores la reina de Saba tiene origen búlgaro.

El relato bíblico

Fresco de Piero della Francesca que reproduce la leyenda de la Santa Cruz, con la Reina de Saba visitando a Salomón
Fresco de Piero della Francesca que reproduce la leyenda de la Santa Cruz, con la Reina de Saba visitando a Salomón

Según el Antiguo Testamento, la anónima reina de la tierra de Saba acude a Israel habiendo oído de la gran sabiduría del rey Salomón, llevando regalos de especias, oro y piedras preciosas (1° Reyes 10:1-13,2º Crónicas 9:1-12). El episodio también aparece en el Corán, que tampoco menciona el nombre de la reina; según esta versión, la reina quedó tan impresionada por la sabiduría y las riquezas de Salomón que se convirtió al monoteísmo, entonando una alabanza al dios Yahvé; el rey entonces la recompensó con otorgarle "cualquier cosa que desease" con tal de que la reina volviese a su reino. La reina regaló 4,5 toneladas de oro al rey de Israel.

La Reina de Saba vuelve a aparecer en Mateo 12:42, así como en Lucas 11:31, en donde Jesús afirma que, el día del juicio universal, ella y los habitantes de Nínive se levantarán para condenar a los hebreos que los habían rechazado, pues "ella acudió desde los confines del mundo a alabar la sabiduría de Salomón".

Otros relatos

En la tradición de la Iglesia ortodoxa etíope, se señala que Salomón tuvo un hijo con la reina de Saba, llamado Menelik I, quien sería futuro rey de Etiopía; y quien la tradición dice que sacó el Arca de la Alianza de Israel, llevándosela a su reino.

Otros indican que Menelik fue hijo del arquitecto del templo Hiram y precursor de los constructores.

"Según el folklore etíope, cuando el príncipe Tarmin volvió de un viaje comercial a Israel, trajo información sobre la sabiduría del gran Rey Solomon. A Makeda le fascinó lo que le contaron sobre el monarca de Judea y preparó una caravana cargada de regalos para vivsitar a semejante personaje. Al encontrarse, el rey y reina se enamoraron mutuamente, quedando ella admirada de los conocimientos de él, él, de la inteligencia y hermosura de Makeda. Según la tradición etíope, de este amor nacería Menelek, con quien daría comienzo la más larga dinastía real.

Cuando volvió a Etiopía, Makeda extendió la filosofía del Judaismo, y esta influencia duraría hasta la cultura actual etíope."

"La historia de sus amores es casi más leyenda que historia cierta. De ella hablan la Biblia (libro de los Reyes) y el Corán (recogiendo la tradición etíope)

El libro de los Reyes de la Biblia (I Reyes:10) relata la visita de la reina a la corte de Salomón, en Jerusalén, con una caravana de camellos cargados de especias, oro y joyas, queriendo no desmerecer del rey de cuyas riquezas había oído hablar maravillas. Sin embargo, el esplendor de la corte de Salomón la abrumó. La reina acosó a Salomón con preguntas difíciles (que no aparecen citadas) y quedó sorprendida ante el conocimiento revelado por sus respuestas. La sabiduría de Salomón era tan famosa como sus riquezas.

Asimismo se habla de una visita de Salomón a Saba. La verdad histórica de estas relaciones debe pasar por las relaciones comerciales que Salomón propició con todos los reinos de su entorno e incluso en territorios lejanos, relaciones que con frecuencia afirmó trabando lazos matrimoniales con mujeres nobles y princesas de estos países. Se habla de cientos de mujeres y concubinas, a las que trataba de complacer construyendo templos dedicados a divinidades de sus países de origen. Esto estuvo mal visto por sus conciudadanos, que con frecuencia lo acusaron de permitir que la lujuria desviase su corazón. Pero no fue la lujuria el motivo probable de tantos matrimonios en una sociedad que ya nunca fue dada a la poligamia. Llegó a tomar por esposa a una hija del faraón de Egipto, y sus amores con Makeda no llegarían nada más que a breves encuentros en sus correspondientes viajes seguramente por la condición real de ambos.

El hecho de que Salomón honrase a sus esposas y concubinas con la construcción de templos dedicados a sus dioses indica que el trato que les dispensaba era muy distinto del que los hebreos tributaban a sus esposas legítimas, obligadas a la sumisión y la obediencia, pero no habría alterado en cambio estas costumbres: antes al contrario esta actitud real era vista como una extravagancia, punible desde todo punto de vista por el dios único que todo lo ve y todo lo controla.

Puede ser que, como relatan estas antiguas crónicas, la Reina se impresionara e incluso enamorara de Salomón. Pero la sociedad del reino de Saba, según la tradición, era matriarcal. Si la reina de Saba fue un personaje histórico, lo más probable es que hiciera el largo viaje a Jerusalén por razones diplomáticas y comerciales más que por curiosidad, y que Salomón devolviera la visita por el mismo motivo.

Pero siempre resultan más atractivas las historias de amor que las más frías historias de dinero."


Filmografía

Año Película Director Personaje
1959 Salomón y la reina de Saba King Vidor Gina Lollobrigida
Colabora en Commons. Commons alberga contenido multimedia sobre Reina de Saba.

Fuentes:

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