Sidón
(heb. Tsidón, tal vez "pescando [pesca]" o "pueblo de peces [pesqueros]"; ac. Y Cartas de Amarna, Tsidunu; fen. Tsdn; gr. Sidon).
1. Primogénito de Canaán (Gn. 10:15; 1 Cr. 1:13); muy probablemente el constructor de la ciudad-puerto homónima.
2. Puerto fenicio situado en un pequeño promontorio que penetra en el Mar Mediterráneo, a unos 37 km al norte de Tiro, y mas o menos a la misma distancia de Beirut . Señalaba el límite norte de Canaán (Gn. 10:19). En el 2º. milenio a.C. Sidón era la ciudad más importante de los fenicios, de tal manera que "sidonio" era, en general, sinónimo de "fenicio". Pero tuvo que ceder su supremacía a Tiro hacia fines del milenio. Sidón aparece por 1º vez en los registros seculares de los textos cuneiformes de Ebla del período prepatriarcal. En la época de Amarna (s XIV a.C.) la ciudad le pertenecía a Egipto. De acuerdo con esos registros, Simreda, el rey de Sidón, le notificó al faraón de Egipto que Aziru, el gobernante amorreo, amenazaba la soberanía egipcia sobre la ciudad. Mapa VI, A-3.
Cuando los israelitas se establecieron en Canaán, se asignó Sidón a Aser, pero la tribu nunca la ocupó (Jos. 19:28; Jue. 1:31). Durante el período de los jueces, el pueblo de Israel adoptó el culto idolátrico de los sidonios,* junto con el de las deidades paganas de otras naciones (Jue. 10:6). También durante ese período los sidonios oprimieron a los israelitas (v 12). Las divinidades sidonias, incluso Baal* y Astoret,* volvieron a recibir adoración por parte de Israel en la época de los reyes (1 R. 11:5, 33; 16:31; 2 R. 23:13), cuando Sidón estaba subordinada a Tiro.
En el 701 a.C. Sidón se sometió a Senaquerib de Asiria, pero se rebeló en tiempos de 1092 Esar-hadón, y como consecuencia de ello fue tomada y destruida en el 678 a.C. Esar-hadón la reconstruyó y la llamó "el Castillo de Esar-hadón". Pero Asiria poco después entró en decadencia y desapareció, por lo que la ciudad, con su antiguo nombre, resurgió políticamente y volvió a ser importante. Jeremías predijo su sometimiento por parte de Nabucodonosor, rey de Babilonia (Jer. 27:3, 6), pero hasta ahora no han aparecido registros históricos referentes al cumplimiento de esta profecía. Ezequiel denunció a la ciudad por su hostilidad hacia Israel (Ez. 28:21-23), y Joel declaró que los sidonios habían saqueado los tesoros de Jerusalén, y habían vendido como esclavos a sus habitantes (Jl. 3:4-6). No se sabe a que época de la historia se refiere esta declaración.
Cuando Cambises, el 2º rey del Imperio Persa, marchó rumbo a Egipto, Sidón se le sometió (526 a.C.). Más tarde, los sidonios demostraron que eran grandes amigos de los persas, y por consiguiente se les concedió la llanura de Sarón como recompensa por su lealtad. Cuando los judíos regresaron del exilio, Zorobabel consiguió que los sidonios le trajeran cedros para el nuevo templo (Esd. 3:7). Sidón se rebeló contra Artajerjes III en el 351 a.C., pero nuevamente fue tomada y destruida. Después de su reconstrucción llegó a formar parte del Imperio Helenístico de Alejandro Magno en el 333 a.C. Al morir éste, sus sucesores la recibieron como herencia. Cuando Pompeyo conquistó a favor de los romanos las posesiones de los selúcidas en Siria y Fenicia en el s I a.C., Sidón se convirtió en una posesión romana y, lo mismo que Tiro, disfrutó del título de "ciudad libre". Quizás ésa era la situación de la ciudad en tiempos de Cristo.
Gracias a varios documentos se conocen por nombre los siguientes reyes antiguos de Sidón: Simreda (s XIV a.C.; por las Cartas de Amarna*); Tubalu (701 a.C.), en la época de Senaquerib; Abdimilkutte (s VII a.C.), en tiempos de Esar-hadón;
Tabnit y Eshmunazar (c. 450 a.C.; por algunos sarcófagos); y Tennes (s IV a.C.), en tiempos de Artajerjes III.
Gente de Sidón vino a Galilea y escuchó la predicación de Jesús (Mr. 3:8: Lc.6:17). En cierta oportunidad el Señor visitñ la zona de Sidón (Mt. 15-21; Mr.7:24, 31). El rey Agripa I de Judea tenía ciertas diferencias con Tiro y Sidón, pero los administradores de esas ciudades lo apaciguaron con la ayuda de uno de sus más íntimos cortesanos (Hch. 12:20). Aparentemente, había una iglesia cristiana en Sidón cuando Pablo pasó por ese puerto como prisionero rumbo a Roma, c 60 d.C., porque se le permitió visitar a los amigos (cristianos) que tenía allí (27:3). Siglos después se libraron varias batallas en Sidón, especialmente en el tiempo de las cruzadas. La ruina más notable de la antigua ciudad, la Torre de Sagette, es de la época de los cruzados.
La moderna ciudad de Saida tiene una población en su mayoría musulmana. En la antigua necrópolis se han encontrado varios sarcófagos de la época helenística, entre ellos el del rey Eshmunazar, que actualmente está en el Museo del Louvre, en París, con una larga inscripción fenicia del s V a.C. (fig 202), y el sarcófago de Tabnit, otro rey del s V a.C., cuyos restos todavía estaban en el ataúd (ahora en el Museo del Antiguo Oriente en Constantinopla).
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