miércoles, 6 de enero de 2010

EL INSTITUTO NIELS BOHR.-

EL INSTITUTO NIELS BOHR.-

Entre los nombre más importantes de la Física delsiglo XX, que cambiaron para siempre la forma que tenemos de ver el mundo, elnombre del científico danés Niels Bohr destaca de forma muy especial. En efecto,además de haber hecho contribuciones personales a la ciencia, que le valieron sergalardonado con el prestigiado Premio Nóbel en 1922, Bohr estableció un centroen Copenhague, capital de Dinamarca, que reunió a las mejores mentes de laFísica de las primeras décadas del siglo que acaba de terminar. Más que ser unsimple punto de reunión de científicos que más tarde fueron famosos, el institutofundado por Niels ha representado, hasta la fecha, un parteaguas en lainterpretación de los fenómenos a nivel atómico, a tal grado que las ideas delgrupo lidereado por Bohr se denomina, precisamente, “Escuela de Copenhague”. El mismo Niels Bohr ha sido inmortalizado por su modelo del átomo, que porsupuesto lleva su nombre, y que es la descripción que se nos enseña en laescuela secundaria: un núcleo atómico y electrones girando a su alrededor enórbitas dadas, como si fueran planetas. Este modelo se sabe ahora que es unadescripción burda de los átomos, pero sigue siendo útil y, para muchas aplicaciónes, cualitativamente correcto y, para el tiempo de Bohr, representó unimportantísimo avance que le mereció, como mencionamos líneas arriba, elPremio Nóbel en Física, ya que permitió entender una serie de resultados que setenían, gracias a los trabajos de varios científicos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, y que mantenían perplejos a los científicos. De hecho unode los paradigmas científicos que caracterizan al siglo XX es nuestra concepciónatómica de la materia, en buena parte debida a Niels Bohr, nacido en la capital deDinamarca en 1885 y fallecido en el año 1962. El Instituto fundado por Bohr, en1921 y que después fue denominado (en 1965) con su nombre actual, InstitutoNiels Bohr, está constituido por varios edificios poco conspicuos en el barrio deBlegdamsvej de Copenhague, pero que representan uno de los lugareshistóricamente más importantes para todos los físicos del mundo y que, hasta lafecha, se considera uno de los centros de investigación de excelencia en lasciencias físicas a nivel internacional, con mucha actividad de intercambio, como legustaba al mismo Bohr, que tenía siempre a su alrededor gente de prácticamentetodos los países de Europa y algunos norteamericanos. Muchos de los que fueronjóvenes colaboradores de Bohr en el Instituto de Copenhague, se convirtieron mástarde en ganadores de premios Nóbel o, al menos, en famosísimos y respetadoscientíficos por méritos propios, aunque todos guardaban un cariñoso y profundorespeto por Don Niels, que fue un generoso mentor para muchos jóvenes de laépoca. Otra de las anécdotas por la que Bohr es recordado en la historia oficial dela Física por su amistoso enfrentamiento con el famoso Albert Einstein,precisamente a propósito de la interpretación filosófica de la Mecánica Cuántica,de la que Bohr es uno de los fundadores. De acuerdo con la interpretación de laEscuela de Copenhague, la naturaleza, a nivel de los átomos, no en nuestra vidacotidiana, tiene un carácter fundamentalmente estadístico. Es decir, que nopodemos decir nada con certeza, sino sólo hablar de qué tan probable es queocurra un fenómeno atómico. Esto, a la luz de la Física que se conocía a principios del siglo XX, era muy difícil de aceptar, acostumbrados como estaban aluniverso bien determinado establecido por la Física del inglés Issac Newton. Tanes así que Einstein nunca aceptó esa naturaleza estadística, y por tanto, aleatoria,diciendo que “Dios no juega a los dados”. De cualquier forma, y a pesar de lasopiniones de Einstein, la interpretación de Copenhague es la que la enormemayoría de los físicos actuales aceptan, lo que es un merecido homenaje póstumoal gran Niels Bohr. El autor agradece al Dr. Leif H. Christensen, del InstitutoTecnológico de Dinamarca, por la oportunidad de conocer el Instituto Niels Bohr. Cualquier comentario sobre esta columna, favor de dirigirlo a Víctor Castaño, alteléfono 2340820, fax 2381165 y correo electrónico castano@fata.unam.mx.Artículos anteriores de CIENCIA HOY están disponibles en los archivos del diariode Querétaro o en la página www.fata.unam.mx

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