miércoles, 29 de octubre de 2008

Ernst Boris Chain

Ernst Boris Chain


Ernst Boris Chain nació en 1906 en Berlín (Alemania). En esta ciudad completó sus estudios hasta graduarse en Química, posteriormente su interés por la incipiente bioquímica lo llevó a trabajar en el Instituto de Patología de Berlín. Más tarde se trasladó a Cambridge (Reino Unido) y se incorporó al grupo de Frederick Hopkins (Premio Nobel de Medicina, 1922) de la Escuela de Bioquímica de Cambridge. 



Placa homenaje a Ernst Boris Chain en Berlin-Moabit, Alemania

Dos años más tarde pasó a Oxford para trabajar con Howard Walter Florey. Murió en Dublín (Irlanda) en 1979. Recibió el Premio Nobel de Medicina o Fisiología en 1945 junto a Howard W. Florey y Alexander Fleming por su descubrimiento de la penicilina, antibiótico que inició la quimioterapia antiinfecciosa moderna.

Wikipedia

Jan Hus

Jan Hus

Retrato de Juan Hus

Nacimiento:

1370
Bohemia del Sur

Fallecimiento:

6 de julio de 1415
Constanza, Alemania

Ocupación:

Religioso



Jan Hus pronunciación(AFI:[jan hus], nombre alternativo Juan Huss o Juan de Hussenitz) (1370, Hussenitz, Bohemia del Sur - † 6 de julio de 1415,Constanza, Alemania) fue un teologo, filosofo, reformador y predicador checo, que se desempeñó como maestro en la Universidad Carolina de Praga. Sus seguidores se conocen como Husitas.

Infancia


Retrato de Juan Hus

Hijo de un campesino pobre que murió tempranamente, fue criado con mucho esfuerzo por su madre. Su piedad y fervor religioso se manifestaron en él desde su infancia, pues participó como monaguillo y cantó en el coro de la iglesia. Las lecturas piadosas le apasionaban. Cierta noche que leía la vida de San Lorenzo cerca de la chimenea, acercó su mano al fuego para probar hasta dónde sería capaz de soportar los tormentos que Lorenzo había sufrido.

Se le dio la mejor educación que permitían sus circunstancias; y habiendo adquirido un buen conocimiento de los clásicos en una escuela privada en la provincia de Bohemia donde adquirió el titulo de Bachiller en Divinidad en 1398, se le admitió en la universidad de Praga por caridad, donde pronto dio pruebas de su capacidad intelectual, y donde se destacó por su diligencia y aplicación al estudio.

Carrera


Martirio de Juan Hus

Hus fue ordenado sacerdote en 1400 y nombrado predicador, primero en la Iglesia de San Miguel y luego en la Capilla de Belén en 1402, donde se predicaba exclusivamente en checo. Allí fustigaba la relajación moral del clero. Participó en el movimiento político-social surgido de la escuela de predicadores de Milia deKromeriz, que defendían un retorno al cristianismo primitivo y oposición a la jerarquía. En 1401 obtuvo el cargo de Decano de la Facultad de Arte y Filosofía, y para 1409 fue nombrado rector de la Universidad de Praga.

Hus impulsó desde 1408 un movimiento cristiano basado en las ideas de John Wycliff. Sus seguidores fueron llamados Husitas y se multiplicaron en momentos en que la Iglesia católica sufría la crisis del llamado Cisma de Occidente, cuando ejercían dos papas, a los que en 1409 se agregó un tercero,Alejandro V, que condenó el movimiento husita y excomulgó a Jan Hus. Convocado el Concilio de Constanza con el fin de reunificar a la Iglesia católica, Hus acudió a defender sus puntos de vista, pero fue condenado allí a morir en la hoguera y el 6 de julio de 1415 fue quemado vivo.

Antes de ser quemado, Hus dijo las siguientes palabras al verdugo: " Vas a asar un ganso (hus significa ganso en lengua bohemia), pero dentro de un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás asar." Se suele identificar a Martín Lutero con esta profecía (102 años después clavó sus 95 tesis en Wittenberg), y comúnmente se lo suele identificar con un cisne.


Monumento a Juan Hus

Hus fue un precursor del protestantismo. Sus escritos le ganaron un lugar importante en la literatura checa. Juan Hus estudió en la escuela de Latín en Praga y gracias a esto introdujo los símbolos diacríticos en la escritura de la lengua checa, especialmente el Háček con lo que cada sonido podía ser escrito mediante un único símbolo y se simplificaba la escritura.

