sábado, 23 de mayo de 2009

Frederic Kenyon

Frederic Kenyon



Citas
Sir George Frederic Kenyon (15 de enero de 1863-23 Agosto 1952) fue un arqueólogo británico, erudito bíblico y clásico. Eminente crítico textual. Fue el director del Museo Británico. También fue el presidente de la Academia Británica de 1917 a 1921, y de 1918 a 1952 fue Caballero de la Usher Rod Purple.

Kenyon nació en Londres, el hijo de John Robert Kenyon, Vinerian Profesor de Derecho Inglés en Oxford. Cursó estudios en Magdalen College, Oxford, ingresó en el Museo Británico en 1889 y pasó a ser su Director y Jefe de la Biblioteca 1909. Fue nombrado caballero por sus servicios en 1912.
En 1891, editó el Kenyon editio princeps aristotélica de la Constitución de Atenas. En 1920, fue nombrado presidente de la Escuela Británica de Arqueología en Jerusalén. Pasó la mayor parte de su jubilación la investigación y la publicación de antiguos papiros. Murió el 23 de agosto1952.

Kenyon fue un destacado estudioso de lenguas antiguas, e hizo una vida de estudio de la Biblia, especialmente el Nuevo Testamento como un texto histórico. Su libro Nuestra Biblia y los Antiguos Manuscritos (1895) se basa en mostrar cómo los papiros egipcios y otras pruebas de la arqueología puede corroborar la descripción de acontecimientos históricos en el Evangelio. Estaba convencido de la realidad histórica de los acontecimientos descritos en el Nuevo Testamento - y es a menudo citada por aquellos que comparten este punto de vista (es decir, el Curso Alfa) - más comúnmente con estas palabras: "el último fundamento de cualquier duda de que las Escrituras han llegado hasta nosotros considerablemente, ya que fueron escritos ya ha sido eliminado. "[1]

Kenyon fue el hija mayor de la arqueóloga británica Kathleen Kenyon Dame.

“A algunos quizás les perturbe deshacerse del concepto de una Biblia que se ha pasado de una generación a otra a través de las edades sin alteración [...] A final de cuentas nos fortalece saber que el resultado general de todos estos hallazgos y todo este estudio es que se hace más firme la prueba de la autenticidad de las Escrituras, y nuestra convicción de que en nuestras manos tenemos, esencialmente íntegra, la mismísima Palabra de Dios”.(The Story of the Bible, página 113).

"A pesar de lo pequeño que es, basta para probar que un manuscrito de este Evangelio circulaba, probablemente en el Egipto provincial donde se halló, alrededor del período 130-150 d.C. Dando siquiera un mínimo de tiempo para la circulación de la obra desde su lugar de origen, esto haría que la fecha de su composición se acercara tanto a la fecha tradicional en la última década del primer siglo que ya no hay motivo alguno para dudar de la validez de la tradición."
The Bible and Modern Scholarship, 1949, página 21
Nota: Sobre manuscritos del Evangelio de Juan descubiertos en el siglo XX.
“El cristiano puede tomar la Biblia completa en su mano y decir sin temor ni vacilación que está sosteniendo la verdadera Palabra de Dios, transmitida sin equivocaciones fundamentales de generación en generación a lo largo de los siglos”.
“El resultado es que el texto aceptado en los siglos dieciséis y diecisiete, a los cuales nos hemos apegado debido a que naturalmente vacilamos en cuanto a cambiar las palabras que hemos aprendido como las de la Palabra de Dios, está en verdad lleno de inexactitudes, muchas de las cuales se pueden corregir con absoluta certeza por medio de usar la información mucho más extensa que tenemos a nuestra disposición hoy día.”
Our Bible and the Ancient Manuscripts (Nuestra Biblia y los manuscritos antiguos), pág. 162.
Nota: El texto griego de Erasmo condujo directamente a lo que se ha llegado a conocer como el “texto recibido” (textus receptus). De este texto se hicieron muchas traducciones, entre ellas la del Rey Jaime o Versión Autorizada, en inglés. Pero sir Frederic Kenyon comentó lo anterior acerca del “texto recibido”.
“El intervalo, pues, entre las fechas de su composición original y la más temprana evidencia existente llega a ser tan pequeño que de hecho es insignificante, y el último fundamento para dudar que las Escrituras hayan llegado a nosotros sustancialmente como fueron escritas ahora se ha quitado. Tanto la autenticidad como la integridad general de los libros del Nuevo Testamento se pueden considerar como finalmente establecidas.”
En su libro The Bible and Archaeology
Fuente: Citado en webs como la de New England Institute of Religious Research
“Hay que enfatizar vigorosamente la seguridad sustancial del texto de la Biblia. Esto se puede decir especialmente del Nuevo Testamento. Tan grande es la cantidad de manuscritos del Nuevo Testamento, de sus traducciones desde los primeros tiempos y de citas de él por los escritores más antiguos de la Iglesia, que es casi seguro que la verdadera lectura de todo pasaje dudoso está en alguna de esas autoridades antiguas. No se puede decir eso de ningún otro libro antiguo del mundo”.
Our Bible and the Ancient Manuscripts, por sir Frederic Kenyon, 1958, p. 50.
“La arqueología no ha dicho todavía su última palabra; pero los resultados ya logrados confirman lo que la fe sugeriría, que la Biblia solo puede salir ganando por un aumento de conocimiento”.
The Bible and Archæology, por Frederic Kenyon, 1940, p. 279.
"La Biblia contiene historia humana así como inspiración divina. Es una historia sumamente interesante y que todo el que aprecie su Biblia debería conocer.".
De su libro The Story of the Bible
“La primera y más importante conclusión que se obtiene de examinarlos [los Papiros] es la conclusión satisfactoria de que confirman la solidez esencial de los textos existentes. No se muestra ninguna variación sorprendente o fundamental ya sea en el Antiguo o el Nuevo Testamento. No hay omisiones o adiciones importantes de pasajes, y ninguna variación que afecte hechos o doctrinas vitales. Las variaciones del texto afectan asuntos leves, como el orden de las palabras o las palabras exactas que se usan . . . Pero su importancia esencial es su confirmación, por evidencia de una fecha más temprana que la que estuvo disponible hasta ahora, de la integridad de nuestros textos existentes.”

