sábado, 29 de marzo de 2008

Principios y Pasos Metodológicos de una EVANGELIZACION INCULTURADA

Principios y Pasos Metodológicos

de una EVANGELIZACION INCULTURADA


Víctor Manuel Ramos Mena

En el "Aula Magna" de la Universidad Pontificia de México, el P. Agenor Brigheti, Catedrático de la Universidad de Lovaina en Bélgica, en una magistral Conferencia dictó los "Principios y pasos metodológicos de una evangelización inculturada". Dicho estudio, basado en tres partes, pretende darnos algunas "luces" en esta labor eclesial. El presente artículo, no pretende ser más que una breve exposición sintética de los puntos allí tratados.

Introducción:

Este estudio pretende presentar, no una metodología para una evangelización inculturada, sino sus principios pedagógicos y los pasos metodológicos, por dos razones:

  1. Porque en el ámbito de la Evangelización, el método, una vez que está estrechamente ligado a los contenidos de la misma, más que una técnica a ser llevada a la práctica, tiene que ser una pedagogía en contexto;
  2. porque la pedagogía es, ante todo, el espíritu y el procedimiento del método y, consecuentemente, debe concretizarse, no a partir de leyes preestablecidas, sino según las exigencias particulares de cada contexto.

Otro aspecto tomado en cuenta en este estudio, es que los principios pedagógicos y los pasos metodológicos de una Evangelización inculturada, están concebidos estrechamente relacionados, con los contenidos y el horizonte de la Evangelización misma.

Basados en las orientaciones eclesiológicas posconciliares y del magisterio latinoamericano, los principios y pasos aquí presentados descartan dos posturas incompatibles con un auténtico proceso de inculturación:

  1. Se rechaza el paradigma de una "Evangelización de la cultura" que, partiendo de la Iglesia, pretenda implantar o construir una especie de "cultura cristiana" y se postula el paradigma de una "Evangelización inculturada", la cual, partiendo de la cultura, defienda que el sujeto del proceso de Evangelización no es el evangelizador, que debe desempeñar el rol de mediador entre Evangelio y cultura, sino el receptor, a quien cabe apropiarse del Mensaje Revelado a su manera.
  2. Los principios y pasos aquí presentados descartan la posibilidad de una inculturación del Mensaje sin una inculturación igualmente de la Iglesia. Dado que no existe Evangelio no inculturado y ni Iglesia que no sea factor cultural, un auténtico proceso de inculturación desemboca, necesariamente, no en una simple implantación, sino en la "creación" de una Iglesia culturalmente nueva, con fisonomía propia.

1. Presupuestos Pedagógicos y Metodológicos básicos para una Evangelización Inculturada:

La eficacia en la tarea pastoral de la inculturación, no depende tanto del método con el que se pone en práctica, como de ciertos presupuestos que sirven de base para el mismo o que lo sitúan dentro de una pedagogía para una Evangelización inculturada. Por tanto, para llevar a cabo ésta tarea es necesario que tengamos en cuenta ciertos criterios.

1.1 No existe, ni cristianismo no inculturado, ni cultura sin religión.

Para que el proceso de inculturación se un encuentro genuino, de verdadero diálogo, implica que, de un lado, no se absolutice ninguna expresión de fe cristiana y, de otro, que lleve en cuenta que la presencia salvadora y la auto-revelación de Dios siempre están presentes en todas las culturas, mucho antes de la llegada explícita de la fe cristiana: "antes del Misionero siempre llega primero el Espíritu Santo".

En cuanto a la expresión de la fe cristiana, tanto en su praxis como en su anuncio, hay que reconocer que está cargada de elementos culturales porque toda tradición arrastra consigo los efectos de su historia y de su identidad. Esto significa que los propios símbolos de fe cristiana reflejan la cultura de un tiempo y de un lugar determinado. Se trata de una contingencia que no relativiza en nada a la fe, al contrario, la hace consciente de su historicidad Evangelización la preserve de convertirse en una ideología y, a su vez, le permite avanzar como tradición viva.

