lunes, 9 de junio de 2008

Moisés

Moisés

Moisés
Patriarca de Israel
Precedido por Abraham
Sucedido por Josué
Profeta del Islam
Precedido por Noé
Sucedido por Josué
Mensajero de Dios de la Fe Bahai
Precedido por Abraham
Sucedido por Gautama Buda
Moisés con las tablas de la Ley, por Rembrandt.

Moisés con las tablas de la Ley, por Rembrandt.
Moisés, obra de José de Ribera
Moisés, obra de José de Ribera
Para otros usos de este término véase Moisés (bebé).

Ver Moisés

Moisés o Moshé (hebreo: מֹשֶׁה‎, Moshé (salvado de las aguas), en Hebreo tiberiano Mileh, en árabe موسىٰ, Mūsa), hijo de Amram y su mujer Iojebed. Es definido por la Torá como el encomendado de Hashem para liberar al Bíblico Pueblo Hebreo de la esclavitud en Egipto y como su máximo profeta y legislador. Moisés fue un importante profeta para el judaísmo, así como en el cristianismo y el Islam. No existen datos históricos que fundamenten la existencia real de Moisés, pues todas las referencias a él son muy posteriores, cuando ya se había formado el judaísmo.

La Torá narra como Moisés lideró junto a su hermano Aarón la salida de los Hebreos de Egipto y recibió la Torá de manos de Dios -tras haberle sido dictada por inspiración divina- en el monte Sinaí. La Torá comprende la historia de la vida de Moisés y de su pueblo hasta su muerte a la edad de 120 años, que según algunos cálculos exegéticos tuvo lugar en el año judío de 2488, o 1272 a. C. De hecho, la expresión "que viva usted hasta los 120" ha sido siempre una bendición común entre los judíos.

El nacimiento de Moisés ocurrió en circunstancias en las cuales el monarca egipcio de la época había ordenado que todos los niños varones que tuviesen los esclavos hebreos fueran arrojados al Nilo. La Torá no especifica la identidad de este Faraón, pero se cree que pudo ser Ramsés II, aunque también se han sugerido otros faraones anteriores.

Iojebed, esposa (y tía paternal) del levita Amram, dio a luz a un hijo varón al que, según el Talmud, llamó Iekutiel, y le mantuvo escondido durante tres meses. Cuando no pudo mantenerlo oculto durante más tiempo, en lugar de entregarlo a los soldados egipcios lo colocó a la deriva del Nilo en una pequeña cesta embadurnada con barro en su interior y brea en el exterior, para hacerla impermeable. La hija del faraón, llamada Batia en el Talmud, descubrió al bebé, lo adoptó como su hijo, y lo llamó Moisés, que significa "salvado de las aguas".

Teorías sobre el origen de su nombre

Según el relato bíblico, la hermana de Moisés, Míriam, observó la trayectoria de la pequeña cesta y ella pudo haber sugerido el nombre hebreo Moshé. A la vez Mse significa "hijo" en egipcio antiguo [ej: Ramsés (hijo de Ra)]. Yosef bar Mattityahu (Flavio Josefo) da otra versión (en "Antigüedades judías"): Mo = "agua"; Uses = "salvado de", que coincide exactamente con el sentido del nombre explicado por la Torá.

Crianza en Egipto

Miriam preguntó a la princesa Batia si le gustaría que una mujer hebrea cuidara al bebé. Entonces Iojebed se hizo cargo del niño y lo amamantó durante dos años. Cuando Moisés creció, fue entregado nuevamente a la hija del faraón.

Cuenta la tradición oral recopilada en la Mishná que a la edad de tres años, Moisés estaba sentado a la mesa junto a sus abuelos adoptivos -el faraón y su esposa-, la princesa Batia y los ministros. Moisés bajó del regazo de Batia y caminó hacia el rey. Levantó su corona y la colocó sobre su propia cabeza. Uno de los consejeros del faraón, Bilam, exclamó que se trataba de una acción profética y que Moisés le arrebataría el trono. Por tal motivo, otro ministro sugirió una prueba, sugiriendo que si se colocase enfrente del niño un diamante y un carbón ardiente, se podría determinar su verdadera astucia. Moisés agarró el carbón ardiente, lo colocó en su boca y, como resultado, quemó sus labios y lengua. De ahí en más, le fue dificultoso hablar, una característica que está mencionada en la Torá. Por tal motivo, la tradición oral determina que el pueblo hebreo, a sabiendas de la incapacidad de Moisés para la oratoria, comprendió que su líder sólo podía dirigirse a ellos por una influencia divina.

