lunes, 11 de enero de 2010

Maimónides

Maimónides

(Moshéh ben Maimón) Filósofo y teólogo judío español (Córdoba, 1135 - El Cairo, 1204). Hijo de un juez, se educó en colegios musulmanes y judíos de Córdoba. Tras la invasión almohade, que instaló la intolerancia en al-Ándalus, sufrió persecución por motivos religiosos y se vio obligado a huir a Fez (1158), antes de emigrar a Oriente: Palestina, Alejandría y, finalmente, El Cairo (1165). Allí llegó a ser médico del último rey fatimí, al-’Adid, y nagid o guía espiritual de la comunidad judía de Egipto.Su principal labor consistió en asentar la teología judaica sobre los principios de la razón según la filosofía aristotélica, papel comparable al que cumplieron Averroes en el Islam y santo Tomás en el cristianismo.
La Guía de los perplejos (1190) es su obra más relevante en ese terreno. También realizó aportaciones notables a la medicina y a la jurisprudencia talmúdica. Sufrió continuas dificultades y persecuciones, tanto por parte de los musulmanes (denunciado como apóstata del islamismo, sólo la protección personal del visir de Saladino, al-Fádil, le salvó de la muerte), como de los judíos tradicionalistas que recelaban de su tendencia racionalista (llegando incluso a recurrir a la Inquisición para que condenara sus obras).

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/maimonides.htm

Maimónides, filósofo, matemático, médico y físico hispanojudío. Nacido en Córdoba en 1135, fue también conocido como Rambam (por las iniciales de su verdadero nombre, Rabí Mosheh ben Maimon). Después de conquistada Córdoba, en 1148, por los almohades, que impusieron las leyes del islam a cristianos y judíos, la familia de Maimónides decidió exiliarse. Se establecieron en Egipto. Allí Maimónides llegó a ser rabino principal de El Cairo y médico de Saladino I, sultán de Egipto y Siria.
La contribución de Maimónides a la evolución del judaísmo le proporcionó el sobrenombre de segundo Moisés. Su gran obra en el campo de la legislación judía es la Mishné Torá (Repetición de la Ley), desarrollada en 14 libros y escrita en hebreo (1170-1180), que siguió modificando hasta su muerte.

Además, formuló los Trece artículos de fe, uno de los diversos credos a los que numerosos judíos ortodoxos todavía se adhieren. Está reconocido como el filósofo judío más importante de la edad media. En Guía de perplejos, escrita en árabe (c. 1190), Maimónides intenta armonizar fe y razón conciliando los dogmas del judaísmo rabínico con el racionalismo de la filosofía aristotélica en
su versión árabe, que incluye elementos de neoplatonismo. Esta obra, en la que considera la naturaleza de Dios y la creación, el libre albedrío y el problema del bien y del mal, tuvo una gran influencia en filósofos cristianos como santo Tomás de Aquino y san Alberto Magno. Su utilización de un método alegórico, aplicable a la interpretación bíblica, que minimizaba el antropomorfismo, fue condenada durante varios siglos por muchos rabinos ortodoxos; pero las cuestiones conflictivas de su pensamiento han perdido relevancia en la época moderna. La fama de Maimónides como médico igualaba a la que gozó como filósofo y autoridad en la ley judía.

También escribió sobre astronomía, lógica y matemáticas. Murió en 1204.
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/histologia/maimonides.pdf

El Juramento Médico de Maimónides es una declaración de principios y de definición del quehacer médico, umversalmente aceptado como lo más cercano al ideal de esta maravillosa profesión. En varias universidades, de diferentes partes del mundo, y en todas las de Israel, los médicos egresados, hacen su juramento profesional con éste, en reemplazo del tradicional Juramento de Hipócrates, y dice:

”Ahora me dispongo a cumplir la tarea de mi profesión. Asísteme, Todopoderoso, para que tenga éxito en esta gran empresa. Que siempre me inspire el amor a la ciencia y a sus criaturas. Que en mi afán no se mezcle la ansiedad de dinero y el anhelo de gloria o fama, pues estos son enemigos de la verdad y del amor al hombre, y me podrían también llevar a errar en mi tarea de hacer el bien a mis semejantes. Conserva las fuerzas de mi cuerpo y de mi alma para que siempre y sin desmayo este dispuesto a auxiliar y asistir al rico y al pobre, al bueno y al malo, al enemigo y al amigo. En el que sufre, hazme ver solamente al hombre existente y palpe lo escondido e invisible. Que yo no descienda y entienda mal lo visible y que tampoco me envanezca, porque entonces podría ver lo que en verdad no existe. Haz que mi espíritu esté siempre alerta, que junto a la cama del enfermo ninguna cosa extraña turbe mi atención, que nada me altere durante los trabajos silenciosos. Que mis pacientes confien en mí y en mi arte; que obedezcan mis prescripciones e indicaciones. Arroja de su lecho a todos los curanderos y la multitud de parientes aconsejadores y sabios enfermos, porque se trata de personas crueles que con su palabrerío anulan los mejores propósitos de la ciencia y a menudo traen la muerte a tus criaturas. Cuando médicos más inteligentes y sabios quieran aconsejarme, perfeccionarme y enseñarme, haz que mi espíritu les agradezca y obedezca, pero cuando tontos pretenciosos me acusen, haz que el amor fortifique plenamente mi espíritu para que con obstinación sirva a la verdad sin atender a los años, a la gloria y la fama, porque el hacer concesiones traería perjuicio

a tus criaturas. Que mi espíritu sea benigno y suave cuando camaradas más viejos, haciendo mérito a su mayor edad, me desplacen y befen, ofendiéndome, me hagan mejor. Haz que también esto se convierta en mi beneficio, para que conozca algo que no sé, pero que no me hiera su engreimiento: son viejos y la vejez no es un freno para las pasiones.

Hazme humilde en todo, pero no en el gran arte. No dejes despertar en mí el pensamiento de que ya sé lo suficiente, sino dame fuerza, tiempo y voluntad para ensanchar siempre mis conocimientos y adquirir otros nuevos. La ciencia es grande y la inteligencia del hombre cada vez cava más hondo”’

Jacob Cohen V.,Facultad de Medicina Universidad de Chile,Hospital Luis Calvo Mackenna-Clínica Las Condes
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-10182009000600017


En Mshne Tora, “la obra maestra teológica, consistente en una síntesis y organización sistemática de la ley bíblica y rabínica, también conocida como Código de Maimónides. Finalmente, en 1190 acaba su obra maestra filosófica, titulada “Guía de los Perplejos”…. “tuvo confianza plena en la razón, no como un recurso infalible de análisis, pero sí como el único instrumento del cual disponemos para nuestra insaciable búsqueda de la verdad de Dios y de las cosas”.

Para poder apreciar profundamente la mirada de Maimónides, es importante destacar que la Mshne Tora no se trata de una obra teológica, sino de una legal, aspecto que es clave para entender lo que era para él, la Razón. El hincapié que Maimónides hace en el elemento racio-nal, no tiene que ver con la anulación de la dimensión teo-céntrica del Universo, sino con poner cada cosa en el lugar que le corresponde. Él insiste en la supremacía de lo que conocemos como “Jojma”: la razón por sobre el “ratzón”, voluntad.

El hombre no se ve sometido al azar del Ser Supremo, de hecho los mandamientos contenidos en la Ley de Moisés, tienen todos una razón de ser y no son obligaciones impuestas porque sí a la voluntad humana, tal como él lo explica en extenso en la tercera sección de la Guía de los Perplejos.

La legalidad en el judaismo -como lo enseño a mis alumnos de Derecho- es parte de la religión, no un capítulo aparte, que puede ser leído independientemente de ésta. La Mshne Tora, se constituye así en base fundamental de las posteriores obras de Maimónides, tanto las de corte filosófico como las de índole médico.

Rabbi Avi Horowitz , Maimónides School Director , http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-10182009000600017
Como dice William Dembsky “Cristo es el completez de la ciencia”

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