En cuanto a la religión presente en las culturas, proclamar la Buena Nueva a los miembros de una cultura significa, ante todo, comunicarles la Buena Noticia de que el Dios que se anuncia ya está presente y actuante en medio de ellos y a través de su religión. Un proceso de Evangelización inculturada implica, así, una relación dialógica entre religiones. No tomar en cuenta o no acoger la religión del otro es llevar a cabo un proceso de dominación cultural o renunciar a una Evangelización como asimilación autóctona del Evangelio, a partir de las matrices culturales del otro.

1.2 Toda la Revelación ya está dada, pero, su sentido todavía no completamente explicitado

La vitalidad de la Revelación no está en la simple repetición o aplicación directa de un texto, sino en su inculturación en cada contexto, llevada a cabo por las propias comunidades eclesiales. Es la "tradición constante de la comunidad de fe, al lado de las Escrituras, que constituyen la fuente de la Revelación" .

Un proceso de inculturación lleva dos consecuencias:

  1. Del lado del texto, implica la convicción de que la "narrativa" de la fe cristiana, que comprende el conjunto total de los símbolos que expresan y canalizan el Mensaje evangélico a través de los tiempos, se continúa desarrollando, que su sentido no fue todavía completamente explicitado, pues posee una "sobreabundancia" de sentido que nunca se agotará.
  2. Del lado de la tradición, implica la convicción de que ella progresa con la ayuda del Espíritu Santo, llevando a un desarrollo del conocimiento de las realidades y de las palabras que nos fueron transmitidas.

Un proceso de inculturación está estrechamente ligado a una hermenéutica en la medida en que la asimilación del Mensaje revelado estable una tensión entre "texto presente" o "texto e intérprete", en que entender es simple aplicar, resultado de una "fusión de horizontes", que a su vez se constituye en un horizonte nuevo y más amplio, tanto para el "texto" cuanto para su intérprete en este momento; una nueva posibilidad para los dos.

1.3 La unidad sólo es posible en la pluriculturalidad

Un proceso hace evocar la vieja máxima de la escolástica según la cual toda revelación es recibida y expresada a la manera de sus receptores. Esto equivale a decir que las verdades y los valores del cristianismo pueden ser asumidos por las distintas culturas y, en cada caso, a la manera de los miembros que las conforman.

Esto nos lleva a dos consecuencias:

  1. La inculturación de las verdades fundamentales de la fe cristiana, aunque transhistóricas y transculturales, una vez que se encarnan en símbolos culturales concretos, sólo serán auténticas en un contexto pluricultural, es decir, en un proceso de inculturación, la unidad sólo se realiza en la pluriculturalidad. De ahí que, la inculturación del Evangelio y de la Iglesia será más auténtica en la medida en que cada expresión cultural de la fe cristiana se destaque por su singularidad.
  2. La inculturación de estas verdades fundamentales de la fe cristiana, sólo serán católicas en la unidad en torno a unos elementos fundamentales de la fe (jerarquía de verdades). Las singularidades del cristianismo no pueden autoafirmarse en prejuicio de su esencial unidad con todas las demás expresiones.

1.4 Para fines evangélicos, medios evangélicos

En la tarea pastoral de la inculturación, el método no puede contradecir ni su contenido ni su meta. Como el Reino de Dios simboliza la intencionalidad de la inculturación, consecuentemente, las actitudes y las posturas que adopten los agentes de pastoral deben estar marcados por los valores del reino. La intencionalidad debe incidir sobre el proceso mismo y la práctica de la inculturación.

2. Principios Pedagógicos de una Evangelización Inculturada:

Ante todo, la metodología de un proceso de inculturación es una pedagogía en contexto, apoyada en algunos principios básicos.