En la introducción a sus siete tomos sobre los “Papiros bíblicos Chester Beatty,”.
“Ningún otro libro antiguo cuenta con semejante testimonio, temprano y cuantioso, en apoyo de su texto, y ningún erudito imparcial negaría que el texto nos ha llegado sustancialmente exacto”.
En referencia a la Biblia.

“Nos debe alegrar el saber que la autenticidad general del texto del Nuevo Testamento ha recibido notable apoyo de los descubrimientos modernos que tanto han reducido el intervalo entre los autógrafos originales y los manuscritos más antiguos a nuestra disposición, y que las diferencias en la lectura, interesantes como son, no afectan las doctrinas fundamentales de la fe cristiana”.Our Bible and the Ancient Manuscripts, de 1962, página 249

“No se puede exagerar cuando se afirma que en sustancia el texto de la Biblia es seguro: Esto sucede especialmente con relación al Nuevo Testamento.”
“Se ha removido ahora la última base para cualquier duda del hecho de que las Escrituras nos han llegado sustancialmente como fueron escritas.” The Bible and Archæology (1940), página 289

“Se nota que Hebreos está puesto inmediatamente después de Romanos (una posición casi sin precedente), lo cual muestra que en la fecha remota en que se escribió este manuscrito no se dudaba que Pablo fuera su autor”. The Story of the Bible, 1964, página 91.

Nota: En un comentario sobre un códice de papiro, que fue escrito solamente como siglo y medio después de la muerte de Pablo. Hace referencia al papiro descubierto (alrededor de 1930), el Papiro Chester Beatty núm. 2 (P46) que ha dado más prueba de que Pablo escribió la carta a los Hebreos.

En 1948 sir Frederic publicó el libro The Bible and Modern Scholarship para contrarrestar un libro del Dr. Barnes, obispo de Birmingham, quien calificaba algunas porciones de la Biblia, incluso algunas en conexión con la redención de Cristo Jesús, como ‘folklore’. En el prefacio de su libro el Dr. Kenyon dice:

‘Un examen detallado del libro del obispo me ha convencido de que este no es una representación actualizada de los resultados de la erudición moderna, sino, por el contrario, es una revitalización de una escuela de crítica que estuvo en boga hace unos setenta años y que descartaba casi totalmente los resultados de las investigaciones de los últimos cincuenta años’.

Con relación a su propio libro, Kenyon dijo:

‘Opino que ha llegado el momento [...] de restaurar la confianza en la Biblia como guía a la verdad y base para la conducta humana [...] Sólo puedo esperar que [este libro] sirva de ayuda a los que ven al cristianismo como la única esperanza para el mundo enloquecido y a la Biblia como el fundamento sólido de las creencias cristianas’.

“Ciertamente es una prueba impresionante de la solidez esencial de la tradición de que en el caso de todos estos miles de copias, que han tenido su origen en tantos diferentes lugares de la Tierra y en medio de condiciones de tanta diversidad, las variaciones del texto sean tan enteramente cuestiones de detalles, no de sustancia esencial.

“Y es tranquilizador descubrir al fin que el resultado general de todos estos hallazgos y de todo este estudio ha sido el de fortalecer la prueba de la autenticidad de las Escrituras, y nuestra convicción de que tenemos en las manos, en integridad sustancial, la verdadera Palabra de Dios.”
The Story of the Bible, págs. 136, 144.

Notas
1 Sir Frederick Kenyon, La Biblia y Arqueología, Harper & Row, 1940
Fuente: Wikipedia

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