A Jan Hus se le ha dedicado un conjunto escultórico en la Plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské náměstí) de Praga.

"Hus es una figura memorable por muchas razones, pero sobre todo su valentía moral ante las adversidades y la muerte... Siento el deber de expresar mi profunda pena por la cruel muerte infligida a Jan Hus y por la consiguiente herida, fuente de conflictos y divisiones, que se abrió de ese modo en la mente y en el corazón del pueblo bohemio".Juan Pablo II

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John Huss (1370 – 1415) Checoslovaquia, año 1415 d.C.

En la lóbrega prisión se escuchó un fuerte grito: ¡John Huss! Al llamado del guardia, salió de la oscuridad una figura vacilante. Aquel hombre dio varios pasos hasta pararse en la luz del sol que le lastimaba los ojos. Sus visitantes eran varios obispos que de nuevo tratarían que Huss se retractara de sus convicciones reformistas.

Junto al grupo de clérigos venía su amigo Lord John de Clum, Cuando estaban a unos pasos, de Clum corrió hasta donde estaba Huss y le dijo: “Maestro Huss, si sabe que es culpable de cualquiera de los cargos que se le imputan, no sienta vergüenza de admitir que estaba equivocado y cambie de parecer”.

Lord John de Clum hizo una pausa. Buscaba las palabras que le dieran fortaleza a su amigo Huss y le dijo: “Por otro lado, por favor no traicione su conciencia. Es mejor sufrir el castigo y el martirio que negar lo que uno está convencido que es la verdad”. Con lágrimas en los ojos John Huss miró a su amigo y le dijo: “Dios Todopoderoso es testigo que de todo corazón y con toda mi mente estoy dispuesto a cambiar mis creencias si el concilio puede mostrarme con la Biblia en la mano que estoy en un error”.

Al oírlo, los obispos murmuraron entre ellos mismos diciendo: “¿Ven lo terco que es? Está lleno de orgullo. Le da mas valor a lo que piensa y no le importa lo que piensa la iglesia”. “No está dispuesto a cambiar, seguirá en su error”.

Viendo que ni la amenaza de muerte era suficiente para que Huss cambiara de parecer, le ordenaron a sus carceleros que lo llevaran de vuelta a su celda. El día siguiente sería sentenciado a muerte y quemado vivo.

John Huss fue un sacerdote católico en lo que ahora conocemos como Checoslovaquia. Estudió y llegó a ser rector de la universidad de Praga. Fue uno de los primeros cristianos en alzar su voz para pedir libertad de religión y el derecho individual de tener una relación personal con Dios. Se enfrentó valientemente a los líderes de la iglesia que vivían desordenada e indignamente. También se opuso a que se condenara a muerte a los que no estaban de acuerdo con las enseñanzas de la iglesia.

Durante casi toda la vida de Huss, la iglesia católica se debatió en insidiosas y a veces fatales luchas por el poder entre papas y antipapas. Cuando Huss tenía 8 años el antipapa Clemente VII se declaró papa. En 1,394, El antipapa Benedicto XIII (también conocido como “el papa luna” se declaró papa. El antipapa Alejandro V fue elegido papa por el concilio de Pisa en 1409 por lo que habían tres papas al mismo tiempo, Alejandro V, Gregorio XII y Benedicto XIII. Alejandro V aparentemente fue envenenado por Juan XXIII el próximo antipapa. Al mismo tiempo que se acrecentaban las luchas por la silla papal, la iglesia se sumía en mayor degradación moral. Pero la atención de la iglesia se centró sobre Huss cuando se pronunció contra la escandalosa venta de “indulgencias” renovada por el antipapa Juan XXIII. Por sus creencias, Huss fue expulsado de la iglesia católica.

A pesar de su expulsión y de las amenazas, Huss continuó predicando con gran valor y se ganó la admiración tanto de la gente del pueblo como de los nobles. En el año 1413, fue llamado para que se presentara ante el concilio de Constanza. Acudió a la invitación porque veía la oportunidad de explicarles a los líderes de la iglesia sus creencias y las verdades que había hallado en la Biblia. Sin embargo, todo era una trampa, a Huss nunca le dieron la oportunidad de expresar sus argumentos. En cuanto se presentó, fue tomado prisionero y encarcelado. Después de 19 meses de cautiverio y torturas, fue llevado a juicio.