2.1 Concebir el Método desde el horizonte mismo de la Inculturación

La inculturación del Evangelio y de la Iglesia está esencialmente ligada al propio ser de la Iglesia y a su misión y, consecuentemente, su método. Ya la IV Conferencia General del Episcopado reunida en Santo Domingo lo dice:

"...se han de buscar las nuevas expresiones que permitan evangelizar los ambientes marcados por la cultura urbana e inculturar el Evangelio en las nuevas formas de la cultura adveniente. La Nueva Evangelización tiene que inculturas más en el modo de ser y de vivir de nuestras culturas, teniendo en cuenta las particularidades de las diversas culturas, especialmente las indígenas y afroamericanas..." (No. 30)

a) La Pedagogía de la Evangelización como parte de su contenido:

- En un proceso de inculturación, no basta ecuacionar teológicamente la cuestión fe y culturas y aplicar ciertos métodos y técnicas. En este campo sólo son eficaces en cuanto estén ligados a los contenidos y a la práctica misma de la Evangelización.

- Como pertenece a la Evangelización, no sólo la práctica de Jesús, sino la práctica de todo evangelizador, el método para una Evangelización inculturada, no es únicamente un problema técnico, sino una cuestión pastoral, dado que el método pertenece al contenido de la Evangelización.

b) El Método en la perspectiva del horizonte de la Inculturación:

- El método de una Evangelización inculturada está, a final de cuentas, ligado a la edificación del Reino de Dios.

- Inculturar el Evangelio, no es primeramente implantar la Iglesia, sino proclamar y ser señal y sacramento del Reino, lo que implica circunscribir la tarea pastoral de la inculturación dentro de un marco ecuménico y macro-ecumémico, pues el Reino de Dios es un símbolo global de los designios de Dios en relación a toda la creación.

c) El "Habitus" de mediación entre Evangelio y Cultura:

Además, la metodología de una Evangelización inculturada implica, no simplemente en aplicar unas técnicas, sino un "habitus" de mediación entre Evangelio y cultura; el saber relacionar con arte Mensaje Revelado y contexto cultural, de manera que sea capaz de ir más allá de la simple transposición o acomodación y avanzar en dirección de la inculturación, de una asimilación sintética del Evangelio por parte de la cultura.

2.2 Actitudes Pastorales para una Pedagogía de la Inculturación

Un proceso de inculturación exige una relación dialógica como actitud pastoral básica, con las siguientes características:

- Apertura al otro y disposición sincera de oír lo que el otro dice, procurándose colocarse en el lugar del otro, en el sentido de respetar lo que el otro dice por diferente y ajeno que parezca.

- Disposición a corregir o a defender las propias opiniones cuando son cuestionadas por la otra parte dialogante; disposición a argumentar cuando sea necesario, oponerse si es el caso y cambiar de parecer si los datos aducidos lo sugieran.

- Determinación en apoyar al interlocutor en el proceso de apropiación de la fe cristiana en su cultura, como elemento de plenificación de la misma.

Para llegar a esta relación dialógica los interlocutores necesitan dejarse guiar por la honestidad e integridad, condición para escucharse hasta sintonizar más allá de sus propias discrepancias.

3. Pasos Metodológicos de una Evangelización Inculturada

Aunque la metodología de un proceso de Evangelización inculturada no sea una técnica a ser aplicada en cualquier contexto, sin embargo, no todo puede estar relegado a la subjetividad del evangelizador. Del contenido y de la meta de una Evangelización inculturada, de los principios pedagógicos expuestos, como también de las conquistas de la hermenéutica moderna, se pueden hacer emerger algunos pasos metodológicos, que aseguren un proceso eclesiológicamente auténtico y pastoralmente eficaz.

3.1 Tres Exigencias Básicas

La metodología de un proceso de inculturación tiene por lo menos dos exigencias básicas:

a) Los sujetos del proceso de inculturación son los sujetos de la propia cultura:

- En el proceso de inculturación y en la relación Evangelio y miembros de la cultura, el rol de los agentes de pastoral es el de ser mediadores. Su tarea es facilitar el texto revelado, su historia, la tradición de su interpretación y crear el contexto eclesial comunitario de fe necesario para leer e interpretar el Mensaje.

