viernes, 28 de marzo de 2008

Sidón

SIDÓN Una de las principales ciudades de Fenicia, aproximadamente a la mitad de la distancia entre Berito y Tiro. Se alzaba junto a un promontorio sobre la costa del Mediterráneo, con dos bahías, una al norte, y otra al sur. Como las demás ciudades de Fenicia, Sidón vivía del comercio, la navegación, la pesca y la industria de la púrpura. (Esta última fue tan próspera que aún en el día de hoy se encuentran montones de restos de los moluscos que se utilizaban en la elaboración de la púrpura.)

La historia de Sidón se remonta hasta mediados del segundo milenio a.C., cuando aparece por primera vez en inscripciones egipcias. Según los sidonios, ellos fundaron a Tiro, poco más al sur, y a Hipona en la costa norte de África. Tiro, Sidón y el resto de Fenicia estaban destinados a someterse a los grandes imperios que por siglos se sucederían unos a otros en el Cercano Oriente.

Puerto moderno de Sidón. La antigua ciudad fenicia de Sidón era uno de los puertos marítimos más importantes en la costa mediterránea.

En el año 877 a.C., Sidón se sometió a Asiria. Dos siglos después de haber quedado sometida al poderío asirio, Esarhadón, rey de Asiria, la destruyó como castigo por su rebelión. Babilonia sucedió a Asiria como señora del Cercano Oriente. Entonces Sidón y las demás ciudades de Fenicia, bajo la dirección de Tiro, hicieron una alianza para luchar junto a los egipcios contra los babilonios. Aunque Judá fue invitada a formar parte de esa alianza, el rey Josías no quiso, y algún tiempo después murió tratando de detener al faraón Necao, que invadía los territorios del Imperio Caldeo (2 Cr 35.20–24).

En el año 598 a.C., hubo una rebelión general en Fenicia y Judá, y el rey Nabucodonosor la aplastó sangrientamente. Puesto que Sidón se rindió, no sufrió tanto como Tiro, que decidió resistir hasta el final. En consecuencia, Tiro fue destruida y Sidón recobró su hegemonía sobre Fenicia, aunque siempre bajo la tutela de Babilonia.
Cuando Babilonia cayó y Persia surgió en su lugar, Sidón quedó supeditada al nuevo imperio. En el año 351 se rebeló y cuando los persas la incendiaron murieron en ella más de 40.000 habitantes.
A pesar de esta tragedia, en el año 333 a.C., cuando Alejandro invadió la región y derrotó a los persas en Iso, ya Sidón estaba reconstruida. Quizá por razón de la experiencia de unos pocos años antes, Sidón no resistió a Alejandro, sino que, por el contrario, le suplió naves para atacar a Tiro, que resistía aún.

Tras la muerte de Alejandro, hubo un largo período durante el cual Egipto y los seléucidas se disputaron el dominio sobre Sidón y toda la zona circundante. Por fin los seléucidas resultaron vencedores, y Sidón vino a formar parte de su reino. Durante ese período fue fuerte en ella la influencia helenizante, y se fundó allí una escuela de filosofía que logró cierto renombre.

Tomada por Pompeyo en el año 65 a.C., Sidón pasó a ser parte del Imperio Romano.

La importancia de Sidón en la historia bíblica es incalculable. Se le menciona ya en Gn 10.15, 19. Más tarde, sus habitantes contribuyeron a la construcción del templo (1 R 5.6; 1 Cr 22.4), y a su reconstrucción en tiempos de Esdras (Esd 3.7). Durante los gobiernos de David y Salomón, las relaciones entre Sidón e Israel eran cordiales (2 S 24.2, 6).

Sin embargo, aparte de estos pocos casos, Sidón es tenida en el Antiguo Testamento por ciudad perversa a la que Dios ha de castigar. Repetidamente, los profetas claman contra ella. Jezabel, oriunda de Sidón, llegó a ser símbolo de perfidia e idolatría. Todo esto se debe a que Sidón era un centro de la adoración a Baal y que, precisamente debido a las relaciones comerciales que sostuvo con los hebreos, la religión de sus habitantes era una constante tentación para el pueblo del Antiguo Testamento. Además, a Sidón se le reprochaba por haber profanado los vasos sagrados de Jerusalén llevándolos a sus templos, y por haber vendido a los hijos de Judá como esclavos (Jl 3.5, 6).

Debido a la importancia de Sidón entre las ciudades fenicias, a menudo se utiliza el término «sidonios» cuando en realidad se quiere decir «fenicio». Luego, el estudiante de la Biblia ha de estar alerta para evitar la posible confusión.

En el Nuevo Testamento se menciona repetidamente a Sidón (Mt 11.21, 22; 15.21–28; Mc 3.8; 7.24–31; Lc 10.13, 14). En Mc 7.31 se afirma que Jesús pasó por Sidón y en Hch 27.3 se nos dice que San Pablo pasó por allí, camino a Roma.

Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.

No hay comentarios:

Buscar este blog