Cada vez que John trataba de decir algo en su defensa, una multitud previamente aleccionada hacía un bullicio tal que era imposible escuchar lo que Huss decía. Finalmente, sus acusadores formularon los cargos que le imputaban, como prueba contra él leyeron porciones tomadas fuera de contexto de sus libros y tergiversaron parte de sus respuestas.

Le dijeron: “Si confiesa humildemente que estaba equivocado y renuncia a sus convicciones, si promete nunca más enseñar esa fe, si públicamente niega lo que antes predicaba, tendremos misericordia de usted y le devolveremos su posición y sus privilegios anteriores”. John Huss respondió: “Estoy a la vista del Señor mi Dios, de ninguna manera puedo hacer lo que me piden. Si lo hiciera, ¿Cómo podría enfrentarme después a Dios? ¿Cómo podría ver a los ojos a aquellos a los que les he enseñado? Ellos ahora tienen un conocimiento firme y cierto de las Escrituras y están armados contra los asaltos del diablo”. ¿Cómo podría yo llevarles incertidumbre? ¡No debo ni puedo valorar mi propio cuerpo más que la salud y la salvación de aquellos a los que

he enseñado el Camino de Jesucristo!”.

Al ver que no lograban que renunciara a su fe, lo vistieron con sus ropas y ornamentos de sacerdote. Seguidamente, comenzaron a desnudarlo hasta que lo único que hacía notar que era un sacerdote era su corte de pelo, rapado en la coronilla. Finalmente le raparon toda la cabeza de forma tan violenta que le cortaron parte del cuero cabelludo que sangraba profusamente. La sentencia fue muerte en la hoguera.

Cuando John Huss fue llevado a las afueras de la ciudad se juntó una gran multitud que seguía al prisionero. Al llegar al lugar donde sería ejecutado se arrodilló y pronunció en voz alta el Salmo 31 y el Salmo 51. Luego, con alegría dijo: “En tus manos, Oh Señor, encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, Dios bueno y misericordioso”.

Sacándolo abruptamente de sus oraciones, el verdugo lo ató a un poste con cuerdas mojadas, su cuello también fue sujetado al poste con una cadena de hierro y el verdugo le dijo: “¿No te da vergüenza estar atado como un perro?” John respondió: “Mi Señor Jesús fue atado con una cadena peor que esta por mis culpas, ¿Por qué me va a dar vergüenza esta cadena oxidada?”.

Sin perder tiempo, los verdugos apilaron leña hasta el alto de su barbilla. Poco antes de encender el fuego se acercó un obispo y le dijo: “Si renuncias públicamente a tus creencias y reniegas de todo lo que has enseñado al pueblo, te salvarás de la hoguera”. John respondió: “¿Díganme, cuál es el error al que debo renunciar? No soy culpable de ningún mal. Les enseñé a los hombres el camino del arrepentimiento y el perdón de pecados, de acuerdo a la verdad del Evangelio de Cristo Jesús. Por ese Evangelio estoy yo aquí, y estoy aquí con valor y alegría, listo para sufrir esta muerte”. “Lo que enseñé con mi boca, ahora lo sellaré con mi sangre”.

Cuando encendieron el fuego, John Huss comenzó a cantar un himno con una voz tan fuerte y alegre que se oía por encima del tronar del fuego y del ruido de la multitud. Su canto era: “Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí”. Poco tiempo después se apagaba la voz de aquel amoroso maestro que con total dedicación enseñó las buenas nuevas.

La historia narra que durante el juicio, su amigo John de Clum lo confortó grandemente e incluso buscó varias formas de salvarlo de la muerte, pero John Huss prefirió morir antes que negar las verdades que había aprendido de la Biblia. Confió en que el Señor lo fortalecería en el momento de su muerte y así fue. Cuando John Huss se hallaba en medio de tanto odio, su fe en Jesús hizo que se mantuviera firme y que sirviera de ejemplo a miles de mártires que seguirían sus pasos.

Fuente: Portal del NT

lunes, 27 de octubre de 2008

Arno Allan Penzias

Arno Allan Penzias

Arno Penzias

Arno Allan Penzias (nacido el 26 de abril de 1933) es un físico estadounidense.