- Porque desde la cultura que recibe el Mensaje se entiende mejor la Biblia que desde la cultura de quien la anuncia y, desde la Biblia, leída por los sujetos de la cultura a ser evangelizada se entiende mejor su tradición.

b) El proceso de inculturación debe movilizar no individuos aislados, sino personas en contexto:

- Tenemos que reconocer que no evangelizamos las culturas, sino las personas que las conforman y que ellas, por ser miembros de una comunidad son sujetos sociales contextualizados.

- Dado que la fe cristiana abarca la vida personal, comunitaria y social, la Evangelización debe articular fe y exigencias éticas de esta misma fe.

c) Inculturar el Evangelio a partir de las culturas de defensa y promoción de la vida:

En América Latina, evangelizar a partir de las culturas es una tarea compleja, porque prácticamente ya no existen culturas en "estado puro"; todas son el resultado de la yuxtaposición de otras culturas, a veces, en frontal contradicción.

Son cuatro las matrices culturales que se yuxtaponen a una embrionaria cultura latinoamericana:

- La primera, es lo que se puede llamar cultura de la dominación, importada junto con un sistema económico. Esta cultura significa una violencia a las culturas locales que las obliga a reestructurares o a disolverse.

- La segunda, es la cultura del mimetismo, una cultura consumista, imitadora de otras culturas; no asimila, sino que adapta.

- La tercera, es la cultura de la resistencia, propia de las clases populares; es el fruto del esfuerzo de grupos étnicos para resistir ala invasión de la cultura dominante.

- La cuarta, es la cultura de la defensa y promoción de la vida, ligada a movimientos populares que ensayan prácticas recreadoras de libertad y de alternativas a la situación vigente.

Un auténtico proceso de Evangelización inculturada sólo es posible a partir de las culturas de resistencia y de defensa y promoción de la vida, dado que mantienen una posición de crítica, denuncia y superación histórica de las culturas de dominación y de mimetismo.

3.2 Pasos Metodológicos

Metodológicamente, un proceso de Evangelización inculturada implica por lo menos siete pasos o actividades. Los tres primeros constituyen una evangelización implícita; los tres siguientes son una evangelización explícita; y, el último, es ya el surgimiento o la renovación de una Iglesia con rostro propio.

Evangelización Implícita (hablar de Dios sin hablar):

a) Presencia testimonial y empatía:

- Inserción gratuita y respetuosa en el contexto en donde se quiere desencadenar un proceso de Evangelización inculturada.

- Solidarizarse con los problemas, las alegrías, las angustias y las esperanzas del pueblo que se quiere evangelizar. Es lo que Evangelii Nuntiandi llama "elemento esencial, generalmente el primero", "la presencia, la participación y la solidaridad" (No. 21).

- Este primer paso no es una especie de "Praeparatio evangelica", sino "conditio sine qua non" para toda Evangelización explícita.

b) Relación dialógica o de simpatía:

- Hay que establecer el diálogo entre agentes de pastoral y miembros de la cultura, de tal modo que, en un clima de confianza, ambas partes expresen su mundo existencial, cultiven la capacidad de escucha y de apropiación que requiere una conversación genuina.

- Evangelizar no es ignorar ni imponer. Se trata, aquí, de llegar a establecer una relación de simpatía, un clima de confianza para expresarse y saberse escuchado.

c) Identificación y reconocimiento de los valores de la cultura como "semillas del Verbo":

- Identificar y reconocer los valores de la cultura y de su religión como "semillas del Verbo"

- Aquí se corre el riesgo de la ambigüedad ya que la acogida y rechazo se entremezclan de tal forma que hacen difícil un juicio adecuado para detectar lo que es obediencia y desobediencia a los designios de Dios.

- Este paso es el momento apropiado para identificar la presencia de Dios y su obra en las culturas.

Evangelización Explícita

d) Fecundación de las culturas con la luz del Evangelio:

- Este paso es el comienzo de la Evangelización y de revelación explícita de la positividad cristiana lo que implica, también, un llamado a la conversión a Jesucristo y de adhesión al Reino.