Cuando Moisés se hizo adulto, visitaba asiduamente a sus hermanos esclavos. Al ver cómo un capataz egipcio golpeaba brutalmente a un supervisor hebreo de nombre Datán, mató al egipcio y ocultó su cuerpo bajo la arena, esperando que nadie estuviera dispuesto a revelar algo sobre el asunto. Al día siguiente, vio a Datán peleando con su hermano Avirám e intentó separarlos. Los dos hermanos, enojados por el entrometimiento de Moisés, lo delataron al faraón y este tuvo que huír de Egipto.

Exilio personal

En una de sus exégesis,Najmánides señala que transcurrió un período prolongado entre la partida de Moisés de Egipto y su arribo a Midián.

Allí trabajó para Reuel, Itró (Hebreo: יִתְרוֹ, sacerdote) de Midián, con cuya hija Tziporá se casó más tarde. Allí trabajó durante cuarenta años como pastor, tiempo durante el cual nació su hijo Gershom.

Moisés hace manar agua de una piedra (Bacchiacca)
Moisés hace manar agua de una piedra (Bacchiacca)

Revelación de la zarza ardiente

En cierta ocasión, Moisés llevó a su rebaño al monte Horeb y allí vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando se volvió a un lado para observar más de cerca aquella maravilla, Dios(o más exactamente un ángel de Dios) le habló desde la zarza, revelando su nombre (es decir su verdadero significado)a Moisés.

En la época del emperador Constantino, el monte Horeb fue identificado con el monte Sinaí, pero la mayoría de los expertos creen que se encontraba mucho más al norte.

Dios le dijo a Moisés que debía volver a Egipto y liberar a su pueblo de la esclavitud. Moises primeramente declaró a Jehová que el no era el candidato para realizar dicha obra encomendada, dado que al parecer padecía de tartamudez. Jehová le declaró que le proporcionaría el apoyo para su obra entregándole las herramientas adecuadas.

Moisés obedeció y regresó a Egipto, en donde fue recibido por Aarón, su hermano mayor, y organizó una reunión para avisar a su pueblo de lo que debían hacer. Al principio, Moisés no fué muy bien recibido; pero la opresión era grande y Moisés realizó señales para que su pueblo lo siguiera como un enviado de Dios.

Sin embargo lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos. De hecho, estos no obtuvieron el permiso para partir hasta que Dios envió diez plagas sobre los egipcios. Estas plagas (palabra mal empleada, pues en el hebreo bíblico se habla más bien de "señales"), culminaron con la matanza de los primogénitos egipcios, lo cual causó tal terror entre los egipcios que ordenaron a los hebreos que se fueran.

Inicio del éxodo hebreo

La gran caravana de los hebreos se movía lentamente y tuvo que acampar hasta tres veces antes de dejar atrás la frontera egipcia, la cual se cree que estaba establecida en el Gran Lago Amargo. Otros han sugerido que como muy lejos estaría en la punta más septentrional del Mar Rojo (una mala traducción de la expresión hebrea Iam Suf, que significa Mar de las Cañas). Mientras tanto el faraón cambió de opinión y salió tras la pista de los hebreos con un gran ejército. Atrapados entre el ejército egipcio y el Mar Rojo, los hebreos se desesperaron, pero Dios dividió las aguas del mar por mediación de Moisés, permitiendo a los hebreos cruzarlo con seguridad. Cuando los egipcios intentaron seguirles, las aguas volvieron a su cauce ahogando a los egipcios.

Para conmemorar este evento se cantó un salmo entre todos los hebreos.

Travesía en el desierto

La travesía de la gran masa de personas fue dura y muchos empezaron a dar rumores y a murmurar contra sus líderes, aduciendo que era mejor estar bajo el yugo egipcio que padecer las penurias de la travesía. Moises realizó innumerables milagros para aplacar la dureza de la travesía.

Para alimentarlos, Dios hacía llover maná del cielo. Para beber, Moisés golpeó con su báculo una roca, asegurando que surgiría agua. Ya que tardó en salir y golpeó una segunda vez, Dios se enojó por su falta de fe y le castigó con no pisar la tierra prometida.

Al llegar a la ladera del monte Sinaí, Dios convocó a Moisés para dictarle las leyes que iba a imponer a su pueblo. Escribió en dos piedras llamadas tablas de la ley los diez mandamientos, diez leyes básicas de obligado cumplimiento para todo el pueblo hebreo. Además de ello, le dio una serie de leyes menores que deberían ser también observadas. Cuando Moisés bajó a notificar la noticia a su pueblo, descubrió que en su ausencia habían fundido todo el oro y habían construido un becerro de oro, representación del dios egipcio Apis y le veneraban. Moisés montó en cólera, arrojó a su pueblo las tablas de la ley (que se rompieron) y quemó la estatua de oro. Dios le volvió a dictar sus diez mandamientos y para transportar las sagradas escrituras, se construyó el arca de la alianza. Para portar dicha arca, se construyó el Tabernáculo, que sería el transporte del arca hasta que se llegara a la tierra prometida, donde se construiría un templo donde albergarla.

Dios al ver la dureza de corazón de su pueblo, prohibió la entrada de ellos a la tierra de promisión, incluyendo al mismo Moisés quien solo pudo verla desde lo alto de un monte. Finalmente, tras cuarenta años de vagar por el desierto, los hebreos de aquella generación murieron en el desierto: (Éxodo 16: 35; Números 14: 33, 34: Deuteronomio 1: 1-3; 2: 7; 8: 2, 4).

Una nueva generación de hebreos libres, nacidos en el éxodo, llegaron a la Tierra Prometida y entraron por fin a ella. Moisés, permaneció con aquellos que no iban a entrar a las tierras prometidas y sabiendo que no estaba lejos la hora de su muerte, le pasó el mando a Josué.

Cuando murió Moisés, a la edad de 120 años, fue llorado por su pueblo durante treinta días y treinta noches, su sepulcro jamás ha sido hallado.

Moisés en el judaísmo

Hay multitud de historias e información adicional sobre Moisés en las exégesis rabínicas conocidas como Midrash, así como en los textos más importantes de la ley oral judía, del Mishná y del Talmud .

Moisés en el cristianismo

Moisés, estatua del escultor Miguel Ángel
Moisés, estatua del escultor Miguel Ángel

Para los cristianos, Moisés – el personaje antiguo más mencionado en el Nuevo Testamento – es a menudo un símbolo del contraste entre el judaísmo tradicional y las enseñanzas de Jesús. Los escritores del Nuevo Testamento comparan las palabras y los hechos de Jesús con los de Moisés para explicar la misión de Jesús. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, por ejemplo, el rechazo de Moisés cuando los judíos adoraban al becerro de oro se compara con el rechazo a Jesús, también por parte de los judíos.

Moisés también figura en varios de los mensajes de Jesús. Cuando conoce al fariseo NicodemoEvangelio de San Juan, compara el alzado de la serpiente de bronce en el desierto, que cualquier hebreo podía mirar para ser curado, con su propia ascensión a los cielos (tras su muerte y resurrección) de modo que la gente lo vea y sea curada. En el sexto capítulo, Jesús responde a sus seguidores que Moisés hizo que cayera el maná en el desierto diciendo que no había sido él, sino Dios, quien había obrado el milagro. Llamándolo el "pan de la vida", Jesús afirma que ahora es él quien alimenta al pueblo de Dios. por la noche, en el tercer capítulo del

La iglesia católica lo venera como santo como a todos los patriarcas y profetas del antiguo testamento. ....

Moisés en el Islam

Artículo principal: Musa (profeta)

En el Corán, el libro sagrado del Islam, la vida de Moisés (Musa) se narra y se recuerda más que la de cualquier otro profeta reconocido por los musulmanes. Aunque el Corán reitera que es una figura principalmente judía, se encuentran pocas diferencias.

Origen de la Torá

Se ha asumido tradicionalmente que Moisés recibió de Dios y transcribió todos los textos de la Torá. Ésta sigue siendo la creencia de la mayoría de los cristianos y de la mayoría de los judíos ortodoxos. Sin embargo, los avances en la crítica textual han convencido a muchos expertos e historiadores de que estos textos, en la forma en que nosotros los conocemos actualmente, fueron tomados y adaptados de varias fuentes. Esta idea se discute en la hipótesis documental.

Moisés en la Historia

Los historiadores escépticos, generalmente conocidos como los "minimalistas bíblicos", sugieren que Moisés no existió nunca como figura histórica, y que el Éxodo es un mito. Por otra parte, los documentos históricos están tan fragmentados que los textos extrabíblicos que pudieran hablar de Moisés pueden haberse perdido para siempre en tiempos remotos. Por ejemplo, si el Éxodo tuvo lugar durante el fin de la era de los Hicsos en Egipto, tal y como afirman algunos expertos (siglo XVI a. C.), entonces sus documentos sobre Moisés probablemente habrían sido destruidos deliberadamente cuando los egipcios les expulsaron.

Las referencias adicionales sobre Moisés datan de muchos siglos después de la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes. Algunos como Flavio Josefo, Filón de Alejandría y Manetónsiglo III a. C., Manetón, un cronista y sacerdote heleno-egipcio, afirmó que Moisés no era judío, sino un sacerdote egipcio resentido, y que el Éxodo fue en realidad la expulsión de una colonia de leprosos. hablan de él. También existen, por supuesto, los relatos antes mencionadas en la Mishná y el Corán. En el

Incluso si Moisés se acepta como figura histórica, hay varios aspectos del relato bíblico que pueden ser reinterpretados. La teoría de Manetón de que Moisés era egipcio es absolutamente plausible. Se ha sugerido que pudo haber sido un noble o príncipe egipcio influenciado por la religión de Atón (véase la teoría de Freud más abajo), o simplemente un simpatizante de la cultura hebrea. Moisés es un nombre egipcio que significa "hijo" y se utilizó a menudo en los nombres de los faraones (como por ejemplo Tut-Moses). Los hebreos pudieron haber creado la historia a partir de los relatos de Sargón de Acad (mesopotámico) o Edipo (griego) para legitimar su creencia. Por otra parte, antiguamente las clases más bajas abandonaban a veces a sus hijos, y "Moshe" es una palabra hebrea (que significa "rescatado de las aguas").

Poner fecha al éxodo también ha sido un gran reto. Hay diferentes teorías:

  • Ocurrió alrededor del final de la era de los Hicsos, tal y como se dice más arriba;
  • Ocurrió alrededor del 1420 a. C., puesto que existen documentos sobre la invasión de Canaan por parte de los "habiru" cuarenta años más tarde - esta teoría casa bien con la idea actual de que el personaje histórico de Moisés era el décimo quinto príncipe del rey de Egipto del siglo XV a. C. llamado Ra-mose, que también desapareció de los expedientes egipcios alrededor de la época de la muerte de la reina (faraona) Hatshepsut.
  • O bien ocurrió durante el siglo XIII a. C., pues el faraón durante la mayoría de ese tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón con el cual se tuvo que enfrentar Moisés – conocido como "el faraón del Éxodo" o "el faraón opresor" de quien se dice haber comisionado a los hebreos "para construir las ciudades Pithom y Ramesés del tesoro de Faraón. " Estas ciudades se conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo posiblemente a su sucesor Merneptah el "faraón del éxodo". Esto es considerada plausible por los datos de la estela del 5º año de Merneptah (1208 a. C.), narrando que "Israel está perdido, no queda ni la semilla", una propaganda encubriendo la pérdida de su propio ejército en el mar.
  • Una teoría más reciente y controvertida afirma que Moisés era un noble de la corte del faraón Akhenatón. Muchos estudiosos, desde Sigmund Freud hasta Joseph Campbell sugieren que Moisés pudo haber abandonado Egipto tras la muerte de Akhenatón (1358 a. C.) cuando las reformas monoteístas del faraón fueron rechazadas violentamente. Las principales ideas que apoyarían esta teoría serían que la religión monoteísta de Akenatón era la predecesora del monoteísmo de Moisés, y una colección contemporánea de las Cartas de Amarna escrita por los nobles para Akhenaton (Amarna fue la ciudad capital de Akhenaton). Dichos documentos describen bandas asaltantes de "Habiru" atacando territorios egipcios en Mesopotamia. (Transformations of Myth Through Time, Joseph Campbell, p. 87-90, Harper & Row)

Enlaces externos

Commons

Véase también


Predecesor:
fundador
Guía del pueblo de Israel
Sucesor:
Josué

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tus post son tan largos que aburren hasta las lagrimas

Paulo Arieu dijo...

anonimo,no llores,viejo....
Mira, este es un blog de biografías, caisd exclusivamente.Entendés,che?

Cualquier cosa ubicáme en http://www.lasteologias.wordpress.com

Saludos
Paulo

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