Nació en MunichAlemania. Penzias ganó en 1978 el Premio Nobel de Física, junto con Robert Woodrow Wilson, por su descubrimiento accidental en 1964 de la radiación cósmica de fondo de microondas o CMB (el premio de ese año fue compartido con Pyotr Leonidovich Kapitsa por un trabajo diferente). Mientras trabajaban en un nuevo tipo de antena en los Laboratorios Bell en HolmdelNueva Jersey, encontraron una fuente de ruido en la atmósfera que no podían explicar. Luego de afinar la recepción de la antena, el ruido fue finalmente identificado cono CMB, lo cual confirmaba supuestos planteados por la teoría del Big Bang.

Penzias se graduó en el City College of New York en 1954. Tiene maestría (1958) y doctorado de laUniversidad de Columbia (1962).

Enlaces externos  

domingo, 26 de octubre de 2008

Anna Göldin

Anna Göldin



Copiado de Wikipedia

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Anna Göldin o Anna Göldi (1734-1782) fue una sirviente en el cantón de Glaris, en Suiza. Fue la última mujer ejecutada por brujería en Suiza el 18 de junio de 1782. Es probablemente también la anteúltima en Europa: dos polacas fueron ejecutadas en 1793 por brujería.

Historia 

Nacida en Sennwald en 1734, Anna Göldin venía de familia pobre. Con Jakob Rhodurner y más tarde con el Dr. Zwicky, tuvo en total 3 hijos, pero dos murieron después de nacer.
Después de algún disgusto con la justicia, entra al servicio de la familia del médico Johann Jacob Tschudi (1747-1800) y se ocupa de sus cinco hijas. Se la acusa de haber embrujado a la segunda hija, Anne-Miggeli, en ese momento de ocho años. Rumores pretendían que habían sido encontradas agujas en varias ocasiones en el bol de leche de la pequeña. También se encontraron agujas en el pan de Anne-Miggeli y en el bol de Susanna, otra hija de los Tschudi. Anne-Miggeli enfermó después de que Göldin fuera expulsada de la casa. Según los testigos, estaba como poseída con convulsiones y fiebre. Se afirmaba que la joven había expulsado una aguja ensangrentada y que nuevas agujas salían cada día de su boca.
Acusada de practicar de magia negra sobre la niña, Göldin fue arrestada y el 21 de febrero de 1782 fue enviada a Glaris para ser sometida a tortura, con el fin de hacerla confesar de sus pactos con el diablo. El peso del testimonio de la hija de los Tschudi era abrumador a ojos de los jueces: a lo largo de una jornada, Göldin habría dado una chuchería a la niña y le habría dicho que no se lo dijera a sus padres.
El proceso fue rápido, ya que Anna Göldin no podía explicar la presencia de cuerpos extraños en el cuerpo de Anne-Miggeli. Durante ese tiempo, la salud de la hija de los Tschudi mejoraba. Para los jueces, esta mejora de su estado probaba que la «bruja» ya no tenía dominio sobre su víctima.
El veredicto fue en parte censurado por la prensa: el tribunal quería evitar la mención de brujería, una acusación que comenzaba a estar anticuada en al época. Algunos informes fueron destruidos y se la clasificó de envenenadora para limitar la importancia del caso.
Condenada por el tribunal de Glaris a ser decapitada, fue ejecutada el 18 de junio de 1782.
Nota publicada en el Neue Zürcher Zeitung del 25 de enero de 1782 [editar]
El artículo apareció antes del proceso, cuando estaba siendo investigada por las autoridades, que ofrecieron una recompensa. El aviso de búsqueda describe en detalle a Anna Göldin, en los cuarenta y estatura imponente «ojos algo enfermos y grisáceos» y habla en su dialecto de Sennwald.1
El meritorio Estado de Glaris, de confesión evangélica, ofrece por la presente, por el descubrimiento de Anna Göldin, descrita más abajo, una recompensa de cien coronas; además se solicita a las altas y más altas autoridades y a sus representantes oficiales a procurar toda la ayuda posible en la captura de esta persona; teniendo en cuenta que ella ha cometido un acto espantoso, por medio de la introducción de una serie de agujas y otros objetos de forma secreta y casi incomprensible, contra una pequeña niña inocente de ocho años.
Anna Göldin, de la comuna de Sennwald, perteneciente al distrito del Alto Sax y Forstegg, en la región de Zurich, de hacia 40 años, grande y alta, cara rellena y colorada, pelo y cejas negras, ojos algo enfermos y grisáceos, habitualmente enrojecidos, de apariencia descuidada, y habla en su dialecto de Sennwald, lleva falda medianamente de color, una camisa azul con rayas y un corpiño azul, una chaqueta estampada y gris, medias blancas, sobrero negro, debajo una cofia blanca y lleva una bufanda de seda negra.
Fecha, del 25 de enero de 1782. Cancillería evangélica de Glarus

Inspiración

Su historia fue retomada en una película de 1991: Anna Göldin, die letzte Hexe (Anna Göldin, la última bruja).
Varios libros le han sido dedicados, como el de Eveline Hasler (ISBN 2-88-108128-2)
Una pieza de música para fanfarria ha sido escrita por el compositor de Friburgo Jean-Claude Kolly en 1996.

Enlaces externos 

sábado, 25 de octubre de 2008

Domingo Faustino Sarmiento

Domingo Faustino Sarmiento

(1811 - 1888)

Autor: Felipe Pigna

El 15 de febrero de 1811, nació en el Carrascal uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento. Los primeros "maestros" de Domingo fueron su padre José Clemente Sarmiento y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento, quienes le enseñaron a leer a los cuatro años. En 1816, ingresó a una de las llamadas "Escuelas de la Patria", fundadas por los gobiernos de la Revolución, donde tuvo como educadores a los hermanos Ignacio y José Rodríguez, éstos sí maestros profesionales.

Cuando terminó la primaria, su madre, Doña Paula Albarracín, quiso que estudiara para sacerdote en Córdoba, pero Domingo se negó y tramitó una beca para estudiar en Buenos Aires. No la consiguió y tuvo que quedarse en San Juan donde fue testigo de las guerras civiles que asolaban la provincia. Marchó al exilio en San Francisco del Monte, San Luis, junto a su tío, José de Oro. Allí fundaron una escuela que será el primer contacto de Sarmiento con la educación.

Poco después, regresó a San Juan y comenzó a trabajar en la tienda de su tía. "La Historia de Grecia la estudié de memoria, y la de Roma enseguida…; y esto mientras vendía yerba y azúcar, y ponía mala cara a los que me venían a sacar de aquel mundo que yo había descubierto para vivir en él. Por las mañanas, después de barrida la tienda, yo estaba leyendo, y una señora pasaba para la Iglesia y volvía de ella, y sus ojos tropezaban siempre, día a día, mes a mes, con este niño inmóvil insensible a toda perturbación, sus ojos fijos sobre un libro, por lo que, meneando la cabeza, decía en su casa: ‘¡Este mocito no debe ser bueno! ¡Si fueran buenos los libros no los leería con tanto ahínco!’"

En 1827, se produjo un hecho que marcará su vida: la invasión a San Juan de los montoneros de Facundo Quiroga.

Decidió oponerse a Quiroga incorporándose al ejército unitario del General Paz. Con el grado de teniente, participó en varias batallas. Pero Facundo parecía por entonces imparable: tomó San Juan y Sarmiento decidió, en 1831, exiliarse en Chile. Se empleó como maestro en una escuela de la localidad de Los Andes. Sus ideas innovadoras provocaron la preocupación del gobernador. Molesto, se mudó a Pocura y fundó su propia escuela. Allí se enamoró de una alumna con quien tendrá su primera hija, Ana Faustina.

En 1836, pudo regresar a San Juan y fundar su primer periódico, 
El Zonda. Pero al gobierno sanjuanino no le cayeron nada bien las críticas de Sarmiento y decidió, como una forma de censurarlo, aplicarle al diario un impuesto exorbitante que nadie podía pagar y que provocó el cierre de la publicación en 1840. Volvió a Chile y comenzó a tener éxito como periodista y como consejero educativo de los sucesivos gobiernos.

"¿Que es pues un periódico? Una mezquina hoja de papel, llena de retazos, obra sin capítulos, sin prólogo, atestada de bagatelas del momento. Se vende una casa. Se compra un criado. Se ha perdido un perro, y otras mil frioleras, que al día siguiente a nadie interesan. ¿Qué es un periódico? Examinadlo mejor. ¿Qué más contiene? Noticias de países desconocidos, lejanos, cuyos sucesos no pueden interesarnos. (...) Trozos de literatura, retazos de novelas. Decretos de gobierno. (...) Un periódico es el hombre. El ciudadano, la civilización, el cielo, la tierra, lo pasado, lo presente, los crímenes, las grandes acciones, la buena o la mala administración, las necesidades del individuo, la misión del gobierno, la historia contemporánea, la historia de todos los tiempos, el siglo presente, la humanidad en general, la medida de la civilización de un pueblo." D. F. Sarmiento, 
El Zonda Nº 4.

En Chile, Sarmiento pudo iniciar una etapa más tranquila en su vida. Se casó con Benita, viuda de Don Castro y Calvo, adoptó a su hijo Dominguito y publicó su obra más importante: 
Facundo, Civilización y Barbarie. Eligió el periodismo como trinchera para luchar contra Rosas. Fundó dos nuevos periódicos: La Tribuna y La Crónica,desde los que atacó duramente a Don Juan Manuel.

Entre 1845 y 1847, por encargo del gobierno chileno, visitó Uruguay, Brasil, Francia, España, Argelia, Italia, Alemania, Suiza, Inglaterra, EEUU, Canadá y Cuba. En cada uno de estos países, se interesó por el sistema educativo, el nivel de la enseñanza y las comunicaciones. Todas estas impresiones las volcó en su libro 
Viajes por Europa, África y América. A fines de 1845 conoció en Montevideo a Esteban Echeverría, uno de los fundadores de la generación del ’37 y como él, opositor a Rosas y exiliado. Estando en Francia, en 1846, tuvo un raro privilegio: conocer personalmente al general San Martín en su casa de Grand Bourg y mantener una larga entrevista con el libertador.

De regreso a Chile, incrementó su actividad periodística contra Rosas, lo que motivó que el gobernador de Buenos Aires solicitara dos veces la extradición de Sarmiento para juzgarlo por calumnias, cosa a la que el gobierno chileno se negó.

Sarmiento pensaba que el gran problema de la Argentina era el atraso que él sintetizaba con la frase "civilización y la barbarie". Como muchos pensadores de su época, entendía que la civilización se identificaba con la ciudad, con lo urbano, lo que estaba en contacto con lo europeo, o sea lo que para ellos era el progreso. La barbarie, por el contrario, era el campo, lo rural, el atraso, el indio y el gaucho. Este dilema, según él, solo podía resolverse por el triunfo de la "civilización" sobre la "barbarie". Decía: "Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible repugnancia". En una carta le aconsejaba a Mitre: "no trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos esos salvajes". Lamentablemente el progreso no llegó para todos y muchos "salvajes y bárbaros" pagaron con su vida o su libertad el "delito" de haber nacido indios o de ser gauchos y no tener un empleo fijo.

La obra literaria de Sarmiento estuvo marcada por su actuación política desde que escribió en 1845: "¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo! (...) Facundo no ha muerto ¡Vive aún! ; está vivo en las tradiciones populares, en la política y las revoluciones argentinas; en Rosas, su heredero, su complemento. (...) Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él, (...) tirano sin rival hoy en la tierra". Estos párrafos del 
Facundo nos muestran el estilo de Sarmiento. Facundo, a quien odia y admira a la vez, es la excusa para hablar del gaucho, del caudillo, del desierto interminable, en fin, de la Argentina de entonces, de todos los elementos que representan para él el atraso y con los que hay que terminar por las buenas o las malas.

Sarmiento desde Chile alternó su actividad periodística con la literaria y educativa. En su libro 
Viajes (1849) se reflejan mucho más que las impresiones de un viajero atento y observador; allí se ocupó de lo que lo maravilla de los países que visita y que quisiera ver en su tierra. Pone el acento en el progreso industrial, el avance de las comunicaciones y de la educación.

En su libro 
Argirópolis (1850) dedicado a Urquiza, expresó un proyecto para crear una confederación en la cuenca del Plata, compuesta por las actuales Argentina, Uruguay y Paraguay, cuya capital estaría en la Isla Martín García. El modelo de organización era la Constitución norteamericana y proponía fomentar la inmigración, la agricultura y la inversión de capitales extranjeros.

Mantuvo fuertes polémicas con políticos y escritores de su tiempo, como Juan Bautista Alberdi, con quien no coincidía en apoyar a Urquiza. Esta polémica se expresó a través de sus libros. Alberdi escribió 
Complicidad de la prensa en las guerras civiles de la República Argentina y Cartas Quillotanas y Sarmiento le respondió con Las ciento y una y Época preconstitucional y Comentarios a la Constitución de la Nación Argentina.

En 1862 el general Mitre asumió la presidencia y se propuso unificar al país. En estas circunstancias asumió Sarmiento la gobernación de San Juan. A poco de asumir dictó una Ley Orgánica de Educación Pública que imponía la enseñanza primaria obligatoria y creaba escuelas para los diferentes niveles de educación, entre ellas una con capacidad para mil alumnos, el Colegio Preparatorio, más tarde llamado Colegio Nacional de San Juan, y la Escuela de Señoritas, destinada a la formación de maestras

En sólo dos años Sarmiento cambió la fisonomía de su provincia. Abrió caminos, ensanchó calles, construyó nuevos edificios públicos, hospitales, fomentó la agricultura y apoyó la fundación de empresas mineras. Y como para no aburrirse, volvió a editar el diario 
El Zonda.

En 1863 se produjo en la zona el levantamiento del Chacho Peñaloza y Sarmiento decretó el estado de sitio y como coronel que era, asumió personalmente la guerra contra el caudillo riojano hasta derrotarlo. El ministro del interior de Mitre, Guillermo Rawson, criticó la actitud de Sarmiento de decretar el estado de sitio por considerar que era una decisión exclusiva del poder ejecutivo nacional. Sarmiento, según su estilo, renunció. Corría el año 1864.

A pedido del presidente Mitre, en 1864 viajó a los EE.UU. como ministro plenipotenciario de la Argentina. De paso por Perú, donde se hallaba reunido el Congreso Americano, condenó el ataque español contra Perú, a pesar de las advertencias de Mitre para que no lo hiciera.

Sarmiento llegó a Nueva York en mayo de 1865. Acababa de asumir la presidencia Andrew Johnson en reemplazo de Abraham Lincoln, asesinado por un fanático racista. Sarmiento quedó muy impresionado y escribió 
Vida de Lincoln. Frecuentó los círculos académicos norteamericanos y fue distinguido con los doctorados "Honoris Causa" de las Universidades de Michigan y Brown.

Mientras Sarmiento seguía en los Estados Unidos, se aproximaban las elecciones y un grupo de políticos los postuló para la candidatura presidencial. Los comicios se realizaron en abril de 1868 y el 16 de agosto, mientras estaba de viaje hacia Buenos Aires, el Congreso lo consagró presidente de los argentinos. Asumió el 12 de octubre de ese año.

Cuando Sarmiento asumió la presidencia todavía se combatía en el Paraguay. La guerra iba a llevarse la vida de su querido hijo Dominguito. Sarmiento ya no volvería a ser el mismo. Un profundo dolor lo acompañaría hasta su muerte.

Durante su presidencia siguió impulsando la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas y los institutos militares: Liceo Naval y Colegio Militar.

Sarmiento había aprendido en los EE.UU. la importancia de las comunicaciones en un país extenso como el nuestro. Durante su gobierno se tendieron 5.000 kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y se preocupó particularmente por la extensión de las líneas férreas. Pensaba que, como en los EE.UU., el tren debía ser el principal impulsor del mercado interno, uniendo a las distintas regiones entre sí y fomentando el comercio nacional. Pero éstos no eran los planes de las compañías británicas inglesas, cuyo único interés era traer los productos del interior al puerto de Buenos Aires para poder exportarlos a Londres. En lugar de un modelo ferroviario en forma de telaraña, o sea interconectado, se construyó uno en forma de abanico, sin conexiones entre las regiones y dirigido al puerto. Este es un claro ejemplo de las limitaciones que tenían los gobernantes argentinos frente a las imposiciones del capital inglés. La red ferroviaria paso de 573 kilómetros a 1331 al final de su presidencia.

En 1869 se concretó el primer censo nacional. Los argentinos eran por entonces 1.836.490, de los cuales el 31% habitaba en la provincia de Buenos Aires y el 71% era analfabeto. Según el censo, el 5% eran indígenas y el 8% europeos. El 75% de las familias vivía en la pobreza, en ranchos de barro y paja. Los profesionales sólo representaban el 1% de la población. La población era escasa, estaba mal educada y, como la riqueza, estaba mal distribuida. Sarmiento fomentó la llegada al país de inmigrantes ingleses y de la Europa del Norte y desalentó la de los de la Europa del Sur. Pensaba que la llegada de sajones fomentaría en el país el desarrollo industrial y la cultura. En realidad los sajones preferían emigrar hacia los EE.UU. donde había puestos de trabajo en las industrias. La argentina de entonces era un país rural que sólo podía convocar, lógicamente a campesinos sin tierras. Y, para tristeza de Sarmiento, la mayoría de los inmigrantes, muchos de nuestros abuelos, serán campesinos italianos, españoles, rusos y franceses.

Entre las múltiples obras de Sarmiento hay que mencionar la organización de la contaduría nacional y el Boletín Oficial que permitieron a la población en general, conocer las cuentas oficiales y los actos de gobierno. Creó el primer servicio de tranvías a caballo, diseñó los Jardines Zoológico y Botánico. Al terminar su presidencia 100.000 niños cursaban la escuela primaria.

Al finalizar su mandato apoyo la candidatura del tucumano Nicolás Avellaneda.

El 22 de agosto de 1873 Sarmiento sufrió un atentado mientras se dirigía hacía la casa de Vélez Sarsfield. Cuando transitaba por la actual esquina de Corrientes y Maipú, una explosión sacudió al coche en el que viajaba. El sanjuanino no lo escuchó porque ya padecía una profunda sordera. Los autores fueron dos anarquistas italianos, los hermanos Francisco y Pedro Guerri que confesaron haber sido contratados por hombres de López Jordán. El atentado falló porque a Francisco Guerri se le reventó el trabuco en la mano. Sarmiento salió ileso del atentado y se enteró porque se lo contaron después.

Al finalizar su mandato en 1874, Sarmiento se retiró de la presidencia pero no de la política. En 1875 asumió el cargo de Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires y continuó ejerciendo el periodismo desde 
La Tribuna. Poco después fue electo senador por San Juan.

En esa época vivía con su hermana, su hija y sus nietos en la calle Cuyo, actual Sarmiento 1251.

En 1879 asumió como ministro del Interior de Avellaneda, pero por diferencias políticas con el gobernador de Buenos Aires, Carlos Tejedor, renunció al mes de haber asumido.

Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En la época en que Sarmiento fomentaba la educación popular, el índice de analfabetos era altísimo. En el campo había muy pocas escuelas porque la mayoría de los estancieros no tenían ningún interés en que los peones y sus hijos dejaran de ser ignorantes. Cuanto menos educación tuvieran más fácil sería explotarlos.

Pero Sarmiento trataba de hacerles entender que una educación dirigida según las ideas y los valores de los sectores dominantes, lejos de poner en peligro sus intereses, los reproducía y confirmaba. "Para tener paz en la República Argentina, para que los montoneros no se levanten, para que no haya vagos, es necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales... para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela."

De todas formas le costó muchísimo convencer a los poderosos de que les convenía la educación popular y recién en 1882, logró la sanción de su viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420.

Una de sus últimas actuaciones públicas data de 1885. El presidente Roca prohibió a los militares emitir opiniones políticas. Sarmiento, que no podía estar sin expresar su pensamiento, decidió pedir la baja del ejército, y opinar libremente a través de las páginas de su diario 
El Censor.

En el invierno de 1888 se trasladó al clima cálido del Paraguay junto a Aurelia Vélez, la hija de Dalmacio Vélez Sarsfiled, autor del Código Civil. Aurelia fue la compañera de Sarmiento durante los últimos años de su vida. Murió el 11 de septiembre de ese año, en Paraguay, como su hijo Dominguito.

Pocos años antes había dejado escrito una especie de testamento político: "Nacido en la pobreza, criado en la lucha por la existencia, más que mía de mi patria, endurecido a todas las fatigas, acometiendo todo lo que creí bueno, y coronada la perseverancia con el éxito, he recorrido todo lo que hay de civilizado en la tierra y toda la escala de los honores humanos, en la modesta proporción de mi país y de mi tiempo; he sido favorecido con la estimación de muchos de los grandes hombres de la Tierra; he escrito algo bueno entre mucho indiferente; y sin fortuna que nunca codicié, porque ere bagaje pesado para la incesante pugna, espero una buena muerte corporal, pues la que me vendrá en política es la que yo esperé y no deseé mejor que dejar por herencia millones en mejores condiciones intelectuales, tranquilizado nuestro país, aseguradas las instituciones y surcado de vías férreas el territorio, como cubierto de vapores los ríos, para que todos participen del festín de la vida, de que yo gocé sólo a hurtadillas".

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

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