- En esta etapa se trata de ver que ninguna cultura agota las posibilidades de lo humano y que el Evangelio es su plenificación por tanto, hay que facilitar el texto de la Biblia, la historia del texto, la tradición de su interpretación y crear el contexto eclesial comunitario de fe, necesario para leer e interpretar el Mensaje, es decir, ofrecer gratuita y alegremente el don del Evangelio.

e) Mutua Evangelización explícita o reflexión crítica:

- En este quinto paso, se da una Evangelización recíproca, es decir, no sólo de los agentes de pastoral en dirección delos miembros de la cultura, sino también de los propios miembros de la cultura en relación a los agentes de Evangelización.

- Hay que desencadenar una reflexión recíproca común o de un discernimiento comunitario conjunto en el sentido de que cada parte (agente-miembros de la cultura) ayude a la otra a no absolutizar la propia cultura delante de la trascendencia del Evangelio.

- Los miembros de la cultura que reciben el Mensaje necesitan distinguir el Evangelio de su ropaje cultural o de la versión del cristianismo que les son presentados y, los agentes de pastoral, necesitan dejarse cuestionar o criticar por los miembros de la cultura en relación a su propia versión de cristianismo.

- Se trata, de un lado, de in-culturar el Mensaje y, de otro, de ex-culturarlo.

F) Apropiación o asimilación sintética:

- Este paso consiste en la operación de una simbiosis entre Evangelio y cultura. La apropiación consiste en asimilar el Evangelio a partir del núcleo de los valores y del modo de vida de los miembros de la propia cultura y no en hacer una simple adaptación externa.

- Es importante distinguir entre una reacción endocultural sincrética y una reacción sintética. En la primera, delante del dato nuevo, se acepta el signo, pero se le despoja de su sentido original siendo sustituido éste por otros significados de su cultura o religión; en la segunda, los miembros de la cultura aceptan el significado original incorporándolo en su universo simbólico a través de reajustes y modificaciones hasta conseguir una estabilidad y una coherencia de la estructura cultural modificada (asimilación metabólica).

- En este paso del proceso, en la cultura se da una apropiación de los valores y del sentido último de la realidad que propone el Evangelio y, de parte del lado del Evangelio y de la Iglesia, se da una apropiación de elementos culturales, tales como lenguaje y estructuras que no se oponen a la fe.

g) Surgimiento o crecimiento de una Iglesia con fisonomía propia:

- La endoculturación de la Iglesia en la nueva cultura, consiste en el surgimiento de una "Iglesia en", de la misma Iglesia de Jesucristo, pero culturalmente nueva y no monocultural, sino pluricultural.

- Se trata más de una "creación" de una Iglesia particular autóctona que de simple "implantación", sustentada por una eclesialidad pluriforme. Tal como la Encarnación es un "asumir sin aniquilar", el surgimiento de una Iglesia con "rostro propio" significa "inculturar sin identificar".

- Esta Iglesia culturalmente nueva es una comunidad llamada al discipulado y a la misión.

- Con relación a los agentes de pastoral que entran en contacto con la nueva cultura, el último paso los lleva a renovar su propia Iglesia, su lenguaje, sus estructuras, su forma de ser, para que pueda, cada vez mejor, ser señal e instrumento del Reino de Dios a todos los pueblos. Si hubo un auténtico proceso, ninguna de las partes sale la misma de este encuentro.

Conclusiones:

  • La tarea pastoral de la inculturación del Evangelio y de la Iglesia es esencialmente un proceso pedagógico y metodológico. El método es la propia práctica de la Evangelización, constituido de algunos pasos ordenados a partir de la ley de la gradualidad.
  • El método para una Evangelización inculturada no puede contradecir la meta de la misma ni en sus resultados ni en su proceso.
  • El proceso sigue unos pasos que obedecen a una cierta lógica de acción y de la labor pastoral; primero una Evangelización implícita, después, la explícita.
  • Dado que toda revelación es recibida y expresada según el modo de sus receptores, todo proceso auténtico de inculturación lleva a la "creación" de una Iglesia pluricultural, culturalmente nueva.

  • http://www.gratisweb.com/kyrios_cmf/t-evanincult